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—Deberías ir a casa, Stiles. —es lo primero que el castaño escucha cuando despierta. Melissa esta allí, es quien a sacudido su hombro para que despertara de su aparentemente incomoda postura en la silla de la habitación del hospital.

—No. —es la respuesta que siempre da. No piensa dejar a su padre, no quiere apartarse de su lado ni por un segundo. Lo primero que hizo al llegar de New York fue ir directo al hospital, encontrándose con Melissa y posteriormente con Scott, quien apareció para hacerle compañía mientras le dejaban ver a su padre.

Cuando pudo entrar a la habitación, su padre le recibió con una mirada semi inconsciente que estaba llena de culpa, pero la de Stiles había estado llena de miedo y felicidad porque estuviera bien. Era su segundo día en el hospital, su padre estaba en recuperación y no saldría hasta dentro de unas semanas, pero no pensaba dejarlo solo; estaba tan preocupado y asustado aún. Su miedo por los hospitales había nacido desde muy pequeño, su padre había recibido heridas menores que lo llevaban siempre allí y luego estuvo la enfermedad de su madre.

—Stiles, esta bien. Tu padre está bien, te avisare si algo ocurre, pero debes salir de aquí aunque sea unas horas e ir a casa, tomar un baño, cambiar tu ropa y comer algo más que la comida de la cafetería.  

Melissa tenía razón, así que aún a esfuerzo, Stiles se despegó de su padre dormido para ir a casa y regresar lo más rápido posible. Le otorgaría a Melissa unas horas de no preocupación por él, así que, saliendo de la habitación, se despidió de la madre de su mejor amigo y salió del hospital.

El brillo del sol golpea cegadoramente contra su cara, haciéndole cerrar los ojos de golpe y poner una mano frente a su cara. Acostumbrándose al cambio, parpadea varias veces con molestia para dirigirse al estacionamiento del lugar e ir por su Jeep y, ahora que por medio segundo no esta pensando en su padre, piensa en Derek.

No sabe si regresó al loft, si vio su nota o sus mensajes, si le estará cuando regrese o si ya se fue. Su teléfono se apagó y como no consiguió su cargador al salir del loft, no pudo cargarlo en todo ese tiempo. Pudo haberle pedido uno a Melissa, pero tampoco pensó mucho en eso mientras estaba con su padre.

Mientras abría y subía en el viejo Jeep que perteneció a su madre, se preguntó si recibiría la explicación sobre todo lo que había sucedido con el tío de Derek. Realmente le enojaba pensar en ello, pero era más que todo porque habían resuelto las cosas y parecía que todo estaba bien, para luego reventar abruptamente la burbuja. Encendiendo el vehículo, estaba listo para ir a casa y además de comer algo decente, también pensaba dormir un poco más.

[...]

Cuando Stiles llega a su casa no puede negar que siente algo de nostalgia, no había estado allí desde hacía un tiempo. Sin embargo, está demasiado cansado y hambriento para enfocarse en eso, así que sube las escaleras hasta su habitación y entra a su habitación, congelándose un segundo en la entrada. A diferencia de la nostalgia inicial por regresar a casa, el ver su habitación le hace realmente querer llorar. Allí están sus afiches, los viejos cómics y libros en el estante, su pizarrón y las medallas por participación en el lacrosse; todo parece haberse congelado en el tiempo, haciéndole sentir nuevamente como un adolescente que llega de la escuela.

Soltando el bolso en el piso, lo primero que Stiles hace es poner a cargar su teléfono encontrando uno viejo en su gaveta. Abriendo su armario, se encuentra que aun su ropa sigue allí, lo que agradece porque no sabe cuanto se quedara en Beacon Hills y sólo llevo una que otras prendas.

Ordenando todo, aun con el teléfono apagado pero cargando, toma algo de ropa limpia y se dirige al baño. Quiere saber si alguien, específicamente Derek, le escribió, pero tampoco esta nervioso y tiene miedo de lo que puede encontrar. ¿Y si no le escribió? ¿y si le escribió pero para decirle que terminaban? Quizás estaba pensando de forma pesimista, pero tenía el derecho.

[...]

Saliendo del baño de regresó a su habitación, totalmente fresco y con ropa limpia, Stiles Stilinski se decide por tener algo de valentía y revisar su teléfono. Sea lo que sea que encuentre o no, deberá afrontarlo y aceptarlo. Pero, mientras el aparato enciende, alguien toca a la puerta de la casa.

El castaño esta cansado, realmente sólo quiere dormir en su cama o en la de su papá, pero piensa que puede ser Scott con comida; quizás Melissa lo mandó para asegurarse de que estuviera bien, así que es mejor bajar y abrir la puerta.

Casi arrastrando los pies por el pasillo hasta las escaleras, Stiles salta los escalones para llegar más rápido abajo, abriendo la puerta para encontrarse con una sorpresa.

—¿De... ¿Qué estás... —la lengua del chico se enreda por la sorpresa de ver a aquella persona allí, pero cuando encuentra las palabras, salen más bruscas de como quiere que salgan. —¿Qué haces aquí?

—Stiles, lo siento. —es lo primero que la otra persona suelta. Y bien, Derek había querido decir más, había planeado todo un monologo de camino allí, pero aquello había sido lo primero en salir de su boca arruinando todo. —Yo realmente-

—Espera. —el castaño le detiene alzando una mano frente a su cara. —Pasa primero. —dice luego dando un espacio para que el azabache entre a la casa, cerrando la puerta detrás de él. —¿Entonces...?

—Primero que nada ¿cómo está tu padre? —Derek preguntó, sentándose en el mueble en la sala que Stiles le había señalado. Aunque no se notara, estaba nervioso y ansioso, se sentía incómodo al lado del castaño, como si repentinamente hubieran vuelto a ser extraños.

—Está bien, la cirugía salió perfectamente y en este momento está recuperándose, estuve con él desde mi regreso. —Stiles respondió en un suspiro, sentándose en el brazo del mueble al lado de donde estaba Derek. Al igual que el azabache, se sentía fuera de lugar frente a la persona que era su pareja.

—Lo siento, Stiles, vi tu mensaje tarde y hubiera estado aquí a tu lado al segundo siguiente, pero Peter-

—Detente. —Stilinski detuvo al chico junto a él, sorprendiéndolo. Derek por un segundo pensó que las cosas estaban tan arruinadas que Stiles le dejaría y le echaría de la casa sin siquiera escucharle. —No quiero escuchar excusas, quiero escuchar una buena y creíble explicación sobre lo que pasó desde que tu tío llegó.

Entonces Derek suspiró mientras bajaba la mirada al suelo, era momento de explicarse correctamente, porque Stiles era importante para él y si debía hablar de su pasado y las decisiones que había tomado hasta ese momento, lo haría por primera vez en años.

Derek Hale le contó todo a Stiles, empezando desde el incendio y la perdida de su familia aunque esa parte el castaño ya la supiera. Le contó por qué culpaba a Peter y el cómo su padre puso a sus hermanas en su contra al obligarlo a aceptar liderar la compañía familiar antes del incidente donde la mayoría moriría.

Le explicó porque quiso huir y crearse una nueva vida, confesando que esperaba jamás tener que explicárselo a nadie, pero luego Stiles había entrado en su vida como siempre lo soñó cuando lo conoció. Esperó nunca tener que enfrentarse a su tío de nuevo.

—Lo siento, entenderé si luego de esto no quieres estar más conmigo. —Hale agregó al final, aún mirando al piso. No podía ver a Stiles si lo rechazaba. —Pero si me das una oportunidad me encargare de mi tío y todo el papeleo para dejar la compañía de mi padre de alguna forma. Y-

El discurso es interrumpido por unos cálidos brazos. Stiles se ha levantado de donde estaba y le ha abrazado. Derek aún sigue sentado, así que su cara esta siendo presionada contra el pecho del castaño.

—Derek, eres realmente tonto si crees que te voy a dejar por esto. —son las palabras que inmediatamente alivian el corazón de Hale. —Sólo quería saber que ocurría. Ahora que lo sé, podemos resolverlo juntos ¿cierto?

Separandosé un poco, porque realmente no querer alejarse de Stiles ahora que siente que lo a recuperado aunque nunca lo perdió, levanta la mirada y encuentra los cansados ojos color whisky del castaño —Gracias, Stiles. —Y quizás Stilinski no lo supiera, pero era por todo desde que había llegado a su vida.

Acercándose más que antes, Stiles se inclina sobre Derek para darle un cálido y pequeño beso al azabache. No sabía cuánto lo necesitaba hasta ese momento.

Sin embargo, el momento es interrumpido por una llamada.

Ho Hey [sterek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora