El argentino se sentó en la mesa, en esta se encontraba el pastel y el termo para el mate que le avía preparado el alemán. A este no le gustó mucho, las infusiones no son sus bebidas favoritas.Ambos degustaron el delicioso pastel.
Sintiendo como el sabor dulce de la manzana los hacía poco a poco empalagarse. Ambos son darse cuenta cruzaron sus miradas, ambos parecían que se tenía ganas. Un juego, ¿Quién deseaba más a quien?
Habían pasado muchos años desde que se conocieron, y al argentino le pareció "tuerno" el comportamiento del mayor. Aunque para el gusto de los demás se podría decir que serían una pareja algo tóxica.