El Bello y el Millonario: Bokuaka

Rosas y Espinas (parte 1)

Solo tú, eres para mi, alguien especial, y extremadamente rara
solo tú, me haces enloquecer, enredas mi mente, y la dejas en la nada
solo tu, solo tu mi amor, me has hecho descubrir que soy un tonto
solo tu, solo tu.
Solo tú, extraña flor, escondes las espinas, que luego me lastiman
solo tú, endiablada luz, me subes hasta el cielo, y me sacudes hasta el suelo
solo tú, solo tu mi amor, me has hecho descubrir que soy un tonto
solo tú, solo tu, me inquietas con tu calma,
solo tú, me cohibes en la cama
solo tú, puedes esconder, puedes esconder el alma,
y obligarme a caminar por un cordel, equilibrándome, solo tu.

Tema: "Solo Tú" Alvaro Scaramelli" chileno

El invierno se estaba despidiendo  con el viento soplando sin cesar, un joven estaba afuera del departamento. Varias veces tocó el timbre pero nadie abría la puerta, comenzó a preocuparse. "Él está ahí, lo sé pero no me quiere abrir" – susurró. Estaba asustado, sabía que el castaño había llegado enfurecido en su viaje a Londres, cuando habló con él por última vez por móvil se enteró de su fracasado viaje, de lo malhumorado que estaba y desde allí no supo más de él ya que pasaron varios días, no se presentó a trabajar y tampoco contestaba el móvil.

Luego de meditarlo se dirigió a donde el conserje para solicitarle una copia de la llave explicándole la situación, sí, estaba preocupado, aunque no lo quisiera admitir Iwaizumi estaba preocupado por Oikawa, aunque lo desesperaba por su actitud tan egocéntrica y egoísta, pero en el fondo sabía que no era un mal sujeto y lo admiraba muchísimo. Al entrar a su apartamento, estaba todo en orden, pero se sentía la soledad rodear cada rincón, observó por los alrededores y no lo encontró – debe estar en su habitación – pensó el moreno a medida que se iba aproximando. Observó que la puerta de la habitación de Oikawa estaba media abierta, luego de tragar pesado, se armó de valor, caminó para ingresar y se encontró con un lamentable escena: Oikawa estaba sentado apoyado a la pared cerca del ventanal, a su lado habían varias botellas de Whisky, vasos y un cenicero rebalsando en colillas de cigarro, el ambiente apestaba a alcohol y a tabaco, sintió una puntada en el pecho al verlo, era la primera vez que lo veía en esas condiciones, por su estado delataba que no se había bañado ni cambiado de ropa, lucía una barba de varios días, tarareaba una canción (Pumped Up Kicks) pero no se percató de la presencia del moreno.

- OIkawa....- ¡Por Dios, Oikawa! ¿Qué pasó contigo que estás en ese estado? – le dirigió la palabra al castaño asombrado

- ¿Eh? ¿Iwa-chan a qué viniste?

- ¡¿Cómo que a qué?! Obviamente para saber de ti, ya llevas varios días sin ir a la empresa y estaba preocupado por ti- argumentó

- Iwa-chan, vete a tu casa, déjame solo,  por lo menos el alcohol y el cigarro me han acompañado bastante, no necesito de nadie más...

- ¡¡Como que no!! Oikawa tienes una empresa, el legado de tu padre - ¿Y de qué sirve? – le interrumpió cabizbajo – si cada día voy de mal en peor, cada vez que quiero concretar un negocio nuevo, esos mal nacidos aparecen y me lo arrebatan ¿Tú crees que vale la pena seguir luchando por un sueño que cada día se va esfumando más de mis manos? – la respuesta de Oikawa fue dolorosa para Iwaizumi, aunque en el fondo le dolía cada respuesta que daba, no podía permitir que se siguiera hundiendo

- ¡¡Como puedes decir eso, idiota!! – en un movimiento rápido Iwaizumi se acerca a Oikawa y con sus dos manos lo toma de la camisa y lo levanta para zamarrearlo