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El último fin de semana antes del inicio de clases llega rápido y Derek esta más animado que nunca, incluso Stiles esta más feliz y calmado de lo que a estado en semanas; con todo el esfuerzo que a estado haciendo en sus tres trabajos, a conseguido ahorrar hasta la mitad de lo que debe pagar en la universidad. No es todo, pero con su grandioso don del habla y la persuasión, logrará extender el plazo de pago de la mitad que le falta... o eso espera.

Es domingo por la mañana y Derek despierta para encontrar la cama vacía y el loft lleno de un delicioso olor a pan frases y huevos fritos con tocino.

—¿Sabes que son las cinco de la mañana? —Derek sorprende a Stiles, abrazándole y besando su cuello. El castaño sonríe, deja la maquina frente a él para preparar el café y se gira para recibir los labios del mayor.

—Buenos días. —se separa Stiles del beso, sonriendo más radiante que nunca. Ha estado ansioso y nervioso al punto de no poder dormir, sobre todo esos últimos tres días que son los últimos de las vacaciones, así que esa mañana se levantó temprano de la cama y comenzó a cocinar para distraer su mente.

—Buenos días. —con un último beso, Derek se separa.

—Espero hayas despertado con mucha hambre, porque acabo de acabar con todo en la despensa. — bromea Stiles, moviéndose para pasarle un plato a Derek, quien se acerca a la comida en la cocina y se empieza a servir junto al castaño.

—Vayamos de compras hoy. — propone sin mirar a Stiles, toda su concentración esta en no dejar salir toda la saliva en su boca que produce el olor e imagen de la comida frente a él.

—Era una broma lo de la despensa, pero si quieres, buscare cuales cupones nos sobran. —con un sonido que trata de sonar afirmativo, Derek se adelanta a la mesa. Si no fuera una persona activa, sabe que ya estaría rodando por las escaleras del edificio gracias a la comida de Stiles.

[...]

Llegar al Supermercado tan temprano en la mañana tenía sus ventajas: encontrabas los productos más frescos, había poca gente a esa hora un domingo y llegabas a todos los descuentos.

Derek no sabía nada de esto antes, porque usualmente bajaba hasta Chinatown para pedir comida rápida o compraba sopas instantáneas y comidas congeladas de cualquier pequeño local, pero luego había arrastrado a Stiles a su vida y este le enseñó todos aquellos pequeños detalles que él no sabia que existían. Y no habla sólo de las ofertas del supermercado y los cupones en los periódicos que nadie compra.

Por eso había hecho lo que hizo, porque Stiles era una persona demasiado grandiosa y lo ama.

—Vayamos rápido por la carne, no quiero tener que volver a pelear por la mejor bandeja con una anciana.

—No había sido necesario.

—¿Disculpa? Yo la mire primero.

Riéndose ligeramente, Derek arrastra el carrito de compras detrás de un enérgico y dramático Stiles Stilinski.

[...]

—La mejor carne. —celebra Stiles dejando todo en el carrito. —Y sin pelear con señoras mayores que golpean con sus bastones.

—Sigamos con las compras.

—Espera, necesito recontar los cupones que tenemos y fijarme en las ofertas. Prácticamente todo el efectivo se nos va con la carne. — analizó el castaño de mirada whisky, sacando los cupones que tenían.

Girando los ojos y sonriendo con cariño, Derek le toma de la muñeca y le jala hasta estar más cerca de él. — Hoy tu llevaras el carrito y yo me encargaré del resto. —Dice guiando las manos de Stiles hasta el carrito.

Ho Hey [sterek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora