Cariño Mío (STEREK, PIAM)

Educando a Stiles IV

Gracias por seguir leyéndome, les dejo un nuevo capítulo. Debo aclarar que es largo, pero justo para quienes estaban esperando actualización. 

Disfruten. 7w7

 -----------------------------------------------------

POV. STILES

Mis ojos desorbitaron al ver tanto esplendor.

Aquella propiedad tan imponente y suntuosa me intimidó.

Cuando Derek me dijo que el terreno media 60,000m² y que la mansión de sus padres media 1,000m², de inmediato me puse hacer cálculos en mi mente, es decir mi pequeño apartamento apenas media 38m². Yo podía decir que vivía cómodamente con Scott porque sólo éramos dos, pero muchas personas no podrían decir lo mismo, bien sabía que había familias numerosas viviendo en espacios pequeños, por diferentes circunstancias de la vida. Sin duda era algo que siempre sería un tema para reflexionar.

Casi en cuanto llegamos, le solicité un tour para seguirme asombrando, cualquiera tendría curiosidad de ver lo que una mansión como esa podía albergar. Antes de empezar el recorrido, me presentó a los trabajadores domésticos, quienes a pesar de estar uniformados parecían estar vistiendo para modelar, sus prendas eran de buena calidad y luego supe que en realidad sí eran de diseñador. Su ama de llaves usaba un conjunto de Chanel, sus dos guardias vestían trajes de Hugo Boss y su jardinero portaba Calvin Klein, no me extrañó que se mostraran auténticamente felices, claramente los trataban bien. Incluso tenían mejor ropa que yo.

— Es impresionante —admití en voz baja, yendo con Derek para que me mostrara un poco de la mansión. Nuestras pertenencias quedaron en manos de la ama de llaves para que las subiera a la habitación en donde nos quedaríamos. Yo estaba embobado con esa enorme fuente de la entrada, los jardines frontales enmarcaban de forma elegante la mansión y el camino principal daba un aspecto majestuoso— Esto es un insulto —dije, cuando llegamos al espacioso garaje y mis ojos brillaron al ver ocho vehículos aparcados estratégicamente— Déjame adivinar, ¿Usan uno para cada día de la semana? —me burlé, caminando y contemplando cada auto como si fueren piezas de museo.

— El Rolls-Royce y el Lexus son de mi padre, el Aston Martin y Maserati son de mi madre y el Bently y el Audi son de mi hermana Cora.

— ¿Y los otros dos? —había dos camionetas ahí, una Land Rover y una Lincoln.

— Son para uso de toda la familia y de hecho falta una más, pero la están usado.

— ¿De verdad estamos aquí sólo nosotros? —asintió a mi pregunta.

— Y el personal tiene libre todo el fin de semana —se acercó, rodeándome por la cintura y juntando su frente con la mía— Estarás bajo mi cuidado, precioso.

— Si que lo planeaste bien, ¿Me querías sólo para ti, cariño? —coqueteando, uní nuestros labios en un beso tierno— Sospecho que tus intenciones no tienen ni una pizca de consideración por mí —aseguré, rozando mis labios en su barba— Será un honor atender tus ordenes, mi amor —lo provoqué, paseando mis manos sobre su redondeado trasero.

— No empieces, primero terminaré de mostrarte la casa, no quiero que te pierdas cuando andes vagando solo, estoy seguro de que tu curiosidad y torpeza me harán desesperar, es mejor que sepas cómo llegar a nuestra habitación —aseveró, rompiendo el abrazo para seguir con el recorrido.

— Siempre es un placer escuchar a mi novio quejarse de mis defectos —rezongué, fingiendo molestia, al tiempo que entrelacé mi brazo con el suyo.

— No son defectos, Stiles, son tus encantos. Eres torpe, irritante, desastroso, terco, boca floja, sarcástico, negativamente impulsivo, celoso...