Capítulo 4:

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Tony observo desde la lejanía como Clark seguía a Peter, miro a su amigo Loki no muy lejos de él, el omega de ojos esmeralda asintió en aprobación, significaba que no había moros cerca y había vía libre hasta su alfa, pero su madre escogió el peor momento para tratar de encontrarle un alfa decente.

— Hijo ven, quiero presentarte a alguien — su hermosa madre – era beta pero rivalizaba con los más hermosos omegas- enredó su brazo alrededor del suyo.

— Hoy no madre, no me siento bien, sabes que odio este tipo de eventos, ya estuve lo suficiente— Tony comenzó a andar con tranquilidad - tranquilidad que no sentía- pero sintió su mano ser aprisionada por otra.

— ¿Todo bien Anthony? — Tony sintió un escalofrió recorrerle la espina dorsal, no podía ocultarle nada a su querida madre.

— Señora Stark — Loki fue a su rescate —Si desea que yo escolte a Tony hasta su alcoba lo haré con mucho gusto — la mirada penetrante de su madre asustaba a veces.

La hermosa mujer los miro analizándolos con esos orbes oscuros, parece que pasaron la prueba porque la mujer solo asintió y soltó la mano de su hijo.

Tanto Tony como Loki suspiraron llenos de alivio a su caminar.

— Debes pedirme este tipo de cosas más seguido se siente genial — le susurró a su bien amigo guiándolo por el pasillo que llevaba al despacho.

— No sé si esto está bien — se estaba acobardando.

— Tony el mundo se compone de estos momentos, vive al límite, arriésgate o si no algún día te preguntaras porque eres tan infeliz si yo hubiera podía hacer algo mejor con mi vida — Loki tenía razón, así que respiró hondo y reunió todo el coraje que pudo y entró por ese par de puertas.

— Lamento mucho haberte hecho esperar...— no muy bien había terminado su frase cuando el imponente cuerpo del alfa se abalanzó contra su persona.

En dos zancadas amplias el alfa recorrió todo el espacio que había entre ellos, tomó con delicadeza su cintura para ceñir su cuerpo contra el pequeño del omega -embonaban perfectamente-, tomó su nuca y se apropió de sus temblorosos labios, insaciable, con avidez y deseo.

Tony gimió en la boca del otro, resonando en la garganta, permitiendo la entrada del musculo húmedo, aferrándose al fornido pecho del alfa.

Clark delineado la fina curva de la cintura, hacia las caderas deteniéndose solo un comento en el culo bien formado de su omega.

Tony volvió a gemir al sentir los delicados apretones de la gran mano de Clark, sobre sus glúteos.

Clark percibió perfectamente la lubricación del omega, gruño complacido y satisfecho.

Sin querer detenerse, tomó los muslos de Tony empotrándolo en la pared y por puro instinto el omega rodeo las caderas del alfa con sus piernas.

Volvió a gemir en el instante en el que apreció la dura verga de su alfa sobre su vientre, ¡Dios! Si era tan grande como se sentía, iba a morir.

Las caderas de Tony de balancearon contra el duro cuerpo que lo aprisionaba, sintiendo la fricción de ambas erecciones.

Clark gruñó contra el cuello del omega, comenzando a desgarrar el vestido, Tony ahogo un gritó al sentir el primer embiste simulado.

— Clark — suplicó el omega.

— No pequeño, aún no es tiempo — peinó sus cabellos, besando su frente.

Tony experimento un golpe electroestático en su bajo vientre y en la base de la espina dorsal cuando Clark mordisqueo su glándula omega.

Las manos acres vagaban entre los girones del vestido, sobre la suave piel de los muslos, las súbitas embestidas simuladas, y los mordiscos en ese lugar tan sensible, su glándula, lo llevo al borde y arqueándose hacia el duro cuerpo del alfa casi termino en un delicioso orgasmo.

Innvictus ⌠SuperIron⌡Where stories live. Discover now