CAPÍTULO 10

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DIANA P.O.V.

-¡¿Qué?! ¿Estás segura?

-Cien por cien no, pero tengo los “síntomas”. Todos –dije. Ian me miraba fijamente y se veía preocupado. Aún recuerdo lo que pasó aquella noche, aquella maravillosa noche… Ryan fue tan dulce… pero fue un error. Y ese error tenía cuerpo y estaba dentro de mí.

-Y… ¿qué piensas hacer? ¿Has pensado en… ya sabes… el aborto?

-No voy a abortar. La pobre criatura no tiene la culpa de nuestro error. Lo voy a tener, pero lo daré en adopción. No puedo mantener un hijo.

-Lo sé Diana, y que sepas que tienes todo mi apoyo.

-Gracias Ian, significa mucho para mí contar con alguien en esta situación.

-Y no voy a ser el único. Lizzy y Annie son tus amigas, y te van a apoyar y ayudar, estoy seguro.

Abracé a Ian. Lágrimas caían por mis mejillas; eran una mezcla de lágrimas de felicidad, de tristeza y lágrimas hormonales. Me tranquilicé y miré a Ian.

-Ahora te toca a ti, querido Ian.

IAN P.O.V.

Me había quedado muy sorprendido por la confesión de Diana, pero ahora me tocaba a mí contarle mi problema. Contarle sobre Lizzy.

Después de contarle todo lo que nos dijimos en la playa, Diana se quedó mirándome pensativa. Comenzó a enroscar un mechón de su pelo en un dedo mientras reflexionaba. Se veía adorable.

-Creo que deberías besarla –dijo Diana.

-¿Besarla? ¿No has oído lo que te he dicho? No va a querer acercarse a mí.

-Tengo el plan perfecto para que te perdone… además, si consigo que salga contigo mejor, porque ese Jason me da muy mal rollo.

-Me das mucho miedo Diana…

Pero interrumpiendo mi frase, el móvil de Diana sonó. Esta lo cogió y puso el altavoz al ver que era Lizzy.

CONVERSACIÓN TELEFÓNICA ENTRE LIZZY Y DIANA

-¿Diga? –contestó ella.

-Bebé, soy Lizzy… ¡¿se puede saber dónde narices te has metido?!

-Tranquila Lizzy. Estoy en casa. Me encontraba mal y me he encontrado con Ian que me ha llevado a casa ¿vale?

-¿Está ahí contigo? Ian, digo –dijo Lizzy. Si tú supieras.

-No, ¿por? –contestó Diana mientras me guiñaba un ojo y se colocaba un dedo en los labios indicándome silencio.

-Es que he discutido con él y luego me ha dicho que me quería y estoy muy confusa.

-¿Confusa por qué Lizzy?

-Porque hoy he conocido a un chico, Jason, que es adorable, y nos hemos besado, y ha sido… espectacular. Pero Ian nos ha visto, se ha puesto celoso y me ha llamado guarra y me ha dicho que no le extrañaba que Christian me hubiera dejado si me tiraba a todos, y luego ha dicho que me quería y se ha largado. ¡Así como así!

-Lizzy, ¿tú quieres a Ian?

-Le quiero mucho, pero no sé de qué forma –dijo Lizzy. Una sonrisa apareció en mi cara.

-Pues dile cómo te sientes… a lo mejor él siente lo mismo y te lo ha dicho de verdad.

-No, Diana, a Ian no le vuelvo a hablar. Me ha dicho cosas horribles y voy a obligarme a olvidarle y quitarme las dudas.

-Vale, Lizzy, hablamos cuando vuelvas, pero no estoy de acuerdo. Un beso bebé.

Y Diana colgó.

-¿Ves? No quiere ni verme –dije tristemente.

-Ahí empieza el primer paso de mi plan –dijo Diana mirándome con cara de loca. Daba miedo. –Conseguir que te perdone, querido Ian.

Una nueva yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora