ONE-SHOTS Supernatural

13. FAMILIA WINCHESTER

Título:
Palabras: 2609 (me pasé de largo XD)
Advertencia: ehhh nope
Nota: este OS estará dividido en dos partes como mínimo pq sino era la leche de largo.

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Dean P.O.V

—¿Doctor, como está ella?— pregunto nada más ver aparecer de nuevo al doctor de turno que ha tratado a Millie.

Él titubea al responder y el ambiente delante de la puerta de la habitación de Millie se vuelve tenso.

—Bueno.... Sr. Winchester, está delicada y aún sigue inconsciente pero estamos seguros de que despertará.— responde el doctor pero no con tono de buenas nuevas sino como si no se atreviese a decir lo que quiere decir.

Los hospitales ma dan mala espina, desde siempre. Se puede palpar la muerte en cualquier rincón, y lo único que parecen saber hacer los doctores y enfermeras es dar malas noticias. Sobre todo a Sam y a mí, y entreveo que este doctor nos dará una mala noticia. Aunque esta claro que no es su culpa, sencillamente los Winchester somos propensos a las malas noticias.

—¿Pero...?— dice Sam, quién está a mi lado de pie enfrente de la puerta de la habitación de Millie.

Yo me quedo callado, intentando no oír lo que tenga que decir el doctor. Miro por la ventana de la puerta y la veo tumbada en la cama, cualquiera diría que duerme plácidamente pero este no es el caso.

No es como cuando se quedaba dormida en el asiento trasero del Impala exhausta por un caso, ni como cuando no podía evitar dormirse en frente del portátil a las tantas de la noche cansada de buscar pistas.
Por desgracia no es como siempre que la veo dormir, no es reconfortante. Es aterrador, porque puede que no despierte como siempre suele hacerlo: somnolienta y como si pese a dormir como un lirón 8 horas aún tuviera sueño.

Vuelvo, con pesar, a poner atención a la conversación. Por lo visto el médico sigue buscando las palabras adequadas. Me harta, sinceramente, que tarde tanto en decir algo. Preferiría que lo que tenga que decir, por malo que sea, lo diga de una jodida vez porque sino se lo pienso sacar a puñetazos.
Respiro hondo tranquilizándome, como ella misma me diría: «No hagas una tontería, Dean, no es necesario».
Miro de reojo a Sam y le veo casi igual que yo, enfadado y harto de que no nos quieran decir que le va a pasar a nuestra hermana.

—Verán... Aún no estamos del todo seguros, y cabe la posibilidad de que no pase pero...— en la voz del médico se nota un tono de lástima, como si diéramos pena.

«¡No necesito tu pena! ¡Necesito que salves a mi hermana!»
Eso es lo que quiero gritarle, pero no lo hago por cortesía y porque a ella no le hubiera gustado. Por eso me aguanto los reclamos y reproches ara darle una oportunidad a este jodido médico que no parece muy seguro de lo que dice.

—La posibilidad de que...— vuelve a insistir Sam, lo cierto que es que él es bastante bueno escondiendo sus emociones.

Sin embargo nunca nos podrá engañará ni a Millie ni a mí. Nos conocemos demasiado bien y sé que está cabreado.
Claro que para ser sinceros seguramente no esté cabreado con el médico y obviamente yo tampoco, total este chaval no tiene la culpa del estado de nuestra hermana.
Pero nosotros sí.
Por eso estamos furiosos con nosotros mismos, concretamente, porque somos unos ineptos. ¿Cómo pudimos dejarla ir a ella primero? Sabiendo lo que sabemos y la dejamos ir primero. ¿Cómo nos convenció de que era seguro, de que no le pasaría nada?

El doctor vuelve a hablar y me centro en sus palabras.

—La verdad es que, bueno, teniendo en cuenta su historial médico y salud en general no sabemos cuánto podría tardar en despertar.— dice sin quitar ese tono pesaroso de su voz, Sam suelta un suspiro de cansancio ya que no es la primera vez que nos dicen algo parecido sobre nuestra hermana —Lo que de verdad nos preocupa es la que puede pasar cuando se despierte...