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Tres semanas, tres semanas habían pasado desde que Derek había actuado de forma extraña. Stiles había creído que al día siguiente tendrían la oportunidad de hablar y aclarar las cosas, pero no había visto a Derek en todo el día, luego pensó en verlo y hablar al siguiente, pero tampoco. Por tres semanas, ni en el loft o en la universidad, Stiles pudo encontrarse con Derek.

Sabía que iba, muchos le habían visto, sabía también que aparecía en el apartamento porque su ropa aparecía en el cesto de ropa sucia y la comida faltaba o aparecía.

Stiles comenzaba a entrar en pánico. Sabía ligeramente de la enemistad de ambos chicos, pero no pensó que de alguna forma afectaría también su amistad por ¡hacer un simple trabajo juntos!

Genial, ahora estaba de mal humor.

—¡Stilinski! —alguien le llamó. Inmediatamente reconoció la voz y sin darle tiempo de huir, Theo ya estaba enganchado a él, con el brazo por sobre su hombro.

—¿Qué pasa Theo? —lo que menos quería Stiles ahora era tener a la causa de sus problemas con Derek, atado a su costilla.

—¿Qué te parece si vamos a una fiesta hoy? Pareces tenso, necesitas relajarte y yo puedo ayudar con eso. —susurró de una forma vulgar en el oído del castaño, lo que le hizo tener un horrible e incómodo escalofrío.

—No gracias. No es momento para fiestas. Y no me gustan. —mintió deliberadamente, apartando a Theo de su lado sin cuidado. Sin embargo, el chico de mirada pesada no se inmutó ni un poco con su indiferencia.

—Bueno, también podemos tener nuestra propia fiesta en mi casa. Puedes ir como aquella vez. —dijo demasiado alto y con un todo de doble sentido que cualquier ignorante podría entender.

—¿Qué mierda te pasa? Estas actuando como un imbécil.

—Oh, vamos Stiles, no actúes como si no te hubiera gustado estar conmigo esa noche. —se jacto Theo, subiendo la voz al punto en que todos lo miraban con mucha atención. Stiles podía imaginarse lo que pensaban de toda esa escena y no podían estar más equivocados.

—Sólo hicimos la tarea de turno. No sé que más crees que pasó en tu cabeza, pero deten esta tontería. — comenzaba Stilinski a hartarse de la actitud de Raken. No entendía que estaba buscando conseguir con todo eso, pero empezaba a ver la verdadera personalidad del asco que Theo tenía.

—Cómo quieras, cariño. Escríbeme si te quieres divertir un día de estos. — se alejó Theo con su grupo particular de amigos que se comenzaron a reír seguramente de él.

—¿¡Y ustedes que ven!? —gritó el pecoso hacia las personas que aún le miraban en el pasillo. —¿¡No tienen nada que hacer!? —rugió antes de alejarse hacia el comedor.

Rápidamente todo el mundo comenzó a hablar sobre el asunto. Y mientras se alejaba, Theo sonreía con diversión. Le gustaba molestar a la gente, pero ya había alcanzado su objetivo de separar a Stiles de Derek, así que no tenia caso estar alrededor suyo a cada rato fingiendo. Había visto a Hale esos últimos días y se veía tan miserable que Raken quiso tomar una foto para guardarla para siempre.

El rumor sin sentido ni cabeza de que Theo se había logrado acostar con Stiles, se propagó más rápido que cualquier otra noticia en la universidad. Ni siquiera el resultado de las notas eran tan importantes.

Obviamente llegó a los oídos de Derek, quien se había mantenido alejado de Stiles últimamente, más avergonzado de su forma de actuar que de cualquier otra cosa. No sabía cómo explicarse o pedir disculpas, pero sobre todo, no sabía cómo volver ha acercase a Stiles. Todo el tiempo estaba rodeado por Theo, a quien no quería ni ver en pintura. Y si no era eso, era porque había estado demasiado ocupado con su trabajo o el boxeo callejero.

Cuando el rumor llegó a él, la idea de que Theo hubiera logrado arrebatarle a Stiles en todo sentido, le hizo volver a hervir la sangre. Las prácticas de boxeo en el gimnasio y las peleas por la noche habían servido para aligerar un poco su malestar, pero ahora sentía que realmente no había servido de nada.

—Theo. —Por segunda vez en el mes, Raken recibió un puñetazo directo en su cara.

—Hay que dejar de vernos así. — bromeó como si no le hubiera dolido, mientras se sobaba la quijada.

—Deja a Stiles en paz. Los problemas que tienes son conmigo, no lo metas en tus juegos. —rugió Hale, tan furioso como se veía.

—¿Y qué si lo hago? Me parece divertido jugar con él, parece ser un buen juguete. —esquivando un segundo golpe, Theo se burla de Derek. —Mira, esta bien, estas enamorado del niño, se nota. Pero ¿Crees que dejaré que seas feliz cuando me mandaste a la cárcel? Amigo, voy a destruir tu vida.

—Una pelea. —menciona Derek.

—¿Crees que eso va a solucionar algo? —se burla Raken.

—Si ganas, haré lo que quieras.

—Si me dejas ganar dejaré en paz a Stiles. —el gruñido que el azabache le dio fue suficiente para saber que tenia el juego ganado.

Theo estaba deseoso de darle una paliza a Derek, lo había deseado desde que descubrió que él le había delatado. Además, ¿derrotar al lobo del boxeo callejero frente a todos? Eso le daría una nueva posición.

[...]

—¿Tu eres Stiles? —se acercó una chica justo cuando el castaño se había sentado a comer.

—Si. —respondió de mala gana.

—¿El novio de Theo? —preguntó otra chica sentándose sin permiso a su lado. El agua que Stiles había estado tomando, salió de su boca a la mesa.

—¿¡Qué!? ¡No! —negó inmediatamente mirando a ambas chicas como si fueran fenómenos.

Ellas se dieron una mirada antes de suspirar con alivio.

—Eso es fantástico. —dijo una.

—Él es una horrible persona, le estamos alertando a todas las chicas, sin embargo algunos no quieren escuchar. —se queja la segunda chica.

—¿Y por qué están hablando conmigo?

—¿No es obvio? Theo te rodea como si fueras un dulce a punto de ser comido y como con las demás chicas, no queremos que nadie se meta en problemas por su culpa.

—¿A qué se refieren exactamente?

Ho Hey [sterek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora