Nunca me Olvide de Ti (Deidara y Tu)

Capitulo 27 Vacía

Nunca antes, me había sentido tan vacía como ahora.

Por alguna razón, sentía que había perdido el sentido de mi vida... Tantas veces había soñado con aprender las técnicas de Deidara, entrenar junto a el, y pasar el resto de mis días junto a el en la Aldea. Era doloroso para mi aceptar que eso jamas sucedería... Zen sensei ya me lo había advertido antes.

-Las técnicas de  Deidara son muy únicas y es entendible que quieras aprender a  hacerlas, pero no es  saludable para ti ___, vivir tu vida en función de alguien más.

-A que se refiere  sensei?

-Esta bien que admires a  otros ninjas ya sea por sus técnicas o por otros motivos, eso es  sencillo. Lo que de verdad es difícil, es encontrar un propósito por uno  mismo, no lo crees ___?

Por fin sus palabras tenían sentido para mi.

Estaba decepcionada de Onoki sama, Kurotsuchi y los demás... aun me costaba creer que me hubieran mentido todo este tiempo. Me había esforzado tanto todo este tiempo para cumplir con las misiones que asignaron, me esforcé mucho para ayudar a la Aldea pero aun así... ninguno fue honesto conmigo.

Al menos merecía saber la verdad, me hubieran salvado tantos años de dolor. Y quien sabe, tal vez ahora las cosas con Deidara no hubiera resultado de esta manera.

Intente forcejear una vez mas, pero como lo esperaba no funciono. La arcilla de Deidara que cubría mis brazos y pies, era tan resistente que no se destruiría tan facilmente. Si tan solo tuviera un poco de chakra... pero estaba completamente exhausta. Deje de moverme.

Decidí rendirme, no solo de forcejear sino a Deidara. Se acabo. No iría tras de el como lo había hecho hasta ahora. Estaba harta de seguir llorando por su culpa. Me dolía que me haya abandonado en ese bosque abandonado, pero aun así ya no tenia mas lagrimas que derramar y menos por el.

Escuche a lo lejos un estruendo y en cuanto levante mi rostro al cielo, vi como mas nubarrones se formaron en el cielo.

Demonios, se trataba de una lluvia torrencial. Justo lo que necesitaba en estos momentos...

Una gota cayo del cielo, directo a mi rostro. Sentí como se deslizo delicadamente por mi mejilla hasta caer al suelo.

En menos de un segundo, llovió con fuerza. Empapándome por completo...

Era de regresar a la Aldea, pero mas importante era hora que siguiera con mi vida.

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Mientras tanto en la Aldea Oculta de las Rocas, Kurotsuchi fue llamada a la oficina del Tsuchikage. Inesperadamente, estaba lloviendo a mares en la villa, la pelinegra corrió con prisa y evito ser empapada por la tormenta.

Su abuelo, le había asignado una nueva misión pero para su mala suerte la emparejo con Hiroshi, el guardaespaldas personal de Onoki. Era una persona hostil que no se llevaba bien con la pelinegra y contigo. Decidió negociar con su abuelo la posibilidad de ir a la misión con Akatsuchi pero Onoki no era un hombre de torcer el brazo facilmente.

-Kurotsuchi, esta misión no es un juego- le sermoneo su abuelo con una mirada severa- ademas tengo planeado llamar a Akatsuchi, para que patrulle la entrada de la Aldea- se acomodo Onoki en su asiento.

-Eso es injusto! Akatsuchi ya ha vigilado la entrada varias veces!- cruzo sus brazos Kurotsuchi, mientras miraba con mala cara a su abuelo- siempre le das las misiones mas fáciles! -De repente escucharon que alguien había tocado la puerta de la oficina.

-Kurotsuchi- su abuelo la miro serio- recuerda que una futuro cercano, seras la que tome mi lugar, así que no permitiré que tomes las misiones de forma tan ligera- le recordó a la pelinegra, esta solo suspiro resignada- Pase- ordeno Onoki.