¿Es la vulgaridad algo bueno brindado por los dioses del placer, o es algo maldito causa de la perversión y la naturaleza sombria del ser humano? Esa es una pregunta que por años a rondado en la cabeza de montones de hombres de ley y psicologos, sin una respuesta alguna. Pareciera que los seres humanos no somos más que sacos de carne con consciencia, y que buscamos cualquier impulso extremo para demostrar nuestra parte más animal y salvaje. Solo piensenlo. Aquella cosa que ha separado familias, ha iniciado guerras, ha exterminado grupos de seres humanos, eso se puede minimizar al simple y salvaje acto del sexo. El sexo y todo el espectro que le acompaña son la parte de la naturaleza más vulgar que existe, y es el recordatorio de esta misma para demostrarnos que no somos superiores a ninguna de las otras especies animales en la tierra. Todos los animales queremos follar, todas las comunidades de animales girán en torno a esto. ¿Pero que pasa si es la vida misma la que te lleva a vivir una vida de depravación sexual y vulgaridad como un supuesto "animal racional"? Pues bueno, este es basicamente un relato acercá de eso.
Remontemonos a mediados del Siglo XVI, en una sombria y decreopita Francia. Las calles estaban repletas de una decadencia moral infinita, con hombres siendo explotados por un yugó feudal, esclavos persistiendo bajo las reglas de una naciente burguesia, niños enfermos mendigando solo por un poco de pan, y mujeres vendiendo sus cuerpos para conseguir opio y liberarse del dolor que la existencia misma representaba. Un pueblo olvidado por Dios. Un pueblo en el filo de la decadencia, mientras sus gobernantes y sus sacerdotes se regozijaban de riquezas supuestamente merecidas gracias a un "titulo divino". Es bajo estas circunstancias que nacé la protagonista de esta historia; Cristal Kuri. Nácida en una familia mezclada entre libaneses y franceses de hueso colorado, su padre trabajaba como campesino a las afueras de Tolouse, pero después de que el feudo les despojara de sus tierras - para la construcción de un supuesto convento, que al final termino convirtiendose en un centro de orgias monarquicas y eclesiasticas - se mudo junto a su mujer y sus ocho hijos a la gran ciudad de Paris. Fue aqui donde consiguio trabajo en algunos de los centros de mercadeo, y debido a su linaje libanes logro conectar rapidamente con muchos de los principales sectores de consumo en la ciudad. La familia Kuri tuvo un gran apogeó durante esta época, con los ocho hijos y la mujer de la familia teniendo una economia estable, fue en este escenario donde la mujer de la familia parió a Cristal. Como si de una maldición se tratara - aunque en realidad se resume a una serie de factores, entre ellos el alcoholismo y la adicción al juego que tenia el patriarca Kuri - al poco tiempo que la bebe Cristal nació, la situación de la familia empeoró, y el estilo de vida de estos conllevo a vivir en los barrios más denigrantes y oscuros de todo Paris, y de todo Francia.
Si bien el padre tenia para alimentar a la familia, esta alimentación no bastaba y toda su familia - incluyendo sus ya conclusos quince hijos - lucia delgada y demacrada. No podian seguir viviendo de esa manera, fue por ello que el padre puso a trabajar a los siete varones, encargo a la casa a siete de las mujeres y bueno... digamos que el hombre era muy supersticioso, y habia notado que desde el nacimiento de Cristal todo se habia estado derrumbando, por lo que se la vendió a un carnicero proveniente de Córcega, que se la llevo a vivir con ella a esta ciudad cercana al mar. La pequeña tenia ocho años cuando esto paso, y las cosas se pusieron peores. Si bien vivir con el carnicero le facilito el acceso a comidas, y tambien tuvo la suerte de que este no era un pervertido obsesionado con las niñas, no se libro de horribles trabajos forzados. Hizo a Cristal trabajar durante horas, siendo su única paga el alimento y un techo en donde dormir. El carnicero era un alcoholico y adicto al opio, por lo que Cristal muchas veces sufrio de fuertes palizas cuando su trabajo no lo satisfacia. Para cuando ella llego a tener trece años, por su alimentación y trabajo, ya lucia como una adolescente rechoncha con un cuerpo en desarrollo. Tenia algunas amigas entre los negocios cercanos, y llego a tener algunos pretendientes, pero el carnicero no le permitia salir muy a menudo y muchas de estas personas terminaron casandose y alejandose del muerto mercado carnicero de Córcega. Una buena mañana de Lunes, Cristal encontró el cuerpo del carnicero cercá de la costa, acuchillado y con los ojos de fuera. El tipo era agresivo, y sabia que probablemente eso era el desquite de algun criminal local. La chica huyó hacia Paris, en donde trató de encontrar a su familia pero simplemente no lo logró, asi que se puso a mendigar y a hacer algunos trabajos forzados entre esclavos de los pequeños burgueses. Por su apariencia rechoncha, y su color de piel y cabello - los cuales eran blanco y rubio debido a su parte francesa - los comerciantes le solian pagar bien, y alguna que otra vez tuvo que rogar por trabajos haciendo favores sexuales, a sus tan solo quince años de edad. Todas estas experiencias la marcaron, y poco a poco se fue sumergiendo en el hoyo de la miseria.
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30 Cuartillas De Feederism (Un Relicario Fetichista)
De TodoCompilación de 30 historias de Feederism, Stuffing, Aumento de Peso y BDSM.