2
—No sé si es buena idea que hayamos venido. —dijo Raoul, mientras entraban en el local y empezaban a saludar a todo el mundo.
—Se notaría mucho que pasa algo si no viniéramos. —le contestó Alfred, mientras le sonreía a Roi, que saludaba desde el fondo.
—Ya pero...
—Es la fiesta de Miriam. —se giró hacia el rubio. —Hagamos un esfuerzo. Lo haremos bien. La última vez nadie notó nada raro.
—Excepto Agoney.
—Pero hemos quedado que no te vas a quedar toda la noche mirándole fijamente otra vez, ¿verdad?
—Sí. —resopló.
—Raoul. —le cogió la mano, llamando su atención y mirándole con una sonrisa tierna. —Irá bien.
El rubio se relajó ante su tacto y le devolvió la sonrisa, hasta que por el rabillo del ojo vio a Nerea, que se acercaba hacia ellos.
—Mierda, es Nerea. —le susurró a Alfred. —Vámonos, hagamos como que no la hemos visto antes de–
—Hola chicos. —les saludó Nerea, con una sonrisa.
Mierda.
Alfred le miró amenazante antes de girarse hacia la rubia.
—Nerea, ¿qué tal? —le preguntó.
—Bien, bueno, ya sabes. —se encogió de hombros.
—¿Cómo va la búsqueda del libro?
—De momento no lo he encontrado, pero no pierdo la esperanza.
—Claro que sí, tú a tope. —dijo Raoul, y enseguida notó un apretón en la mano, que todavía estaba entrelazada con la de Alfred.
—Os quería pedir un favor, en realidad. —les dijo la chica, un poco avergonzada. —Es que está Aitana y... —suspiró. —No sé cómo llamar su atención, como hacer que se fije en mi. ¿Vosotros podrías ayudarme? Pero sin que se note mucho.
—Sí —le sonrió Alfred. —Tú tranquila.
—Muchas gracias. —dijo la pequeña emocionada.
—En cuanto se nos ocurra algo te decimos.
—Gracias, de verdad.
Abrazó fuerte a los dos chicos, pillándoles totalmente desprevenidos, y después dio media vuelta y volvió a la fiesta.
—Quizá sí que es bruja. —dijo Raoul, viendo como se alejaba. —Porque me recuerda a Luna Lovegood, la de Harry Potter. Tan inocente la pobre...
—No seas malo. —Alfred le miró mal.
—¿En serio la vamos a ayudar a liarse con Aitana? —Raoul levantó un ceja.
—Todavía no te lo crees, ¿no? Mira, estaba pensando. ¿Verdad que el otro día nos dijo que con la poción esa que se habían tomado, cuando las dos almas gemelas se besaran lo iban a recordar todo?
—Puede ser. Me perdí entre todas las locuras que dijo.
—Escúchame, Raoul. ¡Es el plan perfecto! —exclamó, emocionado. —Si conseguimos que se líen, sabremos la verdad. Si Aitana recuerda todo sobre su vida pasada, sabremos que Nerea decía la verdad. Pero si por el contrario al besarse no pasa nada, sabremos que estaba mintiendo. O directamente que tiene un problema.
Raoul lo pensó durante unos segundos hasta que al final asintió. La verdad es que no era un mal plan, Alfred tenía razón. Y además así tendría algo en lo que concentrarse y no se pasaría toda la noche nervioso por si le descubrían, o aún peor, analizando todo lo que hiciera Agoney.
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Daylight
Fiksi PenggemarDe repente un día, sin saber por qué, Raoul se despierta en una cama que no es la suya, con un chico que no es su novio. No tiene ni idea de cómo ha llegado hasta ahí, y lo peor es que tampoco sabe qué hacer para volver a su vida. Y entonces el que...