Innvictus ⌠SuperIron⌡

Capítulo 5:

La gente tenía sed de sangre y lo demostraba todo el sequito abundante esa mañana en el arena, exigían una pelea a muerte, ver sangre sobre el polvoriento suelo.

Su padre Howard, era uno de los invitados especiales a este tipo de eventos, a fin de cuentas, eran sus gladiadores, junto a María y Tony, ocupaban un pequeño espacio del palco lleno de influyentes aristócratas.

También se encontraban sus amigos, Loki, Orm y Pietro, con sus respectivos padres y esclavos, todos y cada uno de ellos eran la opulencia de Capua.

— ¿Por qué no nos pediste ayuda también? — se quejaba Orm de no a ver sido parte de la travesura de Loki.

— Por que ustedes son unos mojigatos y lo más probable es que hubieran arruinado todo — los bellos ojos esmeralda brillaron en orgullo.

Tanto Orm como Pietro se sintieron ofendidos, no eran tan mojigatos como todo el mundo creía.

— ¿Te gustó? ¿Qué te hizo? ¿Lo hicieron? — Pietro bombardeo al pobre otro omega con cientos de preguntas incómodas.

Tony se removió inquieto, no tenia deseos de responder a ninguna interrogante y mucho menos de su vida privada con su alfa, tal vez una que otra vez les daría pistas, más no les diría todo con lujo de detalle.

— Pietro déjalo en paz, está claro que no quiere hablar de eso — Orm se apiado del otro pobre omega avergonzado y Pietro hizo un puchero de molestia, era el más joven, era el que tenía menos experiencia con alfas y que no le quisieran contar era trampa.

Todo el mundo se quedó callado, un resplandeciente alfa, Thor, capturo la atención de los insanos tres omegas.

El alfa camino ajeno a lo que provocaba en cierto omega de ojos esmeralda, Loki estaba convencido que ni lo pelaba, pero los ojos celestes de Thor fueron directamente al omega, Loki lo miró con la mirada orgullosa y altiva, no se dejaría amedrentar por un alfa idiota por más que quiera que se lo follara y anudara.

Thor sonrió de soslayo, ese omega le gustaba para él y lo tendría, pasara lo que pasara.

Por otra parte, Orm suspiraba miraba a su hermano Arthur hablar no muy lejos de su persona, su hermano, un valeroso alfa de la familia Curry, cualquier omega estaría más que feliz de enlazarse con el alfa, no había alfa más genuino y honesto en toda la providencia, palabras del mismo Orm, y ese omega quería ser él.

Quería entregarle todo de si, su cuello, su celo, sus años por venir, su vientre, todo lo que a Arthur haría feliz ¡Quería ser su omega! Pero había un pequeño inconveniente, eran hermanos, bueno, medios hermanos, él era producto de una indiscreción de su madre, por supuesto nadie lo saba, ni tenía que llegar saberlo, aún se veía mal el enlazamiento entre hermanos y familiares, aunque ya se han dado casos, eran muy pocos.

Pero lo que el pequeño rubio no sabía es que Arthur no era completamente ajeno a sus sentimientos por él, le afectaba su aroma más de lo que quería admitir y su calor ¡Dios su calor! La primera vez que lo percibió dejó mal heridos a cuatro betas de sus esclavos, así que lo tenía amarrado a las faldas de sus bellos vestidos, por eso mismo, no había querido enlazarse, su madre ya le había insinuado varios omegas, entre esos el buen Tony, amigo de su hermano, por su puesto lo rechazo de inmediato, si se llegará a enlazar con alguien ese alguien tenía que ser su pequeño hermano omega.

Ya trabajaba en ello, trataba y trabajaba por todos los medios que su madre y padre dieran el visto bueno, por supuesto no le había comentado nada a Orm no quería ilusionarlo, si todo aquello no funcionaba lo único que haría sería romperle el corazón, lo único que odiaba más en el mundo, ver llorar a su tierno y delicado hermano.