Capítulo 8:

145 10 0
                                    

A Clark no le fue muy difícil identificar el rumbo que tomo su omega, su aroma estaba en todas partes, en todas direcciones, ese delicioso bálsamo lo guiaba a él.

De repente se detuvo en seco, olfateando su entorno con bocanadas hondas, los alfas detrás de él se detuvieron bruscamente.

— ¿Qué pasa Clark? — pregunto con el ceño fruncido Steve.

Las pupilas del alfa se dilataron casi al instante, respirando con profundidad, su omega estaba en celo, el aire saturado de feromonas se lo decían, no tenía mucho que había entrado en calor, sus colmillos se retrajeron dolorosamente.

Un profundo gruñido salió del fondo de su pecho al escuchar el deleite de los demás alfas detrás de él, mostrando sus caninos al resto amenazadoramente, ya se habían percatado del delicioso aroma de su omega en celo.

Debía llegar antes que cualquier de los gladiadores, si alguno lo tocaba, lo mataría sin pensarlo dos veces.

Gracias al cielo, no todos conocían tan bien el aroma del omega como él, los podría dejar fácilmente atrás o simplemente deshacerse de ellos.

— Vuelvan con Dominus e infórmenle que el amo Tony está en la casa del amo Loki — los alfas gruñeron en desaprobación, pero Clark los puso en su lugar con un rugido, se habían dado cuenta del olor a celo, pero ese omega era suyo, marcando su territorio con sus colmillos desnudos, y amenazante postura.

Era un alfa de alto rango, los demás lo sabían y por eso retrocedieron sin decir nada.

— ¿Tú que harás Clark? — preguntó Steve listo para marchar a la casa de sus amos.

— Tengo a un omega que atender — Clark se dispuso a seguir su camino con convicción hacia su omega.

(......)

Tony se revolvía en los brazos de aquel beta, le suplicaba, aunque su olfato no lo engañaba, no era un alfa, lo que necesitaba, pero solo deseaba que lo jodieran ya, necesitaba a Clark

El otro hombre lo dejó sobre la esponjosa superficie blanda del colchón, Tony estiró los tirantes del vestido tratando inútilmente de sacárselo, a últimas el material cedió y se rasgó, pero eso dejó completamente cansado al omega.

Maldita sea sus celos no habían sido sofocantes y dolorosos, todo era culpa de Clark, le arrancaría las pelotas, pero no antes de que se las metiera hasta el fondo en su culo.

Un rugido retumbo por toda la casa, Tony tembló y gimoteo, ese era su alfa, lo necesitaba, necesitaba su verga muy en el fondo de sus entrañas, trató de levantarse, pero lo único que provoco fue que cayera al piso.

El beta que seguía ahí, supuso para vigilarlo que no se hiciera daño, lo tomó por los brazos y trato de levantarlo, lo colocó con suavidad sobre las frescas sábanas, Tony chilló, cuando vió a Clark en la entrada de la alcoba de Loki, miraba al beta con ojos inyectados en sangre, caminando a grandes zancadas lo arrebato de los brazos del beta.

— ¡Mío! — lo reclamó azotando al hombre contra la pared.

Como pudo y con todas las fuerzas que reunió se apoyó contra su codo — Clark — lloriqueo y sollozó su nombre, pareciendo resultar por que el alfa, dejó su atención en el pobre hombre y lo miró con su intensa mirada color sangre.

Sus pupilas se dilataron hasta perder el azul de sus ojos, dejando caer al beta, caminó como poseído a los brazos de Tony.

Clark hundió su rostro en el cuello del omega, olisqueándolo, bebiendo su aroma y lamiendo la tersa piel de su hombro, Tony lloriqueo por la sensación, aferrándose a la ancha espalda del alfa.

Innvictus ⌠SuperIron⌡Where stories live. Discover now