8. ✅

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Eran ya las cuatro de la madrugada, un miércoles.

Llevaba viviendo con el castaño casi un mes, ninguno había tenido quejas o ganas de separarse. El rizado seguía despierto, no podía dormir.
Desde que era niño le temía a la oscuridad y lluvia. Estaba envuelto en sábanas, tomó aire y con el poco coraje que tenía, salió corriendo de la habitación a la de Chris. Con el cuál dejó de hablar con tanta frecuencia como antes.

Con desesperación abrió la puerta, era cómo si algo lo estuviera persiguiendo.

Debido al ruido, Chris se despertó asustado y se sentó. Justo cuándo un Joel se abalanzó sobre él, escondiendo su rostro en su pecho.

-- ¿Joel?. -- murmuró con la voz ronca. Lo atrajo más a él abrazándolo por los hombros.

-- Tengo miedo, -- sollozó muy disimuladamente. -- no quiero dormir sólo. -- se aferró a Chris.

-- ¿Bien?. -- bufó. -- ¿porqué le temes...?. -- fue interrumpido por pequeñísimos ronquidos. -- ¿porqué te duermes tan rápido?, o si quiera como. -- se acostó. Quedó incómodo por la forma en la que el rizado se había dormido, pero pensó en que podría aguantar unas horas así.

Su mano bajó a la cintura del dormido, aferrandose él también. Con cuidado movió la cabeza del otro, dejándola sobre su pecho. Sólo para que luego no despertara con dolores. Inconscientemente sonrió al verlo así, era cómo si estuviese escuchando, viendo y sintiendo todo. Cómo si no estuviese dormido.

Mierda, sus pestañas. Sus labios, sus rizos... ¡cállate Vélez!. Bueno, es lindo sentir esto. Pensó acariciando los rizos.

El árbol golpeó en la ventana y un trueno cayó, sintió como el menor se sujeto aún más fuerte, y volvió a sonreír. Le gustaría tenerlo así todas las noches, pero aún quería seguir saliendo de fiesta.

Diablos, ese chico la ponía difícil.

□■□

Narra Joel

Desperté con frío, aún así teniendo tres cobijas y a un Christopher envolviéndome en un abrazo.

Con dificultad elevé mi vista, y vi a Chris jugando con su celular.
Reaccioné a la posición en la que estabamos y me levanté totalmente rojo. Chris se asustó y yo salí corriendo a la habitación que él me prestó, encerrándome en ésta.

[...]

-- ¿Cómo que durmieron juntos?. -- esta vez nos tocó reunirnos en casa de Yoandri, todo el parque estaba mojado.

-- No recuerdo, sólo desperté y estabamos... -- recuerdos llegaron a mi mente. -- ¡por que tenía miedo!. Yo fui a él -- rasqué mi nuca nervioso.

-- ¿Con él te sientes seguro?. -- preguntó Johann sacando otra galleta de chocolate del frasco.

-- Creo. -- me encogí de hombros.

-- Te gusta. Primero niegas, luego te deprimes y luego lo aceptas. Te agarra la depresión porque piensas que nunca te pelará, te toman de loco estúpido te arrepientes y ahí te quedas verdaderamente sólo. -- Yoandri dio una mordida grande al sandwich en su mano derecha.

-- Eso. -- Johann llevó toda la galleta a su boca, ambos lo miraban esperando alguna respuesta.

-- ¡Está bien!, me gusta Christopher pero necesito analizarlo, no sé si estoy enamorado, me atrae físicamente o sólo es un pensamiento pasajero. -- suspiré. -- ¡Qué todo se vaya al carajo!. -- exclamé.

-- ¿Qué necesitas?. -- preguntaron al unísono.

-- Sus brazos envueltos en mis hombros. -- hice un puchero resbalándome por el sillón. Yoandri y Johann suspiraron.

N. O

Johann y Yoandri veían venir toda la depresión de Joel. Cuándo se enamoraba significaba peligro.
Estaban en silencio, cuándo tocaron la puerta.

-- Yo abro. -- Yoandri salió disparado a la puerta, sin soltar su sandwich.

-- Hola, ¿está Joel Pimentel?, quiero hablar con él. -- un castaño que parecía agitado apareció en la puerta, Yoandri asintió inseguro.

-- ¡Joel, te buscan!. -- gritó en dirección al living. -- ya viene. -- sonrió amablemente retirándose y dejando a Joel salir y toparse con Chris.

-- ¿Chris?. -- salió y cerró la puerta.

-- ¿¡Porqué no respondías mis llamadas!?. -- trató de no gritar.

-- Estaba en casa de mi amigo, mi celular siempre lo tengo en silencio. -- se puso a pensar. -- ¿y por que me llamas?.

-- Escucha, quiero hablar contigo. -- dejó un espacio. -- A solas.

[...]

Estaban en el auto del castaño, en silencio.

-- Bien, comienzo. -- dijo Chris apoyando sus manos en el volante. -- sé que sonará raro pero; creo que me pareces atractivo. -- Joel se puso algo rojo, el mayor solía ser así de directo a veces.

-- ¿A qu-qué quieres lle-lle-gar?. -- balbuceó poniendo su vista al frente, sintiendo la intensa mirada del oji-marrón.

-- Sabes, es raro explicar. Nunca había, -- suspiró. -- sólo lo haré y punto. -- cerró con fuerza sus ojos. -- perdón. -- Joel estuvo a punto de decir algo, pero Chris atrapó sus labios. Besándolo tiernamente, el beso fue rápidamente seguido por el ojimiel, el que estaba rojo hasta por los poros.

-- Sólo... me gusta besarte a ti. Y sólo a ti. -- dijo sobre sus labios, dejando peor que una huerta llena de tomates la cara de Joel, y a la vez dejándole una sonrisa en sus labios.
Joel con cuidado se cambió de asiento, quedando en el regazo de Chris. Su espalda tocaba levemente el volante, molestandole un poco.

Chris, al notarlo, hechó su asiento hacía atrás, dejándole espacio entre él y el volante.
De a poco el beso fue robándoles aire, lentamente se separaron y juntaron sus frentes.

La mano del castaño se dirigió a la mejilla del ojimiel, el cuál se estremeció al sentir la otra mano posarse en su trasero.

-- Estamos mal. -- dijo Chris sonríendo pícaro. Tomó de los muslos a Joel y con cuidado lo dejó debajo de él. Luego tiró más hacía atrás su asiento. -- no es mal lugar. -- volvió a sonreír atrapando los labios del rizado, que sonrió sacándose los zapatos.

La multimedia me tiene mal😹

24/7 || Virgato (EN EDICIÓN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora