Capitulo XXII

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Capitulo XXII

Las olas rozaban el acantilado, el sol anaranjado surcaba el horizonte, la blanca espuma se mezclaba con la tierra dándole una apariencia sucia y agitada a unas aguas cristalinas.

Él la observaba mientras ella se mantenía tendida sobre la arena, contemplando el vasto manto azul bordado en blanco, los últimos rayos de luz apenas y dejaban verle su fino perfil, había sido un día duro, y sin embargo ahí estaba en la playa viendo el atardecer. Dafne se veía hermosa. Amargamente recordó lo vivido en el día, recordó a su amigo perdido en el océano. 

Las olas comenzaron a hacer ruido entre las rocas, invadieron la playa y se batieron en retirada. Una misteriosa figura obscura apareció en la playa y se sentó junto a la chica. Durante angustiosos minutos él los observó detenidamente sintiendo un terror inigualable, parecía que le habían vuelto a clavar una flecha en la espalda.

Pero tras un intercambio de palabras la figura se paró, sintiendo él un alivio hasta que ella se paró tomándole de una mano y le besó. Aquél sorprendido, la apartó de sí y se perdió en la maleza. Ella consternada y dolida observó el lugar por el que se fue, por momentos parecía fuera de sí hasta que logró calmarse. Y dando un último vistazo al horizonte regresó al campamento al otro lado del acantilado.

Él la siguió hasta perderla con la mirada, mientras el sol se asomaba por última vez. Las olas llegaban cada vez más lejos, y el tristemente agachó su mirada a su vez que el sol se escondía, dejando solo obscuridad.

Batalla por Grecia; DESTINO:OLIMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora