Tras humedecerme la cara con agua fría, me miré al espejo. ¿Qué se suponía que había pasado? ¿En realidad Christian no había aparecido, Jason no me había hecho nada?
Un suspiro de alivio salió de mis labios. Seguí mirando mi reflejo con mirada perdida, cuando de pronto mi móvil empezó a sonar.
-¿Sí? –Jason respondió cuando le hice un gesto para que lo cogiera.
-¿Quién eres tú? ¿Dónde está Lizzy?
- Está aquí. ¿De parte de quién?
-Simplemente pásamela.
Jason me miró y tendió el teléfono hacia mí. Lo cogí frustrada.
-¿Sí?
-¿Lizzy?
-¿Ian?
-Sí, soy yo. ¿Quién ha cogido el móvil?
-Jason. Estoy con él.
-Ah… Entonces nada.
-Venga, va Ian, ¿qué pasa?
-He pensado que podríamos ir al cine a ver la película esa que querías ver, la de “Bajo la misma estrella”.
-¡Genial! ¿A qué hora habéis quedado?
-Eh… bueno… había pensado que podíamos ir tú y yo… como Diana y Ryan van a su rollo… en plan… salida pero como amigos.
-Ian, yo… vale, claro, me uno.
-¿Te recojo a las ocho?
Miré la hora: las siete.
-¿Ocho y media?
-Perfecto. Hasta luego princesa.
-Adiós Ian.
Colgué y bloqueé el móvil.
-¿Quién era cariño? –dijo Jason interrogante.
-Ian –Jason frunció el ceño. –Cariño, es mi amigo, así que contrólate. Además en una hora y media nos vamos al cine.
-Al cine puedes ir conmigo, no hace falta que vayas con Ian.
-Creo recordar que me dijiste que esa película no la verías por nada del mundo.
-Bueno… pero es que no quiero que vayas con ese.
-Mira, Jason, celos a un lado, yo voy con quien me da la gana, así que o lo respetas o lo respetas.
Salí de la habitación enfadada. Quería a Jason, pero no iba a permitirle decime con quién ir o con quién no ir.
Salí de casa de Jason y caminé hacia la mía. Al llegar a casa corrí hacia el cuarto de baño después de gritar que había llegado.
Rápidamente me duché, me vestí (foto del vestido en multimedia) y metí las llaves, el móvil y el monedero justo antes de que el timbre sonara. ¡Sí que era puntual el chico! Estiré los pliegues del vestido y abrí la puerta.
-Hola Lizzy, ¿qué…? –se quedó mirándome. –Wow.
-Hola Ian –dije sonrojándome.
-Estás preciosa Lizzy –me dijo.
-Anda, déjate de tonterías y vámonos.
Entramos en el coche y quince minutos después estábamos en el cine. Yo estaba saltando de emoción. ¡Por fin iba a ver la película!
Entramos en la sala y no pude parar de llorar. Mierda, ahora tendría todo el maquillaje corrido. De repente, una mano cogió la mía y el pulgar empezó a acariciar mi palma. Se sentía tan bien…
Ian, ¿qué me estás haciendo?
Tras acabar la película, corrí al baño para lavarme la cara, porque seguro que parecía un mapache.
Salí del baño después de asegurarme de que ya no tenía surcos negros en mis mejillas y vi a Ian esperándome en la entrada. Me sonrió y se quedó mirándome.
-Ian, ¿por qué me miras?
-Porque eres preciosa. Y me gusta mirar a la gente preciosa.
-Jaja ¿te he afectado la pelíc…? –me interrumpió posando sus labios sobre los míos de repente. Al principio no le seguí el beso, pero luego no pude resistirme y dejé que mis labios se movieran con los suyos. Se sentía tan bien…
-¿Lizzy? –dijo Ian agitando su mano delante de mi cara. -¿Sigues en el planeta?
Mierda, me había imaginado el beso. ¡¿Qué?! “Lizzy, tienes novio, tienes novio, tienes novio…” me repetía mi conciencia una y otra vez, sin parar.
-Perdona, ¿qué decías?
-Que si te apetece que cenemos por aquí, que es un poco tarde ya.
-Claro, por mi perfecto.
Me sonrió, y en ese momento decidí que Ian siempre había estado en mi cabeza desde que llegué, y se había colado en lo más hondo de mi corazón, y ni siquiera la grúa más potente podría sacarle de ahí.
“Ya era hora Lizzy”. Lo sé, ya era hora de admitir que estaba empezando a enamorarme de Ian.
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Uolaa holaaaa
Que taal? Nuevo cap.
Se que subo cuando me apetece, peri vamos que cada semana hay uno nuevo.
Estoy pensando en dejar de escribir la novela porque no me gusta como esta quedando. Seguramente haga un final y sea corta la novela y me pondre a subir otra pronto, porque esta no me gusta mucho.
Mientras tanto teneis un cap por semana.
Besos y seguidme en Twitah: misamepa.
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Una nueva yo
Teen FictionLizzy Portfield es una chica de 19 años que viaja a otro país huyendo de su pasado. Allí le pasará de todo menos lo que se espera que le pase. Irá con su mejor amiga y, por supuesto, conocerá al prepotente de su vecino de enfrente.