Kim Taehyung caminó por las calles Atlanta. Él venía de una reunión de negocios. Si bien no hizo mucho trabajo en general, tener más de novecientos años atrás le dio suficiente dinero para trabajar solo si le daba la gana, había emprendido un pequeño proyecto hace seis meses.
Taehyung había evitado Atlanta hasta ahora porque sabía que era donde vivía Chim en estos días. Él simplemente no había tenido elección. Por lo general, esto sería algo que Celeste, su amiga de más de dos siglos manejaría. Sabía mejor que nadie por qué Taehyung no podía ir a Atlanta; después de todo, ella había sido la primera en ocuparse de Chim cuando Taehyung encontró al niño.
Por supuesto, Taehyung no pudo evitarlo como si un autobús escolar y un autobús turístico chocaban en la autopista y lo necesitaban allí, pero... Suspiró mientras caminaba. Sintió como si algo se arrastra dentro de su piel, haciéndolo ponerse nervioso e inquieto. Se trataba de la culpa que sentía, él lo sabía. A pesar de saber que Chim estaba bien ahora, que tenía un trabajo, amigos y una educación adecuada, Taehyung sabía que no siempre había sido así.
Él había sido tan cruel y cobarde. Taehyung había pensado que era auto conservación. Patear al veinteañero de su casa y su vida fue lo mejor que pudo haber hecho, ¿verdad?
Incorrecto.
En lugar de estar libre de lo que pensaba que era una carga, alguien a quien lo habían atado en contra de su voluntad solo porque había hecho una actividad desinteresada, una fría noche de diciembre, le había roto el corazón al chico, y al hacerlo, había roto el suyo...
La comprensión lo había llevado a casa más que cualquier otra cosa: había estado enamorado de un humano de veinte años. En tan solo un año, un escuálido y pequeño buscavidas se abrió paso hasta el corazón de Taehyung, que había muerto hacía tiempo, y lo cambió. Si no hubiera sido por Chim, a Taehyung nunca se le ocurrió la idea de hacer algo por los niños de la calle, especialmente los que eran vampiros. A él no le habría importado si algunos niños y niñas desconocidos tuvieran un techo sobre sus cabezas cuando necesitaban descansar o simplemente un lugar seguro para ducharse sin tener miedo de nadie. No, él no habría pensado en esos niños dos veces.
Fue el resultado de ser tan viejo. Había perdido su humanidad mucho antes de que apareciera Chim. Vivió su vida de no muerto, simplemente interesado en cuántos años más podría existir antes de cansarse por completo. Celeste siempre le dijo que era un anciano morboso, y de alguna manera, lo era. Se culpaba a sí mismo por tantas cosas, principalmente su pasado violento. Algunas cosas que él había olvidado, como lo que habían visto sus padres, pero los horrores que había visto y hecho mientras tomaba parte en la Primera Cruzada que implemente no podía excluir, incluso cuando lo intentó, y esa culpa lo estaba devorando... Tuvo una mejor parte de novecientos años.
Y luego vino un humano joven. Algo sobre el chico moribundo con pómulos altos, labios carnosos y cabello negro y largo y desordenado había capturado una parte de Taehyung que no sabía que estaba allí. Durante un año, su vida había sido diferente.
Por supuesto, había habido amantes, muchos de ambos sexos, Taehyung nunca se había concentrado en los genitales tanto como en el carácter de la persona, pero sabía de hecho que no había estado enamorado. Ni una sola vez. Conocía la emoción, la había dirigido hacia él un par de veces, pero nunca la sintió de nuevo.
Al principio no habían tenido ningún contacto sexual. El niño había intentado iniciar algo algunas veces, pero luego se dio por vencido. Unos meses después de haber establecido el hecho de que Chim viviría con Taehyung por un tiempo porque no tenía adónde ir, el niño comenzó a hablar sobre darle su sangre a Taehyung. —Tómalo por el alquiler—había dicho el chico, audazmente parado allí frente a un vampiro más que sucio, inclinándose con la cabeza sin temor en la oferta.
