Johanna, para siempre.

FINAL.

* lee con la música reproduciéndose de fondo.*

Pdv darikna.

Entre las castillo de Drácula, las batallas más fuertes habían pasado, pero faltaba una, me asomé a la cama donde Dracula  seguía dormido, al parecer le hizo más efecto mi encantamiento, como si lo hubiera invocado el abrió  los ojos, furioso
No tardo ni tres segundos para tenerme acorralada en la pared, no me imite ni un segundo, estaba furiosa con el por no decirme la verdad, por que quizá y matabamos a los whinston  esta noche y jamás me hubiera enterado que eran mi familia. Estaba decepcionada.

-¿ Como demonios te atreves a usar tus poderes contra mí?!! ¡¡Maldita sea darikna!!.- me gritó  frente a frente.

- Tú  lo sabías.- le susurre decepcionada, el rostro de Drácula pasó a enojo a confusión..-  Sabias que ellos eran mis hermanos.- la arruga de el entre cejo  de dracula se desapareció.

- ¿Estuviste con ellos?...- me quité a dracula de encima y me senté en la cama.

-Dame una razón para que me lo ocultaras.- susurre.

El me miró con pesar, y después se acercó a mi a paso lento.

- Quería protegerte.- su voz ronca me erizo la piel como tantas veces, pero estaba vez estaba decepcionada.

- O era porque sabías que si tu me decías tu clan enemigo sería más fuerte conmigo?.-

El guardo silencio.

Yo sonreí amargamente.

-En que mundo loco esto es amor verdadero? Me apartaste de mi familia..-

- ¡Te salvé de tu familia!.- me corrigió.

- Quiza, pero me quitaste la oportunidad de conocerlos, y todo porque estabas en guerra con ellos, porque bebiste  de vannesa, y convertiste a mis hermanas, crecí odianolas Drácula!! Y son mis malditas hermanas!.hermanos.-  le grité.

- El amor querida es retorcido, el amar es una tortura conciente de sabotaje. Y tuve que tenerte a mi lado, ellos son una basura, ni siquiera duran tres siglos juntos porque están en guerra con el mundo.-

- Aún así, era una elección  mía. Mi amiga esta muerta, quizá y fue traicionada antes de morir.-

El silencio fue incómodo.

- Te haré una pregunta Drácula.  -

- La que quieras.- respondió  rápidamente.

- ¿En verdad me amas?.-

Le pregunté mirándolo a los ojos.

- Como a nadie en el mundo.- me susurró.

-Entonces muere conmigo..- el frunció  su ceño..- pongamonos esa daga, y durmamos siempre... como trágicos amantes.- el me miró caótico.

- No puedes pedirme eso.-  su voz sonó quebrada por primera vez.

Me acerqué a el y le tomé su rostro cansado entre mis manos.

- Mi amado, ya estás cansado... Los años dan factura incluso para nosotros.- le sonreí tiernamente.

El cerró  sus ojos sientiendo el contacto de mi piel.

- ¿En verdad lo crees?.- preguntó  calmado.

Asentí.

- ¿Recuerdas el pantano de Suecia? Donde me metía al lodo de pequeña?.- el sonrió.

- Si, que pedías permiso para acostarte en la cama llena de lodo..- se río levemente.

- si... .- le sonreí igual.- Pero ya he tenido suficiente, yo decido renunciar a mi familia, mis poderes .. por irnos juntos.-