Cena de besos

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POV. DEREK

Él podría ser lo que he deseado.

De otra forma ni siquiera me habría molestado en acercarme a él, alentar nuestras perversiones por mensajes o incluso los esfuerzos para poder encontrarme con él. Como en ese momento, que después de montar aquella escena en medio del supermercado y dejar a Stiles con la cara totalmente sonrojada, me encontraba esperando por él, recargado a un lado de mi camioneta, la cual había estacionado a unos metros de la salida del personal.

Viendo la hora en mi reloj, supe que en menos de cinco minutos saldría. Tenía pensado llevarlo a cenar y luego regresarlo a su casa, aunque mi instinto no estaba de acuerdo con que terminara de esa forma. Sinceramente, no dejaría pasar la oportunidad de, por lo menos, besuquearlo de la manera en que deseé hacerlo cuando me ofreció sus labios para degustarlos.

El rechinar de la puerta metálica me regresó a la realidad, varios trabajadores salieron platicando y despidiéndose, y conforme avanzaron los minutos fueron saliendo más, pero el que a mí me importaba no dio señales en el primer momento. Cuando la puerta tardó en volver abrir tuve que calmar mi temperamento.

Él podría pensar que me estaba torturando, pero lo que no sabía es que mientras más me hiciera esperar, menos posibilidades tenía de salir ileso cuando estuviera conmigo.

— ¡Oh! Pero mira que coincidencia —ese tono sarcástico no podía ser confundido— Mi acosador favorito vuelve al ataque.

— Y ya verás de qué forma, corderito —dejé que se acercara por voluntad, manteniendo mi postura con los brazos cruzados y recargado en la camioneta— Hoy vas cenar conmigo.

— ¿Es una invitación o una amenaza? —su voz sonaba juguetona.

— Es una orden — dije de forma tajante. Ante lo dicho frunció el ceño y estaba a punto de reclamarme cuando, en un rápido movimiento, lo jalé hacia mí, apresándolo entre mis brazos y rodeando su cintura. Sorprendido por sentirse atrapado de esa forma, soltó un par de quejidos que lograron provocarme. Pero aun así, no forcejeó contra mí, se dejó hacer e intentó sostener su mirada en la mía— Hoy vendrás conmigo, iremos a cenar y luego te llevaré a casa —afirmé con voz severa, logrando que sus mejillas se sonrojaran.

— Tienes tanta seguridad en ti mismo —dijo en forma de reproche— Al menos podrías fingir estar apenado por las libertades que te estas tomando conmigo, cuando aún ni siquiera hemos tenido otra cita. Ésta es la segunda vez que te veo y sólo hemos intercambiado mensajes pervertidos. Pasar directamente a tocarme así no es apropiado —aflojé mis brazos alrededor de él, pero no lo liberé.

Escuchaba cada palabra y entendía a lo que se refería. Pero no podía explicarle mi actuar, porque ni siquiera yo sabía de dónde surgía mi osadía para permitirme ese nivel de confianza con él. No solía demostrar afecto tan rápido, sobre todo de forma romántica, pero con Stiles era diferente.

A una semana de conocernos, ya lo tenía entre mis brazos, con nuestros rostros a milímetros de distancia y dedicándonos miradas coquetas, como si fuera algo que hiciéramos todos los días.

— Pues por eso estoy aquí, quiero conocer mejor a mi cena.

— Querrás decir "cita" —o se estaba haciendo el inocente o de verdad no captaba el doble sentido.

Apretujándolo y dando una vuelta ágil, lo acorralé contra la camioneta, acomodando una de mis piernas entre las suyas para alcanzar a rozar su entrepierna. Al instante lo escuché ahogar un gemido, sentí su temblor nervioso y sus manos apretando mis brazos.

Todo un deleite para mis sentidos. No lograba entender porqué Stiles me causaba tanto morbo. Y juro que si no tuviera suficiente autocontrol, en ese mismo instante se lo habría hecho, sin importar que estuviéramos en el parking del supermercado o más importante, sin siquiera conocernos bien.

Cariño Mío (STEREK, PIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora