Epílogo.

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Eddie no podía creer la parafernalia necesaria para organizar una boda pequeña. Si no fuera por su madre, dudaba que hubiera podido conseguirlo. Después de que Richie aceptara el puesto de director en la escuela de primaria durante el resto del año, se hizo más mandon.

A pesar de los ruegos de Eddie, Richie se había negado a mudarse de su apartamento sobre el café hasta que no estuvieran casados.

—Es un mal ejemplo para Jack —dijo.

Como si el niño no supiera exactamente lo que pasaba cada vez que Eddie llevaba a Richie a su casa después de una de sus citas. Eddie había insistido en que salieran al menos dos veces por semanas.

—Quiero que todo el mundo sepa cuánto te quiero.

Se avergonzaba de habérselo negado durante tanto tiempo, aunque hubiera sido por el bien de Richie. O lo que pensaba que era su bien.

El día de la boda llegó casi un mes después de que se prometieran. Se casarían en casa de sus padres, bajó el belvedere que Evan, el hermano de Eddie, había construido. Todos los Kaspbrak habían llegado el día anterior. La última noche habían tenido el mejor regalo de todos. La adopción de Jack se hizo legal.

—¡Soy un Kaspbrak para siempre! —había gritado el niño, e incluso el juez sonrió.

A media tarde llegó Bill para llevar a Eddie a la ceremonia.

—Caminar por el maizal con esmoquin no está permitido —dijo Bill—Además, para eso está el padrino.

—Gracias por acceder a serlo.

—Siempre que quieras —dijo Bill—. Aunque dudo que vuelvas a casarte.Richie es el hombre para ti desde que eramos pequeños.

—Siempre lo ha sido.

—Kim va a tener otro bebé —dijo Bill.

—Pensé que iban a esperar.

—No lo hemos hecho.

—¿No me digas? ¿Es que se ha vuelto loca?

—Es feliz. Me dijo que yo me ocuparía del bebé mientras ella trabaja.

—Eso no suena tan mal —dijo Eddie.

—Eso mismo pienso yo.

El jardín de la casa principal estaba lleno de furgonetas de todos los colores. Eddie había dejado la suya allí la noche anterior. Aparcada junto a ella estaba la furgoneta negra de Colin, la plateada de Evan y la azul de Aaron. Sólo Bobby no había llegado en una, dado que había volado desde Bla-bla-stan, mientras que su esposa llegó desde Quintana Roo.

—¡Papá!

Jack salió corriendo para recibirlos, vestido con un pequeño esmoquin.

—La abuela dice que Cubby y Wilbur no pueden asistir a la boda —dijo.

—Ni lo intentes, hijo. Esta vez, estoy de acuerdo con la abuela.

—No —dijo Jack dando una patada al suelo.

—¿No has invitado a algunos de tus amigos del fútbol a la fiesta?

—Sí. He invitado a Finn,es uno de mis mejores amigos y sabes que lo quiero mucho.

—¿Entonces de qué te quejas? —preguntó Eddie—. Date una vuelta.

—¡De acuerdo!

—Y no te ensucies.

—Que no —dijo Jack riéndose encontrándose con Finn a lo lejos.

—¡Sí, sí, sí! —Zsa Zsa daba vueltas y vueltas sobre la hierba con su uniforme de animadora de color plateado y azul, agitando los pompones mientras gritaba.

Otro papá para Jack Dylan[Reddie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora