—- ¿Maldita sea cuanto les falta? -.El joven estadounidense se encontraba sentado en una de las bancas del aeropuerto. Sin duda estaba preocupado por su ex pareja. Nunca en todo el tiempo en el que habían estado juntos se había comportado de esta manera. Y llegar a hora de la naa a unas pocas semanas de su ruptura con estas cosas.
Pobre... Lo que le espera.
No fue mucha la sorpresa que se llevó al ver al argentino acercarse a el seguido de Alemania y Finlandia lo que si le causó una extraña sensación de inquietud fue ver a un extraño completamente cubierto de ropas oscuras.
—- ¿Qué sucede? ¿Quién es él?-.
—— Ni un hola me vas a decir chabón. Me recorrí medio planeta para verte-.
El contrario lo miro un poco enojado no iba a hacer un escándalo en medio de toda esa gente.
—- Vengan vamos a casa.
—- ¡Ya escucharon! ¡Fiesta en casa de USA!-.
—- ¡Arg!
Vaya grito, llamo la atención hasta de los guardias de seguridad.
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Ya dentro del auto el estadounidense prosiguió con el interrogatorio.
—-¿Quién es?-.
El latino miró al joven encapuchado que se encontraba sentado en uno de los asientos traseros, para luego proseguir a quitarle el cubrebocas y la capucha.
El estadounidense contuvo un gran grito ahogado.
—- Sácalo de mi auto...
—-¿¡Qué!? ¿Estás loco? Estado-
—-¡Sácalo de mi maldito auto! ¡Ya!-.
—-Sali, vamos a hablar-.
Ambos prosiguieron a salir del auto.