CAPÍTULO 4

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(IAN EN MULTIMEDIA)

Tras el encuentro con el chulo de Ian Gray, Anna y Diana me miraban alucinadas.

-¡¿Cómo se te ocurre rechazar a Ian?! Estas muy mal, con lo bueno que está… yo no sabría que decirle… y tú coges y le insultas. Madre mía, nos vamos a divertir con los dos… -dijo Anna, muy sorprendida.

-Nadie se va a divertir con nadie, porque no le voy a hacer caso, alguien tenía que bajarle ese ego gigante, y he sido yo, pero ya está, voy a pasar de él… así que dejemos el tema –así zanjé la conversación.

Las chicas se limitaron a asentir sonriendo burlonamente.

-¿Qué?- pregunté.

- Nada, nada –dijo Diana aún sonriente. Fruncí el ceño. –Anna, ¿qué podemos hacer a esta hora? A la playa vamos mañana, pero no sé… por hacer algo.

-¿Os apetece dar una vuelta por el centro comercial? Así fichamos ropa, que no tengo dinero, y la compramos otro día, ¿os parece?

-¡GENIAL! –dijimos Diana y yo a la vez. En eso éramos iguales: amábamos ir de compras.

Gracias a las chicas, pude olvidarme durante un tiempo de Christian y todo eso, pero cuando volvimos Diana y yo a casa y me acosté, todas esas imágenes vinieron a mi mente, y me sentí engañada y más sola que nunca.

Por primera vez en todo el día encendí el móvil. Inmediatamente me empezaron a llegar mensajes.

“¿Dónde estás? Christian.”

“Lizzy, tenemos que hablar, ¿dónde te has metido? Christian.”

“¿Lizzy? Christian.”

“Lizzy, lo que te dije no era verdad, te lo juro por mi vida, por favor aparece tenemos que hablar, por favor. Christian.”

“Te amo, no importa nada de lo que pase. Christian.”

“Lizzy, por favor, aparece, te necesito, necesito que hablemos, estaba borracho, de verdad que no es cierto lo que dije, por favor Lizzy no me dejes así, tenemos que aclarar todo esto. Te amo. Christian.”

“Lizzy joder ¿dónde estás? He llamado a todo el mundo, no apareces, por favor, si no quieres verme lo entiendo, me lo merezco, pero solo dime si estás bien. Estoy muy preocupado. Te quiero. Christian.”

“¿Estás con Diana? Estás con Diana. Christian.”

“Lizzy, voy a insistir hasta que contestes, todo ha sido un maldito malentendido, por favor, llámame, contéstame, algo, hablemos por favor, te necesito. Christian.”

“A la mierda todo, solo me importas tú. Te voy a encontrar. Christian.”

Las lágrimas corrían por mi rostro inevitablemente. ¿Era verdad? ¿O estaba de nuevo jugando conmigo? “¿Por qué a mí?, dios, por qué a mí…”. Ya no sabía nada, no quería saber nada de Christian, no estaba dispuesta a volver a sufrir así.

De pronto, dos mensajes nuevos llegaron, ninguno de Christian, por suerte. Me sequé las lágrimas y me dispuse a leerlos:

Lizzy, soy Anna, apúntate mi número así podemos hablar. Un besote. ;) Anna.”

Sonreí, la añadí a los contactos y pasé al siguiente mensaje:

Hola preciosa, soy el chico tan guapo contra el que chocaste esta tarde, ¿te acuerdas? No sabía que vivieras donde vives. Una suerte para ambos ¿no crees? Adiós preciosa, sueña conmigo. Ian.”

Pffff… Me ponía de muy, muy mal humor… además… ¿Qué quería decir con lo de vivir? Y algo más preocupante aún… ¿CÓMO SABE MI NÚMERO Y DÓNDE VIVO?

CONVERSACIÓN ENTRE LIZZY E IAN:

YO: “¿Cómo has conseguido mi número?

IAN: “Tengo contactos guapa. Por cierto… Hola. ;)”

YO: “Ni hola ni nada. Acosador, eso eres, ni contactos ni mierdas. Ahora dime cómo has conseguido mi número y como narices sabes dónde vivo.”

IAN: “Tranquila luchadora, tranquila… Tu número me lo dio una chica muy agradable… ¿cómo se llamaba? Ah, sí, Diana, o algo parecido, aunque ahora que lo pienso me dijo que no te lo dijera… ;)”

-¡DIANAAA! –ya estaba gritando. -¡¿Cómo se te ocurre darle mi número al idiota de Ian?!

Sin embargo, Diana no estaba en casa, había salido un momento. Ya la mataría luego. Vi que tenía otros dos mensajes nuevos.

Abrí la conversación de nuevo:

CONVERSACIÓN (continuación):

IAN: En cuanto a cómo sé dónde vives… mira por la ventana.

Miré por mi gran ventana, y cuál fue mi sorpresa al ver a Ian saludándome desde la ventana de la casa de al lado.

YO: ¡¿QUÉ?!

IAN: Hola preciosa.

YO: No fastidies… ¿ahora eres el vecinito pesado y acosador?

IAN: Eres tú la que deja la cortina abierta…:0!!!

YO: Eres un pervertido. Hala, cortina cerrada, te jodes.

IAN: Eso ha dolido…

YO: Pues OK.

IAN: Que mal humor… ¿Eres siempre así?

YO: ¿A ti que más te da cómo sea yo?

IAN: Porque quiero conocerte princesa.

YO: ¿Princesa?

IAN: Sí, tú la princesa y yo el princeso… ;);)

YO: JajajajajajaJAJAJAJA… princeso… PRINCESO… jajajajajajaja

IAN: Me alegra sabes que te ríes. Y que yo te he hecho reír… (de princesa a princeso) ;)

YO: Menudo analfabeto… ignórame ¿vale? Adiós Ian.

IAN: ¿Se puede saber qué te he hecho para que me trates tan mal?

YO: Nada… yo… me cabreas y ya está… déjame ¿vale?

IAN: Ah, genial, te cabreo… ¡Sólo intentaba ser amable! Sé que no se me da muy bien… pero tú te has pasado de la raya… espera un momento, esto así no se queda.

Pegué un puñetazo a un cojín. ¡Dios, cómo me frustraba este chico! Aunque en parte tenía razón… él no me había hecho nada…

El móvil vibró otra vez.

“Lizzy, te amo, te amo, te amo… por favor te necesito… no es verdad lo que te dije… vuelve por favor, me estás matando. Sé que te has ido, lo sé. Que sepas que Sofía no significa nada, nada… créeme por favor. Sé que leerás esto y probablemente pases de mí, pero te pido que por favor no lo hagas… Te amo, te necesito, vuelve por favor. Christian.”

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Hola chicos y chicas

Espero que os este gustando la historia.

Vuelvo a decir que si alguno quiere aportar algo a la historia o preguntarme algo que comente o que me hable por privado. Siempre son bienvenidos los comentarios y las.críticas y las ideas.

Hasta la semana que viene.

Una nueva yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora