H O M E

22

- Eddie, yo te quiero - dijo Richie, pendiente de cada gesto por parte del menor que le pudiera servir como respuesta

Pero no obtuvo ninguna.
Eddie se quedó allí, impasible, casi como si no hubiera escuchado nada.
Le miraba con una mezcla de asombro e incredulidad, lo cual le destrozaba el corazón.
¿De verdad pensaba que no podía ser amado?
Richie no lo entendía, él era la persona más divertida, cariñosa, inteligente que había conocido, ¿Cómo era posible que no se diera cuenta?
Entonces, intentando devolver a Eddie a la realidad, acunó las manos del menor entre las suyas.
Casi como por acto reflejo, las apartó, sin tan siquiera cruzar su mirada con la de Richie.

- Eds..... Dime algo - pidió el mayor, más como una súplica

Eddie seguía con la vista fija en sus propias manos, sin encontrar las palabras adecuadas para la situación.
Aquello le superaba.
Sabía a la perfección lo que quería responder, pero simplemente no podía hacerlo. ¿Aquello era real, o era una broma de mal gusto? Tal vez ese "te quiero" era como uno de los muchos que Myra le solía decir.
Un "te quiero" vacío, que no significaba nada realmente.
Quizás lo había malinterpretado y no se refería a lo que él pensaba, pero por la expresión dolida de Richie supo que no era así.

-Richie, yo..... - dijo Eddie, rompiendo el silencio - yo....

Richie escuchaba atentamente cada una de las palabras.
Entonces el menor levantó la vista, y por el extraño brillo de sus ojos y el semblante desconfiado de su rostro, Richie se dio cuenta de lo que sucedía realmente.

- No me crees - dijo el mayor, separándose ligeramente de Eddie - ¿Es eso, no es cierto?

No tenía las fuerzas suficientes para responder a aquello, así su se limitó a agachar la vista de nuevo.

- Hey, escuchame - dijo Richie con un tono dulce y calmado, acercándose otra vez a él - No sé exactamente qué es lo que te sucede o por qué cosas has pasado para que esto ocurra..... pero necesito que me creas - entonces, delicadamente, tomó sus manos - Eddie, te quiero, de verdad que lo hago. Creo que desde siempre

El menor conectó de nuevo la mirada con la de Richie.
Éste no sabía mucho que quería creerle.
Pensar que después de tantos años, podría estar junto a su primer y único amor, aquella persona con la que siempre quiso acabar.
Quería pensar que Richie decía la verdad y que le quería, que después de todo por lo que pasó, merecía ser amado.
Pero no era capaz de hacerlo.

-¿Qué tengo que hacer para que me creas? - preguntó Richie

Lo más normal sería besarle, pero viendo como había reaccionado cuando simplemente tomó sus manos, no quiso asustarle.
En lugar de eso, se levantó y se marchó hacia entrada del apartamento.
Eddie no comprendió muy bien qué estaba haciendo, así que le siguió hasta allí, viendo como se terminaba de poner su chaqueta y cogía las llaves del coche.

-Nos vamos a dar una vuelta - acto seguido le lanzó a Eddie su abrigo para que se lo pusiera

Los dos bajaron hasta el aparcamiento en completo silencio.
Eddie, con su curiosidad aumentando por momentos, y Richie, pensando si todo aquello era buena idea o había sido un error.
Subieron al coche y después de ponerse los cinturones de seguridad, el mayor giró lentamente la llave, haciendo resonar el motor del vehículo.

Richie estaba tan concentrado en sus pensamientos y en la propia situación, que no se dio cuenta de que eran las 11 de la noche.

- ¿A dónde vamos? - murmuró Eddie mientras miraba a través de su ventanilla

- Es una sorpresa - contestó el mayor, encendiendo la radio del coche

Después de todo, les quedaban un par de horas de trayecto, lo más lógico era por lo menos escuchar algo de música mientras tanto.
Entonces la siguiente canción comenzó a sonar, cómo no, tenía que ser esa.

~It's gonna take a lot to drag me away from you~

No, Africa ahora no.

Rápidamente Richie cambió de emisora, intentando que el otro no se hubiera dado cuenta. Cosa que obviamente no fue así.
Entonces empezó a sonar una canción distinta, bastante más antigua que la anterior.

~Eddie my love, I love you so
How I've waited for you you'll never know~

Eddie abrió los ojos de golpe y miró a Richie.
Mierda mierda mierda.
Richie comenzó a darle a todos los botones a la vez, bloqueando sin querer la radio.

~Please Eddie, don't make me wait to long~

La canción continuaba sonando mientras un muy alterado Richie intentaba pararla a la vez que miraba al frente para no estrellar el coche contra un árbol.

- Joder.... - decía una y otra vez, dando a uno de los botones del lateral, subiendo por accidente el volumen de la canción

~You left me last September to return to me before long
But all I do is cry myself to sleep, Eddie since you've been gone~

Eddie seguía mirando atentamente a Richie, dejándole ver lo incómoda que era aquella situación.

~Please Eddie don't make me wait too long~

Antes de que siguiera sonando, Richie desconectó la radio de golpe, asustando al menor.
El ambiente se tensó en cuestión de segundos, y ahora que ya no había música, tendrían un trayecto en completo silencio.

Sería una noche larga.

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Eddie se despertó cuando habían pasado alrededor de seis horas, entonces vio que Richie ya no estaba dentro del coche.
Había estacionado en el parking de un edificio.

- Veo que ya te has despertado - dijo Richie, asomándose por una de las ventillas

Eddie miró con más atención el edificio frente a ellos.
Había un gran cartel en la entrada en el que ponía: "Motel".
Richie vio la cara que puso el menor, así que pensó que era mejor explicar aquello.

-Antes de que digas nada, No, este no era el sitio al que quería ir - dijo intentando que su amigo se relajara - Pero nos quedan muchas más horas de viaje y necesitaba descansar algo

Eddie asintió y salió del coche, siguiendo a Richie hasta el interior del edificio.
Era bastante viejo, al fin y al cabo, era el típico motel de carretera.
Cuando llegaron a la segunda planta, Richie puso una llave en su mano.

- Tranquilo, he pedido habitaciones separadas, no quiero que pienses que quiero abusar de ti por la noche o algo parecido - dijo sarcásticamente - Saldremos de aquí a las diez de la mañana, ¿De acuerdo? - dicho eso, se metió en su habitación, dejando a un muy confundido Eddie en mitad del pasillo

Se dirigió hacia su habitación y cayó rendido en la cama.
No tenía sueño, acababa de dormirse en el trayecto.
Pero si que estaba cansado.
Todo en su cabeza y en su vida era un completo caos en ese momento.
No sabía qué decir o qué hacer, sólo sabía que al día siguiente su curiosidad se vería respondida.