Capitulo 3 Anhelo

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Podía sentir su respiración sobre mi rostro. Tenerlo tan cerca de mi logro que mi pulso se acelerara... nunca antes había estado tan cerca de un chico antes... y lo peor de todo es que Deidara no apartaba su mirada de la mía. Aun seguíamos en la misma posición, el detrás de mi, sosteniendo con fuerza mis brazos, pero aun no entendía porque tenia que acercar tanto su rostro al mio.

Sera... que el quiere besarme? cerré mis ojos por la pena, y en el minuto siguiente Deidara me empujo con fuerza, y caí de cara al suelo.

-Te dije que no apartaras la vista de tu enemigo, mocosa distraída- se rio de mi Deidara, no pude evitar verlo furiosa... me había engañado por completo. Que idiota! Me levante con dificultad, tratando de reprimir el dolor de la caída pero se me era muy dificil.

-Intentemos de nuevo o piensas rendirte?- me pregunto de forma burlona Deidara, pero ya había colmado mi paciencia.

-Nunca, la próxima vez tu seras la que caiga rubia- lo provoque, Deidara fruncio el ceño y se puso en posición para atacarme de nuevo. Lo esquive facilmente esta vez, me di cuenta que estaba a punto de inmovilizarme de la misma forma... Odiaba que me subestimaran. Intente darle un puñetazo y detuvo mi puño con su mano, sostuvo con fuerza mi brazo y me inmovilizo de la misma forma que lo hizo minutos antes.

-Eres muy predecible mocosa, pero que podía esperar de alguien que ni siquiera sabe distinguir un hombre de una mujer!- sonrío de lado Deidara, pero el muy tonto no se dio cuenta que cayo en mi trampa. Me incline hacia adelante y lo jale conmigo, me vio confuso por unos segundos y luego lo comprendió.

Concentre mi chakra en mi pierna izquierda y le di una patada lateral que lo arrojo a varios metros lejos de mi.

-Tal vez te confundí Deidara con una mujer- murmure mientras caminaba hacia donde el estaba. Deidara seguía en el suelo, intento levantarse pero se cayo de nuevo- pero mi taijutsu es mejor que el tuyo- le ofrecí mi mano, y me miro sorprendido.

-Esta bien... te subestime ___, no eres tan débil como pensé- me sonrió Deidara y tomo mi mano.

Lo mire confundida, no parecía molesto. Que extraño... pero lo mejor de todo era que por fin me dijo mi nombre! Al parecer no lo había olvidado.

Deidara y yo decidimos dar por terminado mi entrenamiento, nos sentamos en una de las rocas que estaban dispersas en el pequeño bosque donde estábamos. Me dio un pequeño bambú lleno de agua y lo tome apresurada, habíamos entrenado por mucho tiempo. Me miro con mala cara y tomo el suyo con tranquilidad.

-Deidara y puedo saber porque Onoki sama te pidió que me entrenaras?- le pregunte finalmente, me mataba la curiosidad de porque lo había obligado a hacerlo.

-Es una historia larga- recordó con fastidio- pero en resumen le hice enojar porque destruí uno de los monumentos de la villa con mi arte y decidió castigarme de esta forma- me miro sonriéndome de lado- en fin mi castigo ya termino por fin, no creo que nos volvamos a ver- parecía aliviado, pero yo no. Quería volver a ver a Deidara... entrenar con el, conocerlo mas... tal vez sonaba raro pero me caía bien a pesar del hecho que me hizo enojar muchas veces hoy. Quería decirle algo, pero se me hizo imposible, no se daba cuanta que me había herido con sus palabras.

-El sol esta a punto de ponerse- miro preocupado el cielo- se levanto de la piedra, mientras yo no dejaba de verlo... al parecer estar conmigo era una molestia para Deidara- estaba a punto de irse pero de repente se detuvo. En cuanto giro su rostro, no lo reconocí por unos segundos... me miro de una forma que no esperaba. Todo este día me vio con indiferencia o con burla, pero esta vez fue diferente... parecía contento con solo verme.

-Nos vemos ___- murmuro y desapareció de mi vista en cuanto se atravesó el bosque. Yo aun seguía en el mismo lugar, confundida por lo que había pasado... pensé que dijo que no creía que nos volveríamos a ver y luego me dice eso. El mismo se contradice.

Deidara realmente es un idiota, pero es un idiota que quiero volver a ver.

★★★★★★★★★★

Dos semanas han pasado desde que entrene con Deidara, y como el me dijo no lo volví a ver... Zen sensei me explico que le dieron varias misiones, y que no lo vería por un tiempo.

Mientras tanto estuve entrenando el manejo de los shurikens y los kunais, quería tener misiones también pero en cuanto le dije eso a Zen sensei me di cuenta que fue un gran error... Estuve paseando perros, persiguiendo gatos y buscando niños perdidos. Demonios esta no era la clase de misiones que quería tener!

-Zen sensei cuando me darán misiones de verdad?- me queje, pero Zen sensei solo me sonrió de lado, mirándome muy calmado.

-Cuando le reporte al tercer Tsuchikage que has mejorado, ___- suspire resignada porque sabia muy bien que eso tomaría tiempo... si era buena usando taijutsu y haciendo clones de sombras, pero mi puntería no había mejorado mucho y lo peor de todo es que aun no sabia usar ningún elemento.

-No te desanimes ___, tengo el presentimiento que en unos meses te darán misiones de verdad- me dijo despreocupado Zen sensei, pero por alguna razón no le creía- bien, por hoy terminamos, nos vemos mañana, ___- nos despedimos y me dirigí hacia mi casa.

En el camino no dejaba de pensar en que tenia que entrenar mas tiempo, si no a este paso nunca mejorare y tal vez no pueda volver a Deidara... eso era lo que me preocupaba mas. Quería preguntarle sobre esa tecnica que uso hace mucho tiempo, no entiendo porque no se me ocurrió decírselo ese día que entrenamos.

-Por fin apareces ___- levante la mirada y mire extrañada al ninja que estaba en la puerta de mi casa. Si no mal recuerdo es uno de los guardaespaldas del tercer Tsuchikage.

-Que sucede? mis padres no están, siguen en la misión que les dieron-no creía que me estaba buscando a mi.

-No buscaba a tus papas ___, sino a ti. Onoki sama quiere verte.


Nunca me Olvide de Ti (Deidara y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora