H O M E

18

Eddie se despertó más tarde de lo normal. Al principio pensó que llegaba tarde al "trabajo", pero luego recordó que le habían contratado para bueno.....para nada.
Aparte, era sábado por la mañana.

-Buenos días Spaguetti - dijo Richie desde la mesa de la cocina - ¿Has dormido bien? - preguntó imitando el tono de voz de su madre, lo que hizo que el menor se riera

- ¿Estás......cocinando? - preguntó Extrañado - ¿Desde cuando cocinas??

-Desde siempre - respondió Richie riendo - Siempre he vivido solo, así que tuve que obligarme a aprender

-¿Siempre has vivido solo? No saliste con una actriz? - ahora de verdad se notaba su curiosidad

-Si pero.....nada serio, como todas las veces que he tenido una relación - respondió encogiéndose de hombros - Supongo que soy un romántico por seguir esperando a la persona ideal

Y esa persona tenía nombre, apellido y un inhalador vacío en su mesilla de noche.

-Eso está bien - contestó Eddie sonriendo - Espero que encuentres a esa persona pronto

-Yo lo que espero es que esa persona se de cuenta algún día

-Espera...¿Ya la has conocido? - preguntó asombrado - ¿Por qué no me has dicho nada? Quién es? Hace cuanto que os conocéis? Tiene tu mismo sentido del humor?

-Wow wow wow, más despacio - dijo Richie riendo - Si no te lo he dicho es porque no es importante. Es una persona con la q tengo una vieja amistad, desde hace......muchos años - esperaba estar dejándolo lo suficientemente claro - Y si, siempre se ríe de mis chistes, y aunque no lo admita nunca, sé que le encanta mi sentido del humor

-Parece perfecta.....- dijo Eddie agachando la mirada, intentando disimular el nudo que se había creado en su garganta

-Lo es.....

Richie le miró fijamente, intentando saber si Eddie ya se había dado cuenta.
Al parecer no.

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*Flashback*

Era una tarde como cualquier otra en Derry.
Afuera estaba lloviendo, haciendo que las ventanas de  la habitación de Richie se empañaran.
Ahí estaba él, tumbado en la cama, mirando fijamente al techo mientras escuchaba a sus padres discutir por alguna tontería.

Su walkie-talkie se encendió, dejando paso a la voz de Bill:

-Hey Richie - dijo con tono apagado - Llevas días sin venir a los Barrens y bueno.....queríamos saber si estabas bien

No, claro que no estaba bien.
¿Cómo se supone que iba a estarlo?

- Sé que lo de Eddie ha sido muy duro para ti, también lo de Beverly..... pero quiero que recuerdes que aún tienes amigos que te quieren

Richie decidió contestar. Cogió el walkie-talkie y encendió la señal.

-Hola Bill - dijo intentando sonar normal -Si, siento haber estado aislado últimamente.......pero mañana iré, lo prometo

No podía verle la cara, pero sabía que Bill había sonreído.

Cuando se despidió de su amigo, volvió a tumbarse en la cama, ahora concentrándose en las pegatinas de grupos de música que había puesto en la pared de su habitación.

Tenía que olvidar a Eddie, necesitaba olvidarle, dejar de pensar en él cada instante.

Mentira.
Lo que de verdad necesitaba era tenerle entre sus brazos una última vez, revolverle el pelo, meterse con su madre y no dejar que se marchase nunca.
Pero ahí estaba él, sin poder hacer nada para traer a su amigo de vuelta.