yellow hearts ❥ beverly marsh

xɪx

-¡¿Stanley?! -gritó Eddie con preocupación en su tono.

Mientras seguía llamándolo, comenzó a caminar hacia adentro del túnel, mientras su amigos lo seguían detrás.

Richie acompañaba a Heather, con uno de sus brazos por debajo de los hombros de la chica, ayudándola a caminar y reconfortar en un mismo acto, aunque sabía que eso no calmará su dolor.

Heather se recompuso, al escuchar que Eddie llamaba a Stanley. Aunque ella hubiese actuado, genuinamente se preocupaba por el chico, aunque no de la misma manera que se preocupaba por Beverly. No quería que nada le sucediera a ambos.

-Mierda. Aguas grises -se quejó Eddie, al ver que el túnel desembocaba en un lugar con agua de alcantarillas.

Heather no entendió por qué lo decía, seguramente era un nombre que le había dado en compañía de sus amigos, pero podía descifrar el por qué. Seguramente estaban caminando en agua sucia con heces y orina de todos los malditos habitantes de Derry, y no era algo que le gustaba pensar en ese momento, así que sólo se concentró en buscar a Stanley.

-¿Stan? -gritaron al unísono Bill y Heather.

Bill tomó la delantera, con su linterna iluminando el paso y guiando a sus compañeros por delante.

Ninguno podía divisar a Stanley. hasta que escucharon gritos de terror que venían de uno de los caminos del lugar. Corrieron allí sólo para encontrarse con una puerta cerrada. Todos se abalanzaron a ella para intentar abrirla.

Cuando la abrieron, no había signos de Stanley a simple vista, hasta que Heather divisó lo que era su linterna.

-¡Su linterna! -exclamó, tomándola y apuntando el espacio frente a ella.

Stanley estaba a punto de ser devorado por la mujer a la que tanto le temía de su cuadro, sus puntiagudos dientes clavándose en su rostro con fervor y una mano teniéndolo en el suelo.

-¿Qué carajos es eso? -interrogó Richie, instintivamente posicionando sus brazos protectoramente frente a Heather y a sus amigos para que no se acerquen a la escena.

La mujer retiró la mordida de la cara de Stanley, dejándole notorias heridas alrededor de ésta, que comenzaban a sangrar. El niño respiraba pesadamente y paralizado por el terror acumulado en su interior. Lacosa comenzó a alejarse lentamente, nunca retirando su mirada de los perdedores, hasta que se escondió detrás de un túnel, pero a la vez que desapareció, la cara de Pennywise se asomó por éste, con una sonrisa malvada y llena de deseo.

Heather fue la primera en dirigirse a Stanley con urgencia, seguida de sus amigos al instante. El judío soltó un grito desgarrador, y comenzó a alejarse del agarre de sus amigos arrastrándose por el piso.

-¡No! -gritó Stanley.

Sus amigos volvieron a acercarse, diciéndole que todo estaba bien. Heather tomó su hombro a su derecha delicadamente.

-¡Me dejaron! ¡Me llevaron a Neibolt! -volvió a exclamar con dolor, y una expresión de espanto. Por sólo segundos su mirada cruzó con la de Heather, y ésta no pudo evitar sentirse culpable por lo que sucedía con su amigo.- ¡No son mis amigos! ¡Me hicieron ir a Neibolt! -gritaba sin parar.

A su alrededor, Richie soltaba unas lágrimas mientras sostenía su pierna; Mike lo miraba expectante y con culpa, al igual que Bill y Ben.

-Stanley, lo siento -repetía Eddie a su lado, con su voz quebrándose mientras tomaba del brazo a su amigo. Stanley finalmente desembocó en un llanto desgarrador, destrozando a sus amigos por dentro y haciéndolos llorar por fuera. Heather lo abrazó fuertemente por los hombros, y posicionó su cabeza en su hombro, compartiendo el llanto con sus amigos también.