- ¿Ash? – del otro lado de la línea un hombre contestaba sorprendido.
- ¡El mismo! – el azabache respondía alegre por haber logrado comunicarse con su maestro teniendo en cuenta lo difícil que era comunicarse con él.
- Ha pasado tiempo desde la última vez que hablamos muchacho aunque a decir verdad sabía que estos días me llamarías –
- Lo sé. Ya he comenzado las clases en el colegio que me recomendaste –
- ¿Y bien? –
- Pues ya he hecho algún amigo pero lo que no entiendo es porque me has traído aquí. El nivel en batallas de casi todos los alumnos es decepcionante, ni siquiera han pasado la primera ronda del torneo intercolegial – la duda principal del kantoniano salía a flote. Seguía sin entender los motivos de su maestro en enviarlo allí. Ash confiaba plenamente en él y, teniendo en cuenta la clase de entrenador que era su maestro, como para desconfiar de sus decisiones.
- Parece que aún lo has comprendido. Cuando un entrenador es derrotado cruelmente se tiene que levantar con más fuerza que antes para superar ese golpe. Tú recibiste dos derrotas que simplemente te anularon como entrenador y persona. Te rendiste Ash y cuando alguien se rinde y después quiere volver al punto donde estaba antes de rendirse tiene que recorrer el camino de nuevo. Es por eso que te envié a Kalos. Ahí podrás reencontrarte con ese entrenador promesa que conocí –
- ... - el chico estaba sorprendido por las palabras de una de las personas en las que más confiaba. Ahora comprendía parte de su papel ahí pero aún no comprendía todo lo dicho.
- ¿A que te refieres con recorrer el camino de nuevo? –
- Con eso me refiero a que, tal y como hiciste en Kanto hace casi 2 años, quiero que vuelvas a ganar el campeonato intercolegial con una escuela que jamás contemplaría esa opción. Solo así volvería a entrenarte – la voz del hombre sonaba dura y firme. A pesar de estar hablando por teléfono, se podía sentir la imponente presencia de ese hombre. Aun así, el azabache no estaba conforme con lo dicho por su maestro.
- ¿¡Como que no entrenaras!? ¿Acaso crees que podre hacer algo sin alguien que me guié? – los sentimientos salían a flote. Los recuerdos de aquella batalla volvían a estar más presentes que nunca y eso le nublaba el juicio al chico.
Unos meses atrás...
El ambiente en la sala era tenso. De un lado de la arena se encontraba un muchacho con unas marcas z en sus mejillas comandando a un roedor amarillo mientras que del otro lado se encontraba un chico pelirrojo con un imponente Machamp obedeciéndolo. En las gradas se podía ver un selecto grupo de entrenadores reconocidos y algunos magantes de las batallas.
- ¡Sigamos Pikachu! ¡Acércate y cola férrea sobre sus piernas! – el roedor se acerco rápidamente al pokemon musculo pero antes de poder reaccionar, el gigantesco pokemon, sin recibir ninguna orden, había impactado un poderoso ultrapuño en el rostro del roedor que salió disparado contra una pared de la sala, rompiéndola en gran parte en el acto.
- Creo que ha sido suficiente. Ríndete, esta batalla no tiene sentido – el muchacho pelirrojo rompía el silencio mientras levantaba la cabeza esperando una respuesta.
- ¡NO! ¡AÚN NO SE TERMINÓ! ¡PIKACHU! – el chico de las z estaba completamente enfurecido. No podía creer que su mejor pokemon no lograba ni rozar a su rival. Mientras tanto, su pokemon salía de los escombros a duras penas y totalmente lastimado. Aun así, no quería defraudar a su amigo y por eso se mantenía en pie.
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Kalos, un nuevo comienzo
RomanceAsh Ketchum,un joven entrenador pokemon se traslada a vivir a Kalos con el propósito de continuar su vida estudiantil en esta región y de conseguir nuevos amigos y quien sabe, ¿quizá el amor? ¡Entra y descubre que aventuras le ocurrirán en esta regi...