H O M E

10

~3:00 AM~

Richie miró hacia abajo, lo único que pudo distinguir en la oscuridad fueron sus manos manchadas de sangre.
Su pulso temblaba más de lo normal, indicando que había algo que le pertubaba.
Y así era.
El cuerpo del que fue su mejor amigo y su primer amor se encontraba frente a él, quieto, sin vida.

Detrás suya, el resto de los perdedores lloraban la pérdida del menor, abrazándose los unos a los otros.
Pero Richie no.
Él seguía arrodillado frente al cuerpo, conteniendo sus lagrimas e intentando que su amigo despertara.

-¿Cómo has podido hacerlo? - preguntó Beverly entre sollozos, parecía realmente aterrada - ¿Cómo has podido matarle?

¿Matarle? A Eddie??.

Miró de nuevo el cuerpo de su amigo y luego la sangre de sus manos.

- Él era tu amigo! - dijo Bill abrazando a Beverly para evitar que siguiera mirando la espantosa escena

No podía ser cierto......tenía que haber algún error.
Jamás le haría daño a Eddie, o al menos, eso pensaba.
Había sido él, y en el fondo lo sabía.
Había matado a Eddie Kaspbrak.

Abrió los ojos de golpe, y con la respiración entrecortada, se sentó en su cama.
Había sido otra pesadilla.
Una de las muchas que llevaba años teniendo.

Cogió sus gafas de la mesillande noche y se las colocó sobre el puente de su nariz.
Un fuerte dolor de cabeza le aturdía, como todas las veces que se despertaba de otro de sus recurrentes sueños.

Pero algo en su interior le recordaba que aquello no era un sueño, que de verdad ocurrió.
Él le dio el valor que necesitó Eddie para enfrentarse a Pennywise, fue por él por lo que Eddie quiso arriesgarse y atacarle.
Muy dentro de él, sabía que había matado al menor.

Las lágrimas no tardaron en aparecer y deslizarse por sus mejillas.
Aquello era demasiado real.
No pudo contener sus impulsos y salió de la habitación apresurado.
Necesitaba comprobar que Eddie se encontraba bien.

Abrió la puerta con cuidado de no hacer demasiado ruido y se coló adentro.
El menor estaba plácidamente dormido, con el pelo revuelto y su cabeza apoyada de lado sobre la almohada, la cual abrazaba con fuerza como si de un peluche se tratase.

- Qué tierno - pensó Richie, evitando sonreír al verlo

Sin saber cómo sucedió, se sentó al borde de la cama y comenzó a acariciarle el pelo a su amigo. Era muy suave, en eso no había cambiado.
Podía quedarse así durante toda la eternidad.

Entonces una mano frenó su acción y le dejó helado.
Era Eddie, quien acababa de despertarse y le miraba todavía adormilado, con una expresión de confusión.

-¿Rich....? - preguntó frotándose los ojos - ¿Qué hac....?

Antes de que pudiera terminar de hablar, el mayor se abalanzó sobre él y los unió en un fuerte abrazo.
Aunque no entendió ese repentino comportamiento, no dudó en corresponderle.

- Rich.....tranquilo....¿Qué es lo que ocurre? - preguntó algo preocupado, acariciando su espalda - Hey, mirame - tomó el rostro de Richie entre sus manos para que sus miradas conectaran

Richie se acercó lentamente hasta apoyar su frente sobre la de Eddie, compartiendo incluso el aire que respiraban.

-Rich....¿qué.....?

- Te he echado de menos, idiota - dijo cerrando los ojos con fuerza - Más de lo que te imaginas

Aquello era como el cielo para Eddie.
Estaban tan cerca.....tan cerca de conectar de verdad....tan cerca de decir lo que sentían el uno por el otro desde niños......tan cerca de besarse.