18. It's golden, like daylight

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—¿Cómo que dentro de poco? —le preguntó Raoul a la Nerea del espejo. —¿No había que esperar a que se alineen los universos o no se qué?

—Pero creo que he encontrado otra manera. —Raoul y Agoney se miraron, inseguros. —Aitana llegó aquí con una poción. Y estoy intentando recrearla.

—Entonces, ¿en cuanto tengas la poción se hace el cambio? —preguntó Agoney.

—Sí. Por eso quiero que estéis completamente seguros de que esto es lo que queréis.

—Raoul y Alfred... ¿ellos están seguros? —preguntó el rubio.

—Sí. Ya han hablado y han tomado una decisión.

—¿Y cuál es?

—Raoul quiere volver.

El corazón de Agoney dio un salto. Raoul quería volver. Con él. Quería darle otra oportunidad a su relación. Se sintió feliz durante unos segundos, hasta que se giró para mirar al otro chico.

—Entonces la decisión también está tomada para nosotros. —dijo Raoul. —No sé para qué nos preguntas.

—En el caso de que tú no quisieras volver tendríais que hablar con ellos y entre todos llegar a un acuerdo.

—Es igual. —resopló. —Vuelvo y ya esta.

—Raoul... —dijo Nerea, con cara triste. —Si no es lo que quieres–

—Es lo que quiero, ¿vale? —se puso a la defensiva. —Dejadme ya en paz.

—Raoul. —dijo Agoney, agarrándole del brazo, pero el rubio se deshizo del agarre y salió del baño.

—No aguanto a ningún Raoul, de verdad. —dijo Nerea, exasperada.

—¿Qué pasó con el otro?

—Nada, que es igual de cabezón.

—Sí lo es. —sonrió Agoney, pensando en él. —¿Quiere volver conmigo?

—Yo no soy con quien deberías hablar esto.

—Ya, pero él no está y...

—Siente que tenéis algo pendiente. Y no voy a decir nada más al respecto.

—Me sirve. —sonrió el moreno.

—Os contactaré cuando tenga la poción preparada, ¿vale?

—Vale. —asintió.

—Aprovechad el tiempo que os queda, hazme caso.

—Lo haremos.

Segundos después Nerea desapareció del espejo y Agoney se volvió a ver reflejado en él. Suspiró mientras observaba su propio rostro y pensaba en la situación tan difícil que se les venía encima.

Salió del baño y se dirigió a la habitación, donde se encontró a Raoul tumbado en la cama. Se tumbó a su lado y le miró a la cara.

—Qué. —dijo Raoul.

—Que estás muy guapo.

—Eso lo dices porque no es mi cara.

—Tu cara es idéntica. —Agoney rodó los ojos. —Además, vi tu cara real, con el pelo corto y decolorado y debo decir que nunca pensé que pudieras estar tan sexy.

Raoul soltó una carcajada.

—Estás mintiendo.

—Te lo digo en serio. Me pones con el pelo así.

DaylightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora