ONE-SHOTS Supernatural

9.💭 CASTIEL 💭

Imagina decirle a Castiel, tu novio desde hace dos años, que estás esperando un hijo suyo.

Cas, Jack y los chicos se encuentran en la cocina del Búnker charlando y tomando unas cervezas.
Tú caminas hacia ellos nerviosa y al momento que notan tu presencia te miran sonrientes lo que causa que te pongas más nerviosa y te entren unas estúpidas, e inmensas, ganas de llorar.

—¿Qué sucede T/N?— te pregunta Cas cambiando totalmente su expresión al notar que algo no estaba bien.

—Cas... Yo...— no sabías cómo decirlo.

Hacia semanas que te encontrabas mal y al hacerte el test de embarazo saliste de dudas. Estabas embarazada de Castiel, y sabias lo que eso significaba.

—¿T/N, todo va bien?— ahora es Dean, tu mejor amigo, quien pregunta sobre tu estado.

—Yo... Estoyembarazada.— lo dijiste lo más rápido que pudiste, cómo si así fuera más fácil.

Y no es que tuvieras miedo de morir. No. Tenías miedo de que no verías a tu pequeño o pequeña crecer.

—¿Qué?— preguntan incrédulos lo Winchester, mientras que Cas se mantiene callado.

—¡Enhorabuena!— dijo Jack inocentemente la cual cosa te hizo sonreír.

Especialmente tu le habías enseñado que en la vida de una persona tener hijos era un milagro, algo que te llenaba de alegría.

Cas seguía sin responder. Su rostro estaba serio. La cual cosa te inspiró temor.

—¿Cas?— preguntaste intentando que reaccionaste pero lo que hizo te dejo sorprendida y a la vez decepcionada y triste.

Castiel, simplemente se levantó bruscamente de su lugar para desaparecer por la puerta de la cocina sin siquiera mirarte. Después se oyó la puerta principal ser cerrada con fuerza.

Las lágrimas que habías estado reteniendo se derramaron por tus mejillas y en segundos estabas llorando a raudales. Rápidamente los tres presentes se levantaron a abrazarte y consolarte.

—Tranquila, volverá. Te lo aseguro.— te dijo Dean en la oreja mientras acariciaba tu cabello.

Horas después

Habían pasado ya varias horas y Cas no volvía. Le llamaste al móvil un montón de veces y los chicos también intentaron contactar con él. Incluso le rezaste, sabiendo que él siempre venía cuando le llamabas. Pero esta vez no fue así.
No pudiste evitar preocuparte en demasia.

Sin embargo volviste a respirar tranquila cuando le viste aparecer por la puerta del búnker.
En cuanto acabó de bajar las escaleras fuiste hacia él corriendo y le abrazaste con todas tus fuerzas. Obviamente él te devolvió el abrazo con la misma intensidad.
En ese momento solo existiais vosotros dos, era como si ni Sam, ni Dean, ni Jack estuvieran presenciando ese momento.

—T/N... Yo lo siento mucho, cariño.— te dijo aún abrazándote.

—No, no, no. Castiel. No te disculpes. Este es mi sueño, tener un hijo con el ángel al que amo.— dijiste con una gran sonrisa mientras te separabas un poco del ángel.

—Yo... No creo que sepa hacer de padre, T/N. Tú serías una perfecta madre y... Me alegra que vayamos a ser padres, pero tú...— dijo con tono melancólico y agachando la mirada, un tono que logró partir tu corazón.

—Cariño, hey, Cas. Mírame, amor.— le pediste poniendo tu mano en su barbilla y alzando su rostro para que te mirase —Estaré bien, de acuerdo. Y tú serás un gran padre, ya eres un gran padre, Castiel. Y eso solo hace que te ame más.

—¿Y que le diré cuando pregunte por ti?— cuestionó Cas rompiendo en llanto, lo que hizo que tú también empezaras a llorar.

Nunca habías visto a Cas llorar así, pero de una extraña manera ese llanto significaba lo mucho que te amaba y lo doloroso que era para él perderte.

—Pues... Pues, le dirás la verdad.— dijiste entre sollozos —Le dirás que desde antes de que existiera de verdad yo ya le o la amaba con toda mi alma y corazón.

Os volvisteis a abrazar. Sam, Dean y Jack, quienes observaban la escena en silencio, os miraban con ternura y a la vez lástima puesto que haciais una pareja preciosa pero sabían que ambos estabais felices con la noticia.