Fifth

75 6 1
                                    

Bellamy

Corrí tras el autobús escolar, hoy supuse era un mal día, pues mi teléfono no cargo nada, ayer estaba viendo películas de acción y al quedarme dormida lo deje de lado y no lo cargue, entonces venía sin el, la alarma no sonó, me desperté tarde, ni me bañé, suerte que me bañé ayer pero aún así y la escuela me quedaba a 35 min de mi casa.
Y si para mí suerte, no alcance el último autobús.

- ¿Mal día? - escuché una voz ronca. Yael.

- Santo dios! Eres como un ángel al aparecer en este momento! - llore de emoción y me subí al coche

-¿Que paso? - le conté todo lo que me pasó en la mañana y este no tardó en reírse.

- Y no desayuné, chale - reí ante mi nueva palabra.

- ¿Chale? - mi amigo tenía un mal acento español entonces se escuchaba chistoso el como lo dijo

- Si, si, chale, es como decir que valió madres - rei al ver a mi amigo americano dudar de esa palabra.

- ¿Vale madres? - solté una carcajada por su mal acento y Yael se me quedó viendo feo y justo cuando llegamos, freno fuerte llendo me de frente en coche y pegarme en la nariz.

- Joder, Yael, eso dolió! - chille del dolor que me causo y momento callo una gota de sangre en mi mano derecha que estaba puesta en mi pierna.

- Oh.. creo que me pase - rio un poco Yael mientras me veía con preocupación.

- Te odio - salí del coche y camine.

Tenía un pedazo de papel y lo saqué y me lo puse en la nariz, vaya día, pero el papel se mojaba muy rápido de sangre y lo cambiaba cada 5 min.

Después de caminar lo suficiente para llegar al salón abrí la puerta.

- Maestra ¿Me permite pasar? - di mi mejor sonrisa con Yael atrás de mi.

- Dios mío Bella ¿Que te paso? - chillo de preocupación la maestra.

- Larga historia - sonreí

- Ve a la enfermería de inmediato.. Lizzi, acompañala - la maestra señaló a Lizzi.

- ¿Yo, por que? - chillo Lizzi

- Por que si - hablo la maestra con autoridad.

Sus amigas le dijeron algo y está se sonrojo y salí y se puso frente de mi y me hizo unas señales, la cual decía que la siguiera y la seguí.

- Y bueno.. ¿No tienes un poco más de rollo? Enserio me está escurriendo mucho - hablé mientras detenía las gotas de sangre con una de mis manos.

- No, así que apresuremos si no queremos que esto se vuelva una escena del crimen - Lizzi me agarró la mano que estaba desocupada y caminamos un poco más rápido y si no ví mal, se sonrojo.

Y yo ante su chiste, antes de que me agarrara la mano me rei y esto también provocó un ligero sonrojo en ella.

Cuando llegamos a la enfermería me empecé a sentir mal y mareado.

- Lizzi me siento algo, algo.. - al decir eso, ya no supe más, pues ví obscuro y ya no supe.

Lizzi.

Era fin de semana, desde aquella vez, las chicas me compraron mucha ropa, claro yo también puse, pues mi papá se había emocionado al saber que su hija tendría un cambio radical en ella por parte de sus amigas y sin ninguna preocupación me dió la tarjeta.

Pero era fin de semana y este día no quería venir con un cambio enorme y se lo dije a mis amigas la cual lo entendieron y dijeron que era mejor que fuera un nuevo comienzo en una nueva semana.

Crush!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora