JIMIN - III

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Las cosas no marchan como uno quiere, muchas veces es decepcionante ver el resultado de tanto esfuerzo mental. Una mala racha arruina una vida, las consecuencias pueden ser aún peor que las propias acciones.

"Gracias a Dios sólo está inconsistente, en unas horas despertará. En ese lapso de tiempo vas a reflexionar sobre tus acciones, ¡pudiste haberlo matado!, ¿en qué estabas pensando, Seokjin?" El mánager sentencia con voz irritada, el ceño fruncido no abandona su frente.

"N-no lo sé... n-no estaba pensando en realidad" Baja su cabeza avergonzado, aún conservaba sus ojos hinchados por tanto llorar.

"Eres un problema en persona" gruñe molesto "Le notifique esto al CEO, él mismo te puso un pequeño castigo".

El segundo mayor puede sentir como su cuerpo pierda más fuerza, en todo el tiempo que ha pasado junto al grupo, el CEO solamente los visita de vez en cuando para engañar a los demás, pensando que, haciendo creer a la gente una mejor relación, sería más fácil ganar miradas.

"¿Q-qué dijo" Titubeante espera su castigo, pidiendo a todos los dioses que no sea muy grave.

"Aquí vamos: Tras los acontecimientos vividos hace poco, Kim Seokjin tendrá que trabajar un mes gratis, el tiempo en pantalla y en canciones serán reducidos considerablemente. Aunado, cuando el contrato finalice será obligado a asistir con un psicólogo". El mánager dictó tal cual escuchó de su jefe.

El mundo se le venía encima, parecía ser que único que cometía errores era Seokjin.

"P-pero no es justo..." musita.

"¿Qué?, ¿por qué no sería justo un castigo después de casi matar a tu compañero de grupo?" Le mira alzando una ceja, frunce sus labios dejando una perfecta línea.

"Él también intentó matarme, ¡casi me mata hace meses!" Se estaba saliendo de sus casillas, el mundo era injusto pero al menos luchará por su propio bien.

"Ya tuvimos esta conservación-"

"No, no, no. ¿Qué lo hace tan diferente las situaciones?, ¿fue por qué ahora soy el culpable?" Las lágrimas le pusieron alerta, el dolor de garganta que presentaba por aguantar todo el dolor.

"Basta Seokjin, no discutiremos esto" El mánager intentó salir de la habitación, pero se detuvo abruptamente por el grito del segundo mayor.

"¡No es justo!, ¡No es justo para mí!" Grita mientras solloza "¿¡Por qué yo!?".

Un pequeño silencio se instala en la habitación, nadie era capaz de responder con un argumento sólido.

"Lo siento, Seokjin. Así es el mundo del entretenimiento, tienes que seguir sus pasos o no brillas" Lo último que le dijo antes de salir finalmente fuera de su campo de visión.

Kim Seokjin, una alma bondadosa que cayó en las manos de bestias sin corazón, el amor no era presente en ningún sentido, ni por ellos ni por el mismo. Tal vez por esa razón es que aún sigue todo este teatro, tal vez por eso no tiene la valentía suficiente para parar con esto más allá de esperar por una libertad en una jaula.

Llorando, sin consuelo alguno su cuerpo cae dramáticamente sobre el suelo. Se abraza a sí mismo intentando sentir su propio calor.
Nadie parecía entender su batalla; los miembros, las fans ni el mismo podía entenderlo.

¿Todo es así para los demás?

El mayor se pregunta el porqué de las cosas, el sufrimiento que también pasan muchos grupos, integrantes igual de ingenuos que pusieron a otras personas sobre ellos.

La vida es así, el más tonto cae presa de los lobos hambrientos.

"¡Que sorpresa encontrarte aquí!".

Un lobo quiere comer.

Como si todo estuviera en su contra, las cosas cada segundo más se ponen peores.
Park Jimin, el vocalista de tiernas mejillas regordetas y sonrisa dulce está mirando a su mayor como si de un trozo de carne se tratara.

"N-no estoy de humor" responde Jin limpiando todo rastro de lagrima de su rostro.

"Ay que sorpresa, a mí no me importa eso" Sonríe de forma juguetona, se adentra a la habitación cerrando con seguro la puerta.

"P-por favor, J-jimin. No quiero hacerlo" Se escuchaba desesperado por salir de esa situación, era capaz de oler el peligro de aquel pequeño ser.

"Bájate los pantalones y tu pecho sobre la mesa" Ordena moviendo ligeramente su cabeza.

"Por fav-".

Sus palabras fueron interrumpidas al sentir un agudo dolor en la mejilla izquierda.

"Ahora" Sentencia irritado.

No tenía opción alguna, esto se repetirá hasta caer muerto del cansancio que no puede evitar.
Entre lentos movimientos sigue las instrucciones dadas por el menor, dejando al descubierto su trasero con algunas cicatrices hechas por diferentes verdugos.

"Escuche los que pasó con Hoseok" Sus manos acarician el trasero del mayor, pasando los dedos por las pocas cicatrices aun frescas "Me sorprende tu comportamiento, creo que es hora de educar a esta puta".

Antes que Seokjin puede pensar en algo, siente como la pesada mano del menor cae dolorosamente sobre su mejilla derecha, un ardor insoportable de sentía desde la punta de sus pies en cada azote.

"Vamos a divertirnos con esta zorra desobediente, ¡conoce tu lugar!" Una gran sonrisa adorna sus labios, el placer el ser el dueño de los temblores de su cuerpo no tiene precio alguno.

Rojo, después de varios minutos de golpes sin descanso el rojo sobresale de una zona en particular.

"¿Eres tan fuerte para casi matar a un integrante de la familia pero no nada soportar un azote?" Pregunta con sarcasmo.

"Familia, ¿esto es una familia?".

"¿Esa es la verdad?"

"El dolor es amor, la familia no es una excepción".

Los pensamientos se apoderan de la mente del mayor, este ido en la misma posición busca la alejada respuesta.

"Siente el amor, Seokjin. Tómalo todo hasta el final".

Sin lubricar, sin condón, sin importar el dolor ajeno. Jimin penetra a Seokjin, provocando que este se quiera ahogar en sus propias lágrimas.

𝑻𝒐𝒙𝒊𝒄 | ʙᴛs》 Vᴇʀ.I《Donde viven las historias. Descúbrelo ahora