Capitulo XXVII

32 0 0
                                    

No creí encontrar tan mal a mi padre, la verdad ni siquiera pensé en venir a verlo cuando llegamos a Atenas, realmente no quería ver a alguien que había sido capaz de condenar a su propio hijo de esta manera con el simple hecho de engendrarlo, pero el verlo tan demacrado, el ver su rostro marcado por las lágrimas, me hace pensar que el no quería que esto ocurriera, aún así, esto es demasiado para mí y decido dejar que Andromeda entre sola al cuarto de mi padre.

Doy gracias a los dioses que Andromeda va frente a mí, así no pudo ver mi rostro al ver a mi padre, me asomo brevemente por la puerta y veo cómo la mirada de mi padre cambia levemente al ver a Andromeda, pero su rostro vuelve a contorsionarse al instante y empieza a llorar desconsoladamente. Andromeda le pide que se tranquilice pero no surte mucho efecto, después de todo ella nunca ha tenido mucho tacto. Me doy cuenta de repente lo que ocurre, mi padre cree que estoy muerto, está claro que Andromeda no hubiera puesto un pie en esta casa de nuevo hasta que cumpliera su promesa, hasta que me encontrara, vivo o muerto...

Está claro que mi padre no quería que yo muriera, si me hubiera querido condenar a este destino con engendrarme, no estaría llorando por mi muerte, estoy tan su ido en mis pensamientos que tardo en darme cuenta que Andromeda me habla, volteo a ver a mi padre y su llanto ha cesado, pero cuando entro por la puerta veo como mi padre se levanta y corre hacia mi cual atleta olímpico, derramando los años que había adquirido desde mi partida.

Un pensamiento se instaura en mi mente al tiempo que nos fundimos en un abrazo "Mi padre no quería que muriera"

***

"Tú también tienes que ver a alguien" la voz de Néstor resuena en mi cabeza camino a la casa de mi padre, creí que yo era la hija de Némesis, no él, pero tiene razón, yo también tengo que ver a mi padre, la verdad es que después de ver así al padre de Nestor no puedo dejar de pensar en cómo estará mi padre, en parte es su culpa que yo huyera, si no me hubiera ocultado la verdad por tantos años, nunca hubiera buscado la ayuda de Hera.

Pienso que todo tiene una razón de ser, no por nada decidí huir al mismo tiempo que Néstor, y mucho menos al mismo tiempo que ese par de extraños que ahora podría considerar mis amigos, o incluso mis hermanos, después de todo somos como familia ¿no?...

Estoy tan perdida en mis pensamientos que llego a mi casa casi sin darme cuenta, abro la puerta esperando encontrarla igual que siempre, pero luce como abandonada, como si hubieran dejado de vivir en ella, se me viene a la mente el padre de Nestor y pienso que tal vez mi padre haya descuidado un poco la casa, voy rápidamente al cuarto de mi padre, pero no lo veo por ninguna parte, voy a mi cuarto a buscarlo pero no está, pienso que posiblemente se fue a la guerra, pero eso es imposible, acababa de regresar de ella y no volvería, si volvía, hasta el fin de la cosecha.

"-Papa, cuéntame sobre mamá-
-Ya te dije...murió antes de que nacieras-
-Siempre me sales con el mismo cuento, quiero saber más de ella...-
-Esta bien, creo que ya es tiempo de que sepas quién es-
-¿Es?-
-Si mi niña, tú madre no está muerta-"

Parece que han pasado meses desde esa noche... No puedo dejar de pensar en cuanto ha cambiado mi vida desde entonces...

"Tendrás la mayor de tus alegrías tras la mayor de tus tristezas" Las palabras de Hera suenan como un suspiro en mi cabeza...

***

Hubiera preferido que Andromeda se quedará conmigo, pero ella tenía que ir a ver a su padre, tal vez ella piense que es mi venganza por traerme con el mío, pero yo sentía que eso era lo correcto, algo dentro de mí me decía que yo no era el único que necesitaba un reencuentro.

Batalla por Grecia; DESTINO:OLIMPODonde viven las historias. Descúbrelo ahora