Historias Eróticas I

Santa Traime una verga

Maratón 1/4

Cuando tienes 5 o 6 años, le pides a Santa una barbie, una bicicleta,  un sed de doctora o juego de cocina. Pero; los tiempo pasan y en mi caso no es la excepción. 

Me llamo Michi, tengo 16 años de edad, ya pronto es navidad  y no se que quiero. A mi mamá le pedí el Iphone 11 y prometió darmelo, pero a decir verdad, quiero una verga. Y se la estoy pidiendo a Santa hace mucho. Ojalá y me complazca.

Hoy conoceré al novio de mamá,  llevan 6 meses de relación y aun no lo conozco, y a mi mamá se lo ocurrió que hoy sería el día y yo que tenia planes.

Lo bueno de eso es que si me cae mal el idiota,  puedo buscar un pretexto para la cena de navidad y no estar presente. 

Horas después...

-Michi, ven aquí hija -grita mi madre desde el pie de las escaleras.

-Ma enseguida voy -grito mientras escribo ene mi celular.

Bajo y ahí está su novio, se ve simpático y es muy guapo y al parecer es de buena economía. 

Nos saludamos y nos disponemos a comer, mi mamá cocina muy bueno.

La cena no duró mucho que digamos, a mi mamá  se le notaba lo enamorada que estaba, parecían dos adolescentes y yo solo los mirabas. Me alegro que mi mamá haya decidido continuar con su vida. Mi padre la engañó y todo acabó,  pero se llevan bien como amigos y yo visito a mi papá todos los meses.

La cena de navidad llegó en un abrir y cerrar de ojo, aquí estoy con un eleganton vestido con corte de sirena, en la parte de arriba tiene unos adornos dorados muy lindos, el vestido es verde con dos tipos de tonalidades. Me asienta muy bien, ya que tengo cuerpo de niña de 22.

Gracias a mis padres, ambos tienen buen trasero.ñ, mi mamá tiene unos senos muy grandes y con algunas pecas.  Los bikinis le asientan muy bien.

Mi mamá consiguió un chef que la ayudara con la cena, ya que estaba estresante y nervioda, pues su novia le traería una sorpresa.

El timbre suena y nos miramos y sonreímos.

-Yo abro mamá -digo topando su hombro mientras ella se frota las manos con nerviosismo.
Me acerco y abro la puerta,  el novio de mamá está parado frente a mi, con dos ramos de rosas rojas que parecen recién cortadas, se acerca, me sonríe y me da un beso en la mejilla y me entrega las rosas.
-¡Que hermosas! Gracias -digo sonriendo.

-No hay de que.

Camina hasta mi mamá,  la abraza, le da un beso en los labios y luego las rosas.

-Ah, falta alguien por entrar -dice girandose hasta mi, observo afuera, y no veo a nadie, pero dejo la puerta abierta y voy hasta ellos.
Nos sentamos en la mesa, mi mamá observa a Riki con determinación y amor. Yo sonrió y tomo mi celular para sacarle unas fotos sin que se enteren.

-Perdón,  hasta ahora pude colgar la llamada -dice alguien que jamás he escuchado y volteo la vista.

-Oh hola, ¿quién eres? -pregunta mi mamá levantándose de su asiento.

-Richard, el hijo de Riki -contesta el chico acercándose a mi madre después de cerrar la puerta.  Le da un abrazo y un beso en la mejilla. Yo aún estoy sentada, viendo a semejante dios griego guapísimo en mi casa.

Él le extiende un regalo y luego me mira a mi. Estoy en sexylandia.

-Hija -dice mi mamá apretando los dientes.

Me levanto lo más rápido que puedo y me acerco para darle la mano. Él me hacer a él y me abraza.

-Mi padre no mintió cuando dijo que su novia tenía una hija guapísima  -dice besando mis manos.