Emily Jane
Caminamos entre la gente hasta salir por la gran puerta.
−¡Annie! –grita Adriane, emocionada, viendo a mi madre. La cara de mi madre lo dice todo. Ya la extrañaba. Estas se abrazan por un largo en tiempo en el que los demás y yo solo nos dedicamos a mirar el gran aeropuerto.
−¿Ella es Adriane? –me pregunta Trixie, mi hermanastra a mi lado. Miro a la morena que me mira confundida.
−¡Emily! –me saluda Adriane, interrumpiéndome y dándome un abrazo muy fuerte con sus, un poco, pero regordetes brazos−estas tan grande−me mira emocionada
−Hola, Adriane−le doy otro abrazo. Siempre tan cálida y con un gran olor a vainilla.
Adriane era como una tía muy querida para mí, es la mejor amiga de mi madre y desde que tengo memoria siempre ha estado para mí.
−tú debes ser Trixie y tu Matthew−miro a mi otro hermanastro, los dos se miran entre si−un gusto en conocerlos, son tan lindos como Annie los describió−les da un pequeño abrazo a ambos
−el placer es nuestro−dicen al unísono, sonriendo
−Michael−saluda a mi padrastro dándole un leve abrazo
−un gusto verte, Adriane−la saluda sonriente mientras carga las maletas de mi madre
−¿Qué estamos esperando? ¡A disfrutar, que el verano no es eterno! –grita entusiasmada empezando a caminar hacia afuera con mi madre. Reímos levemente.
Bajamos las cosas de la camioneta y las llevamos dentro de la casa. La casa sigue tal y como la recuerdo.
Cada verano veníamos a pasar las vacaciones aquí, siempre fue así desde que tengo memoria, era como una tradición. Los Johnson, Hemsworth, pasando todos los veranos juntos, como una familia. Hasta que mi madre se volvió a casar y ahora tenemos que pasar tiempo con la familia de Michael y los chicos.
Hace tres años que no ponía un pie en esta casa, ya la extrañaba.
−es una gran casa−me susurra Trixie emocionada pasando a mi lado.
Trixie tiene 15 años, es dos años menor que yo. Es una chica muy amable (cuando quiere) es morena y con el cabello muy, pero muy rizado, negro y largo. Creo que una de las cosas que más me gustan de ella es su cabello, tiene el cabello muy hermoso. Es solo unos cuantos centímetros más baja que yo.
−¿Y los chicos? –pregunta mi madre mientras saca algunas cosas que trajo para Adriane de nuestro último viaje a México
−Nora está en la Uni, Nash salió con su novia y Kyler está en un ensayo de su banda ¿Puedes creerlo? Mi hijo es todo un artista, canta precioso−contesta orgullosa desde la barra
−quiero escucharlo−pide mi madre emocionada. Subo las escaleras hacia mi habitación asignada. Siempre, desde que tengo memoria he dormido en el último cuarto del segundo piso. Es una linda habitación de paredes blancas con unos cuantos toques rosas. Hay una gran cama, un armario, un gran tocador, además de una ventana con una gran vista a la playa de Miami y un balcón.
Miami, amaba Miami con mi vida.
La habitación se conectaba a otras dos habitaciones, una de cada lado, los baños las conectaban.
Abro las ventanas sintiendo el aire fresco, pero caliente de Miami. El calor se expandía por todo el lugar, provocando un ligero toque pegajoso en la piel.
Miro el sol, había pasado años tratando de tener un bronceado perfecto y este se desvaneció en los tres años que no estuve aquí. Había vuelto a mi piel no tan pálida de antes.
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El verano en que me enamoré
Teen Fiction"Este tema va dedicado para todas aquéllas personas que aún creemos en el amor"