El sonido de los pájaros cantando despertó al joven alemán, este se encontraba recostado en su cama, la cual estaba a unos pasos de la del argentino.Un delicioso aroma envolvió al joven muchacho llamándolo hacia una parte de la casa. El baño.
Al entrar pudo ver a un argentino con una toalla al rededor de la cintura, el contrario se sonrojo.
-- Así que andas espiando eh?
-- Para nada...
El bicolor río ante el comportamiento del contrario, acercandose hacía este para tomar su rostro entre sus manos y después plantar un dulce beso en la barbilla del alemán.
Este quedo algo sorprendido por la acción del contrario pero descartó el extraño momento para tomar una ducha. Al salir de esta pudo sentir el hermoso aroma del shampoo que traía el albiceleste, durazno.