Grandes encuentros; Ronney (2/2)

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Este fragmento es uno de los drabbles que se encontraban en su respectivo libro, pero ya que al final moví el OS aquí, pues consideré que su continuación debería subirse aquí también para que sea más fácil poder leerlo todo. Así, está clara la advertencia de spoiler si no se ha leído el relato anterior.

A partir de aquel día, Law estuvo todavía más encima de ella

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A partir de aquel día, Law estuvo todavía más encima de ella. Observaba cada paso que daba y le pedía que le mandase algún mensaje cada vez que se separaba de él en medio de una fiesta, aunque fuese para ponerse en la cola de los baños. Bonney no lo soportaba; ya era mayorcita para hacer lo que quisiera y no necesitaba ningún ángel de la guarda que cuidase su espalda cada vez que el cubata vacío se posaba sobre la barra del bar.

Además, estaba de vacaciones. ¿Qué menos que disfrutar sin preocuparse por nada? Ella no tenía por qué pagar la frustración de Law, su novio y sus amigos al no haber encontrado a Teach en aquella noche fatídica. De hecho, si se lo cruzase, Bonney sería la primera persona que saltaría sobre su cuello y lo golpearía hasta que se hiciese viejo.

Con aquel pensamiento en mente, se alejó de un Law distraído en sus coqueteos con Kid para ir a la barra del pub a pedir otra cerveza. La camarera la atendió rauda y veloz y, de hecho, la invitó a ella tras un guiño rápido. Al principio se sintió incómoda, pero luego reconoció que quien tenía enfrente era Baby 5, la hermanastra de su mejor amigo y la mujer más valiente que conocía al irse a la aventura por el mundo en busca de unos estudios mejores. De hecho, no la había visto en cuatro o cinco años.

—¡¿Desde cuándo estás aquí?! —exclamó con una sonrisa y un intento de abrazarla por encima de la barra.

Ella solo se encogió de hombros en cuanto se separaron, dándose un momento de misterio mientras le servía un cóctel a otro cliente. Luego respondió—: Papá me ha pedido ayuda en el negocio familiar y yo necesitaba algún trabajito extra en verano para devolverle el dinero del vuelo en jet privado. Ya sabes cómo le gustan los lujos y la rabia que me da deberle algo a alguien...

La vio negar con la cabeza, los ojos cerrados y una mueca melancólica. Por mucho que se quejase, se notaba que echaba de menos a su padre. La relación con su hermanastro ya era más complicada porque siempre estaban peleando, pero prefirió no preguntar por qué no le había dicho que estaba en la ciudad. Tal vez no quería que se burlase de ella si la viese vestida como una camarera cualquiera en un pub de la ciudad.

Bonney abrió la boca para pedirle que bebiese con ella, pero sintió un roce en su espalda y cómo otra mujer se acercaba para pedir una copa. Tenía un codo apoyado en la barra y la barbilla en la mano, dándole ligeramente la espalda. A pesar de eso, su cabello negro recogido en una coleta y esa sonrisa confiada que se podía adivinar de refilón ya le daban toda la información que necesitaba.

—Tienes a tu amiguito subiéndose por las paredes, Bonney...

—Ya estará Kid para bajarlo a la tierra. —El comentario pareció hacerle gracia a la recién llegada y se giró hacia ella. Sin lugar a dudas era quien esperaba: Nico Robin, quien la había acogido el día del "incidente" que nunca pensaba nombrar en alto. A pesar de lo que pasó entre ellas, Bonney no se dejó picar con aquella expresión curiosa y anhelante y preguntó—: ¿Es que Law te ha mandado de recadera para cuidarme?

—Oh, él no es de pedir un mismo favor dos veces —aclaró. Robin observó a Baby 5 y le pidió un gin-tonic, a lo que la joven asintió y se lo entregó. Agarró una pajita de un vaso gigante que había cerca de la camarera y la introdujo en su bebida para comenzar a sorber—. Pero lo he visto murmurando algo sobre ti. Me imaginé que se trataría de esto. A veces es demasiado calculador, sobre todo con un alma libre como tú...

Aquella voz cálida y sosegada siempre la molestaba. No podía discernir cuándo lo decía con ironía o cuándo en serio. Y esa simple duda le servía de ventaja a la morena, que la recorría con la mirada mientras ella intentaba adivinar qué intentaría en aquella ocasión.

—¿Qué te parecería si, para librarte de tu mejor amigo, te propusiese venir de fiesta conmigo? Ante eso no pondrá queja. Y prometo que no te voy a tener atada con una correa como hace él. A no ser que eso te guste, claro...

Baby 5 contuvo la respiración cuando Bonney se puso roja. Incluso con la luz azul del local se podía notar cómo se le había subido la sangre a la cabeza—. ¿Acabamos de reencontrarnos y ya estás coqueteando conmigo, Robin? Ya te vale.

—Oh, perdón. Tengo la mala costumbre de continuar todo justamente donde lo dejamos. Y creo que nosotras tenemos algo pendiente.

Definitivamente Baby 5 huyó, abrumada por aquella tensión sexual que destilaba cada media sonrisa y mirada de reojo que exhalaba Robin desde esos faros turquesas que no dejaban de girar en torno al buque de guerra más suicida de la ciudad. Bonney no supo si su amiga se había ido para comentárselo a su hermanastro o para ir a por el móvil y hacerle una foto, pero sin duda era el peor momento para dejarla sola. Luego se lo echaría en cara.

—Pues yo también pido perdón. Tengo la mala costumbre de olvidarme de cualquiera que no haya visto en meses. A mí no me dura tanto el calentón como a ti, si es que es eso lo que crees que tuvimos...

La morena alzó una ceja, curiosa ante esa resistencia, pero no se quejó por su frialdad o por la mirada amarga que brotaba de sus ojillos lilas. Ya sabía bien cómo podía llegar a ser. Una vez visto a alguien borracho, ya conocías todo de él.

—De todas formas, Robin, si de verdad quieres ganarme, tendrás que comenzar desde el principio e ignorar todo lo que pasó aquel día. ¿Serás capaz?

Su receptora parpadeó un par de veces, curiosa ante lo que decía, y se permitió reír por lo bajo y extenderle su mano—. Es un placer conocerte, señorita. Me llamo Nico Robin, ¿y tú?

 Me llamo Nico Robin, ¿y tú?

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Recopilatorio One Piece; one shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora