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—¡Stilinski! —gritó el profesor en su oído, haciendo que saltará del susto y gritara. —Preste atención o fuera de mi clase. —le regañó, volviendo al frente.

Había estado en las nubes, pensando en... Derek. Porque esas últimas semanas sólo había podido pensar en Derek, en nada más, aunque lo intentará. Derek Hale corría en su cabeza en todo momento. Y es que, luego de la confesión en el baño, Stiles imaginó que podría deliberadamente ignorar todo aquello y seguir como si nada entre ellos. Grave error.

Derek había comenzado a actuar más... atento. Y no es como que antes no lo fuera, sólo que Stiles ahora realmente lo estaba notando. Y estaba volviéndolo loco.

Si, Stiles había tenido varias citas y parejas a lo largo de su vida, pero nunca había salido con un chico. Nunca había pensado en chicos en general. Y ahora estaba Derek, quien consideraba un gran amigo, diciendo que le gustaba. ¿Qué estaba haciendo la vida con él? ¿Era una clase de broma?

No sabía qué hacer. La respuesta parecía fácil, negarse a salir con Derek, pero algo dentro de él evitaba que dijera simplemente no. Estaba seguro, además, de que perdería de alguna forma a Derek si se negaba, pero tampoco se veía en una relación con él y si fingía sólo por mantenerlo a su lado ¿acaso eso no era horrible?

Derek es una persona increíble, lejos de su apariencia estoica y ruda, es realmente atento y amable. Muestra interés por todo y se preocupa por las cosas.

Además, y el punto más importante que no le dejaba dormir por las noches, ¿¡Cómo demonios le gusta a alguien como Derek!? Era... si, claro ¡Imposible!

El final de la clase hizo mover al castaño fuera del aula. Esos días había estado tan pensativo y distraído, que no había tenido ni siquiera ganas de asistir a las clases. Había un gran conflicto en su cabeza.

Así, distraído como iba, Stiles chocó contra algo... o mejor dicho alguien. Esperaba que no fuera Theo, quien luego de todo lo sucedido y haber escapado de la policía, se mantuvo lo más alejado de él y Derek. Al parecer se había aburrido de él al ver que no podía conseguir nada molestándolos, además, había escuchado el rumor de que estaba detrás de un chico de primero, un tal Liam.

Pero eso no tenía importancia ahora. Saltando lejos, se da cuenta de con quién se a topado.

—¡Derek! —Stiles chilla unas octavas más alto de su voz normal. Realmente le ha sorprendido.

—¿Por qué suena a que viste un fantasma?

—¿Quién suena así? ¿Quién a visto un fantasma? ¡Estoy actuando normal! — la forma burlesca en que Derek le miraba le dejaba en claro que no estaba actuando normal. Pero para su defensa, siempre estaba nervioso. — ¿Qué pasa? —pregunta cuando los latidos de su corazón son otra vez normales.

—Vine a buscarte. Hoy no tienes trabajo hasta la noche ¿cierto?

—¡Oh! Si... pero tengo que ir a terminar un trabajo a la biblioteca. — se escapó Stiles sin tener que mentir. Realmente tenía un trabajo importante que terminar. — Adelantate, saldré directo al trabajo luego de terminar en la biblioteca, no llegare al loft hasta muy tarde.

Derek frunció el ceño, como era típico en él. Aunque lo que Stiles le había dicho era verdad, comenzaba a creer que lo había dicho sólo para evitarlo, como había hecho desde su confesión.

Sin embargo, ya lo había hecho y no había vuelta atrás, Stiles no le había respondido si le daría o no una oportunidad y no se había ido, así que Derek lo tomaba como un incentivo para continuar con sus sentimientos.

—Está bien. —aceptó de mala gana, dejando escapar un pequeño puchero rápido que Stiles notó. Adorable. No pudo evitar pensar.

—Bu-bueno entonces... nos vemos, fortachón. —salió huyendo Stiles. Pensar que alguien era adorable era el inicio de una enorme caída a un lugar del que sería difícil escapar.

[...]

Gruñendo, Stiles Stilinski quiere romper el libro en sus manos. Esta a punto de terminar el ensayo y ya se siente fastidiado e inquieto, su nivel de concentración esta en cero.

El sonido de una silla moviéndose a su lado le hizo levantar la vista del libro y su cuaderno, un enorme azabache de cejas gruesas y ojos verdes le saludó.

—¿Qué haces aquí? —Ya eran pasadas las ocho, Stiles imaginó a Derek en el loft.

Aún sin responder, Derek empuja hacia Stiles una caja de comida. Sorprendido, el castaño mira la caja y a Derek y la caja y Derek y... si, realmente está sorprendido.

—No has comido nada ¿Cierto? — Asintiendo, Stiles no puede apartar la mirada de la caja de comida. Derek siempre hace cosas por él, no entiende porque una caja de comida le conmueve tanto, pero lo hace al punto en que le hace querer llorar. — También te traje esto. —le pasa Derek una malteada del local de Erica y Boyd. Es su favorita.

Extrañamente su corazón salta un poco.

—Gracias. —logra decir.

—¿Ya has terminado?

—Debo acabar una hoja más. —se queja Stiles.

—Te ayudare. —se adelanta Derek, tomando el libro y cuaderno de Stiles.

—No pero-

—Come. —le detiene Hale abriendo la caja. El olor de la tibia comida hace que Stiles olvide lo que iba a decir, comenzando a comer.

—¿Por qué haces esto por mi? — pregunta Stilinski sin querer. Mientras comía, de vez en cuando miraba a Derek, tan concentrado en hacer su tarea.

—Porque me gustas. —había soltado el azabache sin titubeos y sin levantar la vista del cuaderno.

Y a diferencia de la primera confesión de amor de Derek, Stiles sintió algo cálido en su pecho que se sentía diferente a la sorpresa de la primera vez.

—Mmm... no entiendo como te gusto. —mirando el perfecto perfil de Derek, Stiles se percata de como tensa su mandíbula y deja de escribir. Oh no, a volteado a verlo.

—Sólo me gustas. No tiene explicación. —mentira. Derek tenía un millón de razones de por qué le gustaba Stiles, sólo no se le ocurría cuál de todas decir, no sabía cual era más importante.

—Todo tiene explicación.

—Mis sentimos por ti no. Sólo están por ti.

Asombrado y sin esperar aquella repuesta, Stiles escapa de la mejor forma —Eso es tan extremadamente cursi. —bromea. —No sabía que había alguien así de cursi debajo de todo este hombre amargado.

—No soy amargado. —peleó Hale como siempre que el castaño le decía así.

—Lo que digas. —sonrió Stiles. —¿Por qué gastas este tierno lado tuyo conmigo? Tan afortunada que sería una chi... —detuvo sus palabras cuando miró al rostro del azabache.— Estás frunciendo mucho el... —el gesto empeoró. —Mejor me callo ¿Cierto?

—Salgamos. —le sorprendió Derek en vez de decir el típico: "Cállate, Stiles"

¿Qué?

—Salgamos en una cita.

Ho Hey [sterek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora