Otra Sofia

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   Este es el primer borrador del capitulo final de "El Relato De Sofia (Un Manifesto Fetichista)"

   Ya habían pasado dos minutos desde que Sofía se había despertado. Miraba atenta la pantalla de su celular. Observaba algunas de las fotos más recientes de sus amigas modelos con las cuales tenía una extraña obsesión. Ya habían pasado cuatro veranos desde que había vivido toda esa aventura satánica. Las decisiones que había tomado, y la vida que vivía ahora, todo llevaba ya unos cuatro años de haber pasado. Le gustaba esta nueva vida. De hecho se podría decir que le encantaba esta nueva vida. Se había convertido en todo lo que una parte de ella siempre había deseado. Las fotos de sus amigas le hacían darse cuenta de lo valiosa que había sido tomar esa decisión. No había sido fácil dejar de lado todo lo que tenía planeado vivir e inclinarse por completo a arreglar las cosas, pero sus instintos la habían dejado guiarse por completo a esto. Al principio se arrepentía un poco, pero con el tiempo se dio cuenta que había sido una de las mejores decisiones que pudo haber tomado en toda su vida. 

   Este era otro verano especial para Sofia, ya que hoy conocería en persona al chico con el que había estado hablando en el internet. Se encontraba estudiando la universidad, siendo una de las estudiantes más inteligentes y talentosas. Había decidido estudiar periodismo, y a eso le gustaba dedicarse. Se había convertido en una chica muy diferentes después de aquel día, y prácticamente había decidido reiniciar su vida y evitar todo lo que le había causado a Gabriela. Se salvó a si misma de muchos problemas. A cambio de esto... digamos que Sofia simplemente no logró manejar muy bien su peso después de lo que fue vivir en los cuerpos de dos personas gordas. Eventualmente su apetito creció, y creció, y creció, hasta que se volvió en esa chica. Una talentosa estudiante gorda de periodismo. Bien dice la gente que la vida es un ciclo, porque ahora su vida estaba prácticamente encaminándose a ser la de aquella gorda versión de ella que tanto odiaba... pero con las obvias diferencias. 

   Sofia se levantó de la cama - la cual trono - con flojera. Hoy era especial, y experimentaría una vez más lo que era ser una chica linda que tiene citas. Tenía tiempo que no lo vivía, y no era que lo necesitara ya que tenia memoria de haberlo hecho miles de veces en su vida pasada, pero era algo lindo volver a experimentar algo así. Sabía que seria diferente tener una cita ahora que su condición era la de una chica gorda adentrada en el obscuro mundo del fetichismo, pero eso la excitaba un poco más. En cuanto a la relación con su hermana, esa había cambiado bastante desde su regresión. No era la misma chica que no se llevaba mucho con ella, y de hecho desde que Sofia había ganado peso la relación con su hermana se había vuelto asombrosa. Sofia ya no tenía posibilidades de salir con sus amigas y con chicos lindos todo el tiempo, ya que se había convertido en una gorda antisocial, pero Karla era quien le acompañaba en todo lo que ella necesitaba. Su hermana seguía siendo su mejor amiga. 

   Sofía se observo en el espejo. Ese cuerpo que alguna vez le había parecido una maldición era ahora su cuerpo real. Era un cuerpo que se había ganado después de aquel regreso a la vida. Tenía poco tiempo que Sofia había comenzado a subir contenido fetichista en el internet, y los ingresos que estaba logrando la estaban incluso haciendo considerar si debería continuar estudiando. Su cuerpo era un imán de visitas. Todas las personas de la comunidad parecían encantadas con ver a una chica rubia cómo Sofia disfrutar y alardear de su gordura adquirida, mientras el mundo se sorprendía al ver el gigantesco aumento de peso que tuvo. Sofia era considerada una de las BBW's más bellas de la comunidad del Feederism, lo que la llevó a poderse dar una vida bastante decente con esto. Su vida de hecho era mucho más decente que la que tenía en su vida pasada, con la excepción de que en esta vida sus padres aún le enviaban dinero para sus estudios. El modelaje dentro del Feederism era el ingreso de su propio trabajo. No le avergonzaba trabajar en ello, y le gustaba ser vista cómo una estrella para un público algo peculiar. 

30 Cuartillas De Feederism (Un Relicario Fetichista)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora