Kisses Candies ♡Joerick♡

1: Joel

—¡Auch! —grita cuando golpeó su hombro sin querer.

—No seas dramático apenas te toqué.

—Eres un abusivo —lloriquea exagerando, como siempre.

Porque Erick es así. Busca la manera de hacerme quedar en ridículo o como el malo cuando hay gente a nuestro alrededor.

—Él está exagerando —hablo fuerte para que escuchen todos los curiosos que se han quedado mirándonos —No le hice nada —explico al ver a unas chicas murmurando mientras me miran mal.

Erick sollozo bajito tapando su rostro con ambas manos.

—Vamos —le ordeno caminando rápido para salir de la escuela.

Cuando estoy un poco lejos del lugar siento como corre hasta llegar a mi lado y ríe.

—Ha sido divertido.

Ruedo los ojos por lo infantil que es —Vamos al grano no quiero estar más tiempo contigo.

—Ya somos dos —dice —¿Para qué querías verme? —eleva sus cejas —¿Vas a confesarme al fin que estás enamorado de mí? —comienza a reír.

Suelto un bufido —No soy gay y aunque lo fuera, definitivamente tú serías mi última opción.

—Auch... gracias por decirme feo.

—No vayas a llorar, te ves aún más horrible llorando.

Golpea mi hombro y camina hasta una banca cercana.

Me siento a su lado y suspiro para empezar a explicarle.

—Es por Zabdiel —hablo —si sabes que le gusta tu amigo ¿verdad?

—Es un poco obvio— responde encogiéndose de hombros —al igual que es obvio que a Chris le gusta él.

—Lástima que ellos sean demasiado tímidos para ligar.

—No todos son como tú, Pimentel.

—Yo no ligo con nadie —me defiendo.

—No mientas, siempre te veo con aquel chico delgado y castaño, ¿cómo se llama?

—¿Yoandri? —digo —Yo no ligo con él. Yoandri es mi amigo.

—Siempre los veo demasiado cerca y tú sonríes como bobo cuando te mira.

—¿Y tú qué haces mirándome?

—Me gusta ver las cosas feas de la vida para agradecer ser yo.

—Es-tu-pi-do —murmuro lento, casi desafiandolo.

Erick me muestra su lengua y yo frunso el ceño empezando a enojarme.

—¡Ya basta! —estamos aquí por nuestros amigos, no por tu obsesión conmigo.

Quiere decir algo para defenderse pero se queda callado y sonrío triunfante.

—He pensado que podríamos hacer que ellos tengan una cita.

—Chris no va a querer si sabe que estará Zabdiel.

—Tonto, no vamos a decirles que será una cita entre ellos. Tú invitarás a Chris y yo a Zabdiel y ¡bam! se encontrarán "casualmente" en el parque.

—¿Y luego qué? Estoy seguro de que Christopher saldrá corriendo en cuanto vea a Zabdiel.

—¿Acaso quieres que lo haga todo yo? Tú encárgate de tu cobarde amigo y yo me encargaré del mío.

Erick pellizca mi brazo antes de levantarse de la banca.

—Pregunto que, ¿qué es lo que haremos para que terminen hablando y tomen valor para declarar sus sentimientos?

—Haremos que se besen —respondo seguro —los besos transmiten sentimientos.

—Es una buena idea —acepta —pero el problema es ¿cómo lo haremos, si ni siquiera pueden saludarse?

—¿Por qué quieres que te resuelva la vida entera, Erick? Usa tu cerebro al menos una vez —corro a esconderme tras un árbol después de hablar porque Erick intenta golpearme.

Corre tras de mí varios metros más.

—¡Tengo una idea! —grita para que me detenga pero no lo hago, no soy tan tonto —Es verdad, tengo una idea.

Volteo y parece sincero así que me acercó con cautela —Habla.

—Podriamos hacer una apuesta en el parque.

—¿Qué clase de apuesta?

—Comer limones con...

—Vinagre —añado —Zabdiel, odia el vinagre.

—Y a Chris no le gustan los limones. Y ellos serán un equipo, tú y yo seremos otro.

—Entonces ellos perderán.

—Y la penitencia para los perdedores es darse un beso —termina de hablar emocionado.

—Me gusta el plan... ¡Auch! —grito cuando siento una patada en mi rodilla —¡Erick!

—Me lo debías —se excusa —mañana aquí mismo a las tres —dice antes de irse.

Ese chico va a matarme algún día.