APUESTA (Cap. 5: Inundación)

1.2K 22 2
                                    

   Rosario descansaba en la cama observando a la nada. Ya tenía días teniendo sexo constantemente con Patrick en la ausencia de Diane. Aquella mañana decidió - aún acostada - comenzar a tocar su cuerpo. Notó que sus senos ya habían crecido bastante, al igual que su trasero y sus lonjas. Su peso ya llegaba a los 70Kg, y comenzaba a denotar el cuerpo de una futura chica gorda, pero aún se encontraba en proceso. Aún acostada se dio la vuelta, y detrás de ella se encontraba Patrick desnudo y durmiendo en el otro lado de la cama. Era un bombón, y Rosario a pesar de sentir una vibra muy extraña y depravada de este, seguía creyendo que era un hombre extremadamente guapo... pero, ¿Porque un hombre cómo el encuentra el placer en algo tan estúpido cómo hacer engordar a alguien? Rosario no podía responder esa pregunta, y se encontraba conflictuada tratando de encontrar respuestas acerca de esta extraña obsesión que Patrick parecía presentar, ¿Existía una cura?... Rosario observó a Patrick dormir por otro rato, hasta que este comenzó a lentamente abrir los ojos y a realizarse lo que acababa de ocurrir el día anterior. Rosario se acurruco cerca de Patrick y le miro la cara hasta que este abrió los ojos por completo y le brindó una sonrisa coqueta. "Buenos días, gordita", dijo Patrick y tomo la mano de Rosario, quien formo una sonrisa incómoda y comenzó a mover uno de sus pies con ansiedad. "¿Podemos hablar?", le preguntó Rosario, a lo que Patrick accedió después de plantarle un beso en la mejilla. "Podrías... Uh... ¿De que se trata todo esto?", Patrick miró a Rosario confundido sin saber a que se refería esta, "¿Porque tienes una obsesión con alimentarme y verme engordar?", continúo Rosario y un silencio incómodo invadió la habitación en la que se encontraban los dos. Patrick la observó por unos segundos, y después de esto le dio la espalda. "Carajo, Patrick, ¡Dímelo! ¡Ya llevas días alimentándome cómo una cerda y no quiero seguir con estos juegos estúpidos sin que antes me aclares que carajo esta pasando!", Patrick se levantó de la cama y comenzó a ponerse su ropa mientras Rosario continuaba reclamándole; "¡No me jodas! ¡Dímelo! ¡He sido tolerante y he tratado de seguirte el juego en esto pero... mírame esto me esta realmente haciendo engordar! ¡Explícame que quieres o me largo de esta maldita casa y Diane se entera de todo lo que me has hecho!"... Patrick entonces se quedo congelado. Tomó asiento, miró a Rosario y mirando al suelo desconsolado dijo; "Cómo si a ella realmente le fuera a importar lo que hago con mi vida", Rosario se quedo callada y lo miró, ahí estaba Patrick, ese hombre que la había estado alimentando de manera dominante durante días se encontraba sentado con lagrimas pequeñas saliendo de sus ojos y con la mirada de alguien en el medio de una crisis existencial. "Ella siempre esta fuera de casa, ocupada con el trabajo o simplemente ocupada tratando de ignorarme. Simplemente... quería ser feliz con una mujer durante una semana. Al menos una mujer que no es ella", dijo Patrick desconsolado y luego dio un gran suspiro. Rosario lo miró sin palabras, Patrick no se veía, no parecía que el tema de Diane realmente le trajera buenos sentimientos. Patrick notó la confusión y sorpresa de Rosario, a quien se le acercó le tomo la mano y después de otro suspiro le intento explicar todo; "Perdóname. Soy un imbécil. No quería hacerte sentir incómoda, es sólo que... no se cómo actuar cuando una persona que no es un pedazo de mierda se acerca a mí cómo tu lo haces", Rosario tomo su mano, sentía lastima por el hombre y realmente ella no sentía que el tipo la había hecho sentir completamente incómoda, de cierta manera la había alterado emocionalmente y sexualmente por lo que ella trataba de encontrar respuestas a su confusión. "Mira, seré honesta contigo. Me encanta comer, y me encanta que acaricien mi panza después de una gran comida. Eres un gran cocinero... y puedo ver que tienes una debilidad por ver a las personas comer y engordar. Y no es que me moleste, es sólo que no me gusta desconocer lo que hago, y mucho menos cuando estamos teniendo sexo y necesitamos ser honestos para complacernos. Nunca había realmente escuchado de alguien a quien le gustará ver gente comer y engordar... ¿Es eso lo que tu sientes?", dijo Rosario y Patrick la miró a los ojos, ella era la persona a la que había estado buscando todo este tiempo. "Se llama Feederism, suena raro pero eso es lo que me gusta. Si quieres irte y dejarme cómo el maldito depravado que soy te entenderé. Eres demasiado perfecta para un parafilico cómo yo...", Rosario lo miró y lo pensó. En ese momento pudo escapar de la casa y simplemente mandar al carajo a Patrick y sus fetiches extraños, pero... no quería perder una conexión que por alguna razón había comenzado a tener. Ese fetiche sonaba cómo algo que ella había estado buscando. Tal vez no le agarraba el chiste aún, pero algo en ella quería intentarlo. 

   "¿No te ibas a ir?", le dijo Patrick. Rosario agachó la mirada y le dio una sonrisa coqueta. "Hagamos una apuesta... si cuando llegue Diane te muestra apreció, no podrás alimentarme cómo lo haz hecho. Y si Diane llega a recordar mi nombre, te olvidarás de alguna vez haber tenido esta oportunidad, ¿Trato?", Patrick la miró a los ojos y luego dio una sonrisa confiada y dio la mano a Rosario. "Trato", dijo Patrick, y entonces Rosario se le acercó y comenzó a besarle el cuello. No sería el sexo fetichista que Patrick deseaba, Rosario poco a poco comenzaba a tomar el poder sobre los deseos y la mente de este hombre, una herramienta que sabría que le serviría en un futuro. "¿Cuando dices que llegará Diane?", preguntó Rosario mientras continuaba besandole el cuello a Patrick... "En una semana", contestó Patrick. Ambos se tomaron las manos y Rosario se preparó para el cuarto día consecutivo de sexo con su jefe. "Let's Get It On" de Marvin Gaye sonaba al son de los ruidos de estos dos teniendo sexo. 

Polvo Y Dietas (Reinterpretación #3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora