𝑻𝒐𝒙𝒊𝒄 | ʙᴛs》 Vᴇʀ.I《

HOSEOK - III

El tiempo es oro, cada segundo debe ser aprovechado en su máximo esplendor. Seokjin cuenta los días antes de ser verdaderamente libre, el poder sentirse pleno sin que una inminente oscuridad abrace su cuerpo tembloroso lleno de sufrimiento.

A pesar de las palabras que Taehyung le dijo hace unos días, su comportamiento no cambió nada, seguía pidiendo sexo hasta desmayarse y disfrutaba verlo con sus ojos llenos de lágrimas, no importaba si el mayor sufría durante el acto. Es más, Taehyung pensaba que eso le da un toque especial al jugoso ambiente.

"Todos son egoístas".

En la rota mente del mayor, ya nada tenía sentido. Cuenta los días hasta llegar a su amada libertad, esperando estabilizar todo su cuerpo y tal vez tomarse una vacaciones alejado de la industria.

"Mis fans no tienen la culpa de nada. Sólo yo, solamente yo".

¿Cómo se siente estar dentro de la mente de Seokjin?

Roto.

Humillado.

Se deja abrazar por la soledad, considerándola como su mejor amiga en los momentos más difíciles.

Todos lo aman, pero su amor lastima.

Duele, arde, humilla.

El amor es diferente, ¿o así debe ser para él?

No, no puede ser así.

Desde hace poco tiempo se tomó la tarea de investigar a cerca del contrato. La vida le da sorpresas al ser conciente de la verdad del oscuro mundo, el lugar donde considera el impulso para cumplir los sueños de varios jóvenes se pudre en cada paso.

Seokjin es constantemente decepcionado, por todos y consigo mismo. No puede ser capaz de hablar hasta que quiten las cadenas que envuelven por completo su cuerpo.

"Seokjin...". Una dulce voz llama la atención del mencionado que, con un brillo es sus ojos, voltea algo asustado.

Pasa el tiempo y los tratos son iguales, para todos, el único que no puede ser metido en el mismo saco es Jungkook, aunque este se ha distanciado un poco del mayor.

"Quiero hacerlo..." No lo dejan descansar, hasta en los pocos días libres que tiene utilizan su cuerpo, nunca habría pensado que un trabajo tomara todo segundo de su vida.

Falta poco, menos de un año.
El grupo ha obtenido gran popularidad entre el público coreano y hasta extranjero, todo se siente tan diferente conforme los días pasan que hace temblar a Seokjin. Pero si de algo hablamos es que aún sigue siendo el menos popular del grupo, llenado sus redes sociales de malos comentarios cuando el visual del grupo toma protagonismo.

"Hahahaha, me parece gracioso que aún no le den el título de visual a V... ¿quién es Jin?".

"Hablando en serio, no me gusta su voz. Muy forzada e inestable, ¡es horrible!".

"No baila, no canta, no rapea, no compone y no es guapo, en resumen no sabe hacer nada. ¿Qué hace en BTS?".

"Demonios, subes fotos de tu cara creyendo que te ves guapo. Hahahaha".

"Él no tiene nada malo... quiero decir, sus compañeros lo opacan totalmente. Tal vez no se muestra todo su talento, aunque ya ha pasado un tiempo de su debut... ¡sigo esperando!".

No se detienen, cada vez es más pesado a pesar que el tiempo está de su lado.

"Hoseok..." Los labios agrietados del mayor se mueven al nombrar a su menor, este sin una expresión irrelevante.

Las palabras sobraban en aquella habitación, el calor merecía ser compartido en ambos cuerpos con un sentir diferente en sus latir.
Hoseok se encontraba algo ansioso por la nueva propuesta que le haría al mayor, una nueva experiencia que puede agradar a los presentes.

"Quiero explicarte lo que harás" Toma una bocanada de aire mientras saca su playera y pantalones quedando en calzoncillos. Seokjin estaba atento a cada movimiento, hasta que sintió la pesada mirada del menor obligándolo a seguir sus pasos.

"¿Todo?" Pregunta el más alto refiriéndose a la ropa interior. Hoseok asiente repetidas veces para agregar:

"Vas a hacerlo mientras me montas, créeme que será más excitante" Ríe al sacar la última prenda de su cuerpo, quedando esta vez completamente desnudo.

El menor se acuesta en la cama alzando un poco los muslos, este golpea su muslo derecho para sacar de su trance a Jin, asiendo énfasis en sus intensiones al jalar su brazo quedando bajo del mayor.

"Muévete" Su miembro aún dormido golpea entre los glúteos del mayor, bastando unos segundos hasta que despertara. Alinea la punta de su falo con la entrada de Seokjin, este sin preparativo alguno arremete tomándolo dolorosamente de las caderas para llegar más profundo.

"D-duele" La visión nublada por algunas lágrimas le prohíbe ver las demás acciones del bailarín, quien toma sus manos dejándolas entre su cuello.

"Aprieta, aprieta mi cuello como yo lo hacía contigo. Hazlo ahora" Ordena mordiendo su labio ante la situación.

Una parte de Seokjin estaba totalmente en desacuerdo con ello, temía de las posibles consecuencias de podría pasar si se dejase llevar. El mayor estaba cruzando su límite, el dolor en cada acto y la humillación que no dejaba su cuerpo era desastrosa.
La oportunidad de cambiar roles se está presentando, el mayor lo sabía aunque dudaba de sus próximos movimientos.

"No quiero... yo no soy así".

En su mente se debate la fuerza aplicada a una zona tan delicada, con las manos temblorosas sostiene el cuello apretando sin lastimar a Hoseok. Lo veía bien, sus pupilas dilatadas y el sudor bajando por su frente eran una señal de ello, pensaba que podría controlarse.

"Más fuerte, aprieta con más fuerza" Entre quejidos el más bajo ruega por mayor sensación, una mejor experiencia con el ángel del grupo.

Seokjin se quebró.

Siguió con las órdenes.

No quería pero tampoco se detenía.

Aprieta con mayor fuerza, sus dedos se incrustan a la piel.

Hoseok se queda sin oxígeno, pero eso no evita alzar sus caderas y llegar al mejor orgasmo que ha tenido hasta ahora. Aunque todo parecía cambiar cuando Seokjin no lo soltaba, seguía apretando justo como se lo dijo, hasta el final.

"¡¿Por qué?!" Grita al pálido rostro.

El más bajo intenta alejarlo con la poca fuerza que le quedaba a su cuerpo, estando en desventaja por las posiciones.

"Esto no es excitante, es enfermo. ¡Eres un enfermo!" Exclama el mayor.

Aprieta y aprieta, no se detenía.

El cuerpo dejó de moverse y Seokjin lo soltó, las lágrimas bajan horrorizado ante lo que acaba de hacer. Sin pensarlo mucho acerca su cabeza al pecho del menor comprobando las latidos del corazón, siendo demasiado lento pero aún con vida.

"Lo siento, lo siento. ¡Perdóname!".

Seokjin llora y suplica perdón al cuerpo desmayado de Hoseok.