Ludka y su... ¿novia? (Parte 1)

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¿Qué fue eso? Yo no lo sé. Tampoco es que me interese en absoluto. Aprovecho la distracción de Greg para finalmente subir a mi cuarto lejos de la locura. Creo haber escuchado a mamá invitarlos a cenar. Por si no fuera suficiente con mi padre y sus sermones, ahora también debo bajar a cenar con la "visita".

Termino de subir el último escalón y encuentro la puerta de mi cuarto entreabierta.

Me asomo y entro con cautela, pero salto de un susto cuando las ventanas se corren por sí solas. De no ser por mis reflejos habría caído sentado sobre el piso. Una carcajada me saca de mis cavilaciones. Violeta se burla de mi casi infarto y yo bufo, indiferente. Camino hacia ella cerrando la puerta tras de mi y me acerco a ella en silencio. Sé que la intimido cuando lo hago, pero con el susto que me dió, no es para menos. Ella deja de reir al notar que estoy parado frente a ella. Su cara queda casi frente a la mía. Ella es alta pero yo lo soy más. No levanta la vista a mí en ningun momento.

Acorto la poca distancia que queda entre nuestros cuerpos atrayendola por la cintura con una mano, aún en sielncio, y tomo su mentón con la mano libre, haciendo que me mire.

Está nerviosa. La veo tragar y mi oído hiper desarrollado puede oír su corazón latir a millón.

-L-lo sien...- La primera en romper el silencio es ella, pero antes de que pudiera decir algo, ataco su boca mordiendo, chupando, mi lengua abriendose paso sin pedir permiso. Debí ser gentil con ella al menos al principio, pero el deseo era mayor. Necesitaba esto desde hace algunos dias, y al parecer ella tambien, pues responde el beso con la misma ansiedad que yo. Siento como mi miembro empieza a endurecerse. Violeta tiene ese efecto en mi desde nuestro primer beso.

Debo usar mi autocontrol para  no terminar desnudos en mi cama con toda mi familia en casa. Aprieto ligeramente su trasero y ella gime en mi boca. Yo me separo y ella me mira confundida.

-¿Qué pasó?- pregunta curiosa. Veo sus labios rosa producto del beso y sonrío con suficiencia. Ella se nota más confundida aún y yo río esta vez.- Okay... Oficialmente estás loco.

Se lanza de espaldas a mi cama y yo camino hasta mi armario.

-Pequeña brujita. ¿Se puede saber cómo entraste?...  ¡Y cuándo!- digo algo serio.

-Preguntas demasiado.

Alzo una ceja y tomo mi ropa para finalmente cerrar el armario.

-¿Yo pregunto demasiado?

Ella ríe y yo me volteo. Saco mi camiseta pasándola por encima de mi cabeza, la escucho tragar, gracias a mi oído agudo. Me volteo para ver su expresión y me doy cuenta de que justo ahora me esta viendo mientras se muerde el labio inferior. Sé lo que quiere, pero aún no hemos llegado a ese punto, y no deseo que pase. Sé lo que ella siente por mi. No quisiera romper su débil corazón si descubre quien soy y lo que soy capaz de hacer...

-Hey guapo- ella me trae de vuelta a la realidad y se acerca algo seria-  ¿estás bien Luks? Estas algo pensativo. Me preocupas.

Se acerca más a mi y toca mi pecho con la palma de su mano. Luego apoya la otra y me abraza, pasando sus brazos calientes por debajo de los mios. Yo no me inmuto ante el gesto al principio, luego, le correspondo, algo incómodo. Ella parece notarlo porque se aleja al instante, pero no demasiado.

-Dime en qué estás pensando- me mira a los ojos, casi con súplica. -soy tu...- hace una pausa y la veo dudar pero luego completa su frase- eres mi mejor amigo y me preocupas. Tienes algunos días muy distante.

Miro sus bonitos ojos café por un instante y me permito perderme en ellos. Hay algo en ellos que los hacen parecer falsos, mágicos, pero tal vez es sólo mi percepción. Tomo su rostro entre mis manos y me acerco un poco, hasta que nuestras frentes se unen.

Temporada de CazaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora