Ellos no confiaron en mi, dolió, si, y mucho, pero a partir de hoy verán a la nueva y mejorada versión de Luna Valente, o más bien, de Sol Benson, ya no me dejaré manipular, y si esta nueva versión llegó, fue para quedarse, todos aquellos que me las...
Bajé las escaleras para ir a desayunar, y vi a Sharon sentada en la mesa, me senté junto a ella, mis padres habían salido, y mi mamá nos había dejado el desayuno preparado.
–Buenos días.– saludé con la cabeza.
–Buenos días, Sol.– me devolvió el saludo.– Una pregunta... ¿Y Ámbar?–.
-Ah, ella sale temprano todas las mañanas, recuerda, está en la universidad–.
–Ah, no lo recordaba, disculpa–.
–¿Y bien? ¿Qué era lo que querías decirme?– pregunté intrigada.
–Ven, vayamos al living.– hice caso y nos sentamos en el sofá. Ella respiró hondo.– No sé por dónde comenzar...–.
–Tranquila, si quieres ve despacio, no hay prisa.– dije con una sonrisa y ella asintió.
–Bien... Verás... ¿Recordás a Roberto?– asentí.– él fue el que te salvó, bueno, eso ya lo sabés, él... No te dió en adopción, él quería hacerse cargo de vos, y criarte como su propia hija.– abrí los ojos.– tus padres... Ellos no te adoptaron, Sol...–.
–¿Cómo...?– no podía entender lo que pasaba.
–Ellos... Te robaron, todos los papeles de adopción son falsificados, ellos desde un principio... Sabían que eras Sol Benson, y por eso te robaron y te cambiaron el nombre, toda su familia era de mafiosos, ellos querían recompensa, pero Roberto no les servía, él no tenía dinero, y tus padres habían muerto ya en el incendio, así que se quedaron con vos, Roberto por toda la angustia enfermó, y bueno... Antes de morir hizo esta carta.– me entregó un sobre.– Léela.
Sharon.
No sé cómo explicar, el día en que Bernie y Lily murieron en el incendio, sólo pude salvar a Sol, esa pequeña, tan tierna, que siempre irradiaba felicidad, estaba tan asustada, no puedo describir su expresión en ese momento, era de terror. Yo quería llevarla a casa y criarla como mi hija, para después, cuando vos aceptaras, te la entregaría, pues sos su tía. Pero una noche, una banda de mafiosos encapuchados entraron a casa, y se la llevaron, yo no tenía dinero, y no podía pagar recompensa, por todo el estrés, caí en cama con ésta enfermedad con la que ya ni siquiera puedo hablar, ellos se enteraron y tuvieron que quedarse con ella, supe que ahora es Luna Valente. Si algún día querés verla, solo tenés que encontrar a una chica de unos preciosos ojos verdes, y una sonrisa que ilumina, una chica con una pasión fuerte, que la mueva, y una medalla en su cuello, de una luna, el sol lo tengo yo, espero algún día puedas encontrarla y traerla de visita, así podremos juntarlas, y hacerlas una, suerte,
Roberto.
Al terminar de leer, lágrimas resbalaron por mis mejillas, no podía creerlo, mis padres, ellos no me habían adoptado, me habían secuestrado, y no tuvieron opción más que quedarse conmigo.
–Sol, cuando quise escapar en helicóptero, descubrí que el conductor estaba ebrio, así que nos estrellamos en el piso, solo yo sobreviví, estaba perdida, no tenía que comer, ni beber, todos los días, a todas horas, lloraba y lloraba, y en ese tiempo, pude darme cuenta de mis errores, todo ese tiempo me sentí sola, y Sol...– lágrimas cayeron.– no quiero estar más sola, nunca más, quiero estar con mi sobrina y ahijada, y ser felices las tres... Sol, perdón, perdoname por favor.–sollozó.– te lo pido, perdoname–.
–Te perdono, tía.– corrí a abrazarla, después de todo, era mi familia, mi tía, mi sangre, no podía dejarla desamparada.
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