Desde el amanecer.

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Pdv valloleth.

Tengo mil ideas en mi cabeza, julio me mira un tanto ansioso, se que esta esperando llegar a la gran colina, un lugar remoto en las islas de badu, solo ahí estaremos seguros hasta idear un plan, contra él  y el maldito romano, mis hermanos vienen unos tantos y cuantos kilómetros detrás de julio y de mi. Nos hemos topado con infinidad de vampiros que al mirarme me demuestran asombro y respeto, me he topado con enemigos, los cuales gracias al don de la ahora difunta jhoanna, los veo llegar mucho antes  de que ocurra una tragedia.

Salimos de mar, cubiertos de algas marinas, julio se notaba un tanto cansado, más sin embargo yo estaba angustiada por mis hermanos, quería que llegaran ya, la Isa desierta de badu llevaba sin ser habitada toda su existencia, las palmeras y el sol brillante nos daban una vista de encantó, la playa nunca me gustó, excepto esta.

Julio se dejó caer en la arena, boca arriba mirando el sol.

Me senté a su lado después de asegurarme que la isla era y seguía siendo segura.

- No has dicho ninguna palabra en el camino, julio.-

Me incomodaba su silencio, me incomodaba sentirme débil, y me incomodaba saber que quizá el, extrañaba a barbie.

- Han pasado cosas fuertes, no me pidas serenidad.- habló lejano.

- Lamentablemente  jhoanna  era la única que poseía ese don, y solo lo obtendría con ella muerta.- le aseguré.

El se reincorporó un poco cerrando sus ojos y volteando hacia mi.

- Lose, ella era un..-

- cabo suelto.- le interrumpi.

- Sabes Que la única razón por la que volví de el purgatorio, mi único problema sin resolver fue darte una explicación del porque de mi muerte. - le dije lentamente.  -Aunque eso signifique que tenga que volver a enfrentarme a Drácula.  Aunque ahora tenemos ventaja. - le sonreí  con una mueca torcida.

- te esperé mucho tiempo, por años escuché de lo que hacías y lo que no, manteniendome en el anonimato por mi bien y el tuyo.- el tomo un mechón de mi rizado cabello para mirarme después, su rostro pasó  a seriedad total. - Pero... No creo que estas del todo enterada, hay alguien aún más peligroso que Drácula, alguien que quizá pueda acabar contigo.- lo miré  atentamente sin mostrar mi asombro.

- ¿Y quien si no Drácula pudiera destruirme?.- las olas del mar inundaron el silencio.

- Darikna.- aseguró el.- No estoy seguro que es ella, pero Drácula  tiene el arma de mayor filo si la tiene a su lado.- mi preocupación  fue en aumento, más sin embargo no la deje ver, una cara de soberbia adornada mi rostro.

- ¿Que tan fuerte es?.- dije con los dientes apretados.

- Muy fuerte, tanto que estoy seguro que ella fue la quien al cruzar el umbral de aquel mundo, lo dejó abierto.-

- Una bruja no puede hacer eso, moriría de exponer tanto poder, un hada es muy débil, el licántropo moriría realmente al tratar de cruzar, y un vampiro con dones no lo lograría.- dije segura, temiendo por primera vez en mucho tiempo. - ¿Que es darikna?.- le pregunte completamente aterrada.

- No lose. Ni se de dónde  salió, pero se que ama a Drácula  por lo que supongo, debe ser antigua, muy antigua.- hundi mis manos en la arena remojada, no puede ser!...

- Debemos matarla, usaremos a Drácula  para atraerla. Tu me ayudarás, julio.- el asintió.

- Solo hay un problema, me dirás Antón  frente a ella, y además  podremos atraerla con el simple hecho de que su amiga johanna  esta en peligro.-

Johanna, para siempre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora