Es un secreto

21.6K 142 6
                                    

—¡Mamá, mamá! —llamo a mi madre mientras entro por la puerta principal.

Tengo 14 años, me llamo Hanna, vivo con mi papá y los viernes me vengo para donde mi mamá.  Pero al parecer aún no llega del trabajo. Subo a su habitación para esperarla ahí mientras me pruebo sus ropas. 

—Oh-My-God —digo al ver un hombre acostado masturbándose mientras ve porno en la enorme pantalla de mamá.

—Oh —es lo único que dice con su rico pene en manos.

¿YO DIJE RICO? OH 😯 Quise decir feo pene, si, feo pene.

—¿Usted quien es? —pregunto tratando de verlo a la cara.

—El novio de tu mamá —dice sonriendo.

Será noviesito. Mi mamá tiene 34 años y éste parece de unos 25.

—Perdón por entrar así —digo viendo la tele.

—No pasa nada, ven si quieres. Será un secreto —dice acariciando su pene.

No se si sea lo correcto, no tengo miedo, pues hace poco perdí mi virginidad. Que cochina soy, con 14 años y ya no tengo mi tapita. Si mis padres de enteran me matan a palos.

-¿Conciencia que hago?

-Disfruta y que sea un secreto, además tu quieres y yo también.

—Bueno si, consciencia.

Aterrizó cuando el truena los dedos.

—No pasará lo que no quieres, así que ven y mira la tele conmigo —dice dando palmadas a un lado de la cama.

Después de 0 segundos de pensarlo me siento, me cruzo de piernas mientras observo como le rompen el culo a una chamaca de 19 años más flaca que una vaca en el desierto.

El muy descarado se continúa sobando el miembro mientras observa la tele. Siento mi vagina palpitar por la excitación.  Mi padrastro se carga buena verga. Debo mantener la calma. Trato de enfocarme en la tele.

Han pasado 5 minutos y ya tengo las piernas abierta, el me toca el clitoris y mi mira. Yo tomo su miembro y lo masturbo, los gemidos de la tipa del porno me tienden aturdida. Yo debería ser quien esté chillando.  Me saco el pantalón por completo y luego la blusa, se agacha en frente de mi y empieza a pasar su lengua por todo mi sexo, jadeo cuando la punta de su lengua llega al punto de la gloria. Hace movimientos y aprieta mis senos haciendo que chille.

Mete un dedo y luego el otro, continúa comiéndose mi fruta y sus ojos son puro fuego.

—No tengo preservativo, pero prometo no embarazarte —dice moviendo sus dedos mientras me observa.

—Folleme –digo mordiendo mis labios.


Continúaaaaaaa




.

Historias Eróticas IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora