Relatos cortos de diferentes parejas de One Piece en diversos AU.
Todos los OS que vaya escribiendo y no quiera incluir en nuevos libros para sobrecargar mi perfil estarán aquí. Habrá todo tipo de parejas y temáticas, pero siempre se tratarán de esc...
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Día 1 de la One Piece Week 2019.
Tema: Ruptura.
Parejas (o no): Fanon! Zorobin, Lawbin, Kidobin.
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La televisión seguía encendida aunque ya nadie la estuviese mirando. El sonido y la imagen serpenteaban y siseaban por todo el piso, en busca de alguien que les prestase atención o, en caso contrario, les permitiese descansar de una vez.
Solo quedaba un hombre en el apartamento. Este enterraba su cabeza en la nevera, tanteando con sus dedos la última lata de alcohol que le quedaba. Lanzó un improperio cuando se le escurrió y la acabó volcando en la última banda del frigorífico. Sin lugar a dudas estaría muy agitada y la espuma saldría a raudales. Regresó a su postura habitual, ya con la cerveza en la mano, y la posó sobre la encimera de mármol de la cocina.
Era un hombre joven, rondaba los treinta. Su cabello era de un color verde muy claro y amarillento, producto de las constantes duchas sin aplicarse mascarilla de color. Sus ojos grises estaban rodeados de unas profundas ojeras y sus labios pequeños y blandos estaban morados. Hacía mucho frío allí dentro, pero él seguía sin camiseta, dejando ver todas las cicatrices que cubrían su cuerpo y se perdían más allá de la curva de sus caderas. Toda su piel demostraba las largas horas que pasaba al sol y sus músculos, ya que llevaba desde el instituto practicando deporte. En aquel momento intentaba mejorar su resistencia al frío, pero el efecto embriagador de la cerveza lo haría entrar el calor. Una vez acabado su entrenamiento del día, ya podría encender la calefacción y esperar a que el piso calentase.
Odiaba aquel lugar, pero como era pequeño no debería tardar mucho en llegar a la temperatura óptima. Cocina y salón solo separados por una mesa de cristal y aluminio —además, la campana extractora no funcionaba bien y era un suicidio cocinar fritanga en aquel lugar—. Cuarto de baño unido a su habitación, convirtiéndola en un pasillo más para cualquier invitado. Viejos cuadros de arte y una librería llena de obras literarias y CDs de música que ni siquiera comprendía. Las paredes eran de papel y podía escuchar los gemidos del hombre del bloque inferior. De hecho, había descubierto así que su ahora exnovia se estaba acostando con alguien a sus espaldas. Nunca había llegado a descubrir quién era, pero su relación con Robin terminó en aquel instante.
