Capitulo 9 Arte

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El no es mi amigo, no nos llevamos bien... por alguna razón me puso un poco nerviosa el comentario de mi sensei.

-No bromee conmigo! seguro lo hizo por obligación... seguro Onoki sama se lo ordenó y si no lo hacia le regañaría.

-Pues Onoki sama nunca le ordenó eso- recordo Zen sensei- creo que simplemente le agradas a Deidara- mi pulso se aceleró de repente- es difícil de tratar a veces pero no es una mala persona. Zen sensei se despidio de mi, y me quede pensando en lo que me había dicho.

Deidara vino al hospital y vino para asegurarse que estabas bien...

Simplemente le agradas a Deidara...

Pero todos estos días parecia todo lo contrario... nos llevabamos fatal, discutíamos de todo, era grosero conmigo y yo no me quedaba atrás... tal vez no lo conocía lo suficiente? quien sabe... pero de algo estaba segura, en cuanto me dieran de alta del hospital, lo primero que haría sería hablar con el... solo había una forma de levantarle el ánimo a ese malhumorado, y aunque no pareciera, yo la conocía a la perfección. 

★★★★★★★★★★

Era la primera vez que me pasaba algo como esto... nunca antes había odiado tanto a alguien pero al mismo tiempo moría de ganas de estar junto a el.

En cuanto salí del hospital me dirigí al bosque que quedaba en las afueras de la Aldea... no hace mucho me topé con Kurostuchi, ella me dijo que Deidara solía practicar sus técnicas en ese lugar. Camine apresurada, pero por alguna razón me sentía muy nerviosa.

Pensé por unos segundos que mi corazón se saldría de mi pecho... Que demonios... el simple hecho de saber que le agrado a Deidara me ponía de esta forma. Tal vez era porque no me lo esperaba... o tal vez porque en el fondo realmente quería ser su amiga, y quizás este era mi chance.

Vi a lo lejos a Deidara de espaldas, estaba sentado en el pasto, moldeando con arcilla al parecer una figura en forma de dragón...

-Deidara- lo llame y en cuanto giró su rostro, me miro furioso como me esperaba... Se levanto bruscamente y me miro con su ceño fruncido.

-Por fin despiertas mocosa, tenía tantas cosas que decirte- cruzo sus brazos- eres muy débil, no sabes cuantos problemas me ha causado tu incompentencia!! por tu culpa, tu sensei y el viejo Onoki me han regañado y ahora me entero que no me daran misiones del cuerpo de explosivos por un tiempo... justo cuando estaba a punto de perfeccionar mi nueva creación!- trate de tranquilizarme... de no perder la paciencia pero Deidara era muy bruto conmigo cuando quería.

-Lo peor de todo es que me daran misión contigo, Kurostuchi y Akatsuchi... tsk! como si fuera un genin... soy un artista y no puedo seguir siendo niñero de mocosas como tu... entiendes?- asentí de mala gana, esperando impacientemente a que se callara- asi que la próxima vez que nos den una misión, si te encuentras en peligro no cuentes conmigo... sálvate tu misma!!- por esa misma actitud tan cambiante y fastidiosa de Deidara era que nos llevabamos tan mal... quería insultarlo como siempre lo hacía... pero recorde mi plan... esta vez no.

-Tienes razón Deidara... no volvere a ser una molestia para ti en la siguiente misión- dije con dificultad para que se calmara, y para mi suerte funciono.

-Ya era hora que lo entiendas niña, ahora me puedes hacer el favor de largarte... me molesta tu presencia, y ahora solo quiero acabar mis esculturas- de verdad le agradaba a Deidara? Creo que me mentiste Zen sensei. Tal vez Deidara no me quería aquí, pero no me iría sin antes decirle unas cuantas cosas.

-Me iré de aquí Deidara pero ahora te toca escucharme... porque se ve que eso era todo lo que tenías que decirme- lo mire seria, él me miro con desconfianza, extrañado por mi actitud.

-Habla, que no tengo todo el día- murmuro fastidiado, mientras guardaba su escultura en uno de sus bolsillos.

-Gracias por salvarme... de verdad no se que hubiera pasado si no hubieras aparecido- asintio de mala gana- pero hay algo que quería preguntarte Deidara- levanto la mirada intrigado, y me miro fijamente- es sobre esa técnica que usaste ese día para distraer al ninja de la Hierba... cuando aprendiste a usarla?- recorde el momento en que vi miles de fuegos artificiales adornando esa fría noche.

-Esa técnica... si no mal recuerdo fue hace dos años- rememoro Deidara, y no pude evitar sonreírle. Porque concordaba con la primera vez que lo conocí, y quede maravillada con ella- qué te pasa mocosa? estas muy rara hoy- me miro confundido, pero no estaba equivocado.

-Lo sé... te lo pregunte porque hay algo que siempre he querido decirte Deidara- sus ojos se abrieron de sobremanera- no tuve el chance de decírtelo antes porque me interrumpías o pasaba siempre algo.

No quiero vivir arrepintiéndome de nada, recorde ese momento que pensé que iba a morir... no pense en mis padres... ni siquiera en mi misma... sino en Deidara y sus técnicas. Tanto lo he admirado, lo he estado buscando por años... y cuando me topé con él, lo arruiné por completo... Lo confundí con una mujer... pero nunca es tarde para cambiar las primeras impresiones o eso era lo que quería creer.

-Hace dos años, me perdí en este mismo bosque... y gracias a la técnica que usaste Deidara, regresé a mi casa sana y salva- por primera vez me escucho atentamente, ni siquiera me interrumpió como solia hacerlo- Era la primera vez que vi una técnica tan increíble... desde ese día decidí convertirme en ninja, conocerte y aprenderla algun día... se que vas a decirme que no podré hacerlo porque es un kekkei genkai y solo la gente que tiene esa habilidad lo puede hacer. Lo sé, pero lo que quiero decir... es que me gusta tu arte Deidara, es único y no me rendiré hasta que algun día pueda aprender a hacerlo como tu- le sonreí confiada, pero mi sonrisa se borró al ver a Deidara inmóvil, con la mirada baja.

-Eso era todo Deidara, ahora me voy- le di la espalda y estuve dispuesta a largarme como me dijo, pero algo que jamas imaginé sucedió.

Deidara me sostuvo del brazo con fuerza, impidiendome que me fuera. En cuanto levante la mirada lo mire sorprendida... su rostro estaba sonrojado y su expresión cambio a la de una bastante seria.

-No te vayas ____- lo mire incredula, era muy raro que no me llamara mocosa, como siempre lo hacía- puedes quedarte un rato, y así te muestro como hago mis esculturas- me dio la espalda y saco el dragón que antes estaba terminado de moldear.

-Estás seguro Deidara?- pensé que seguía molesto conmigo por el castigo que le dio Onoki sama.

-Lo que me dijiste te lo inventaste o solo te estas haciendo la burla de mí?- me respondio con otra pregunta, parecía ofendido por lo que dije.

-Claro que no! yo no mentiría de esa forma Deidara- lo mire fastidiada, no podía creer que sea tan desconfiado...

-Bien, entonces no dudes de lo que dije ___- sonrio de lado, y se dispuso a terminar los ultimos detalles que le faltaban a su escultura de dragón. Me quede con Deidara por el resto de la tarde, hablamos de cosas sin mucha importancia, al parecer su enojo conmigo se había borrado por completo... pero más importante que eso, por fin nos tratábamos de la forma que siempre había soñado.

Nunca me Olvide de Ti (Deidara y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora