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Ahora no le gustaba ni la escuela, la molestaban. Tenía la mirada perdida en el suelo, la acaban de molestar y la golpearon. Sintió que alguien le había tomado del hombro, se volteo y miro a una niña más grande que ella.

–Hola, me llamó Karina ¿Cómo te llamas?– Se sorprendió que ella le hablará, ni los mismos maestros no saben que ella existe.

–M-me llamó... Ema...– La niña llamada Karina le dio una gran sonrisa, parecía sincera y le dio confianza. La tomo de la mano y la sacó de ahí.

–¿Quieres ser mi amiga?– Pregunta con esa misma sonrisa y eso hace que Ema, sonreía.

–Si, amiga.– Ríe Karina y después Ema.

Eran muy buenas mejores amigas. Ema conoció a una joven chica, era de secundaria.

–Hola Ema. Veo que te llevas bien con Karina.– Ese tono de voz que utilizo le dio una mala espina a Ema pero no le tomó importancia.

–Eres una niña muy linda, más que yo.– Sonrió más grande, esa sonrisa no le gustaba pero aún así sonríe con miedo.

Nadie lo sabe, es un misterio pero la niña Karina tenía una enfermedad. Ema la visitaba en el hospital.

–¿Cómo te encuentras?– Preguntó preocupada.

–B-bien...– tosió. Ema se preocupó demasiado.

Después de días la niña falleció, y Ema no paraba de llorar, perdió la única persona que le entendía.

1O de Abril, Ema tiene 15 años.

Ema encontró muy buenos amigos, incluso la de secundaria que ahora es de preparatoria estaba con ella, Lucy. Pero Ema todavía no podía sonreír y pasarla bien.

Desde sus 1O años no festeja su cumpleaños, su madre se iba de viaje y traía a hombres que tocaban a Ema.

En su cumpleaños solo visita a su padre y mejor amiga, le deja sus flores favoritas, y lloraba.

CONTINUARÁ...

-Akiko.

Dolor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora